Corrientes Musicales de Finales del Siglo XIX y Principios del XX
Neorromanticismo
Periodo: Finales del siglo XIX – principios del XX.
Reacción contra el realismo.
Características: Énfasis en el sentimiento, la subjetividad, la naturaleza y el misterio.
Tono: Frecuentemente melancólico, espiritual y, en ocasiones, nacionalista.
Impresionismo Francés (Música)
Periodo: Finales del siglo XIX – principios del XX.
Compositores clave: Claude Debussy, Maurice Ravel.
Características: Busca evocar atmósferas y colores sonoros, en lugar de estructuras fijas.
Armonía y Tonalidad: Tonalidad flexible (uso de escalas pentatónicas, de tonos enteros). Armonías ambiguas, ritmos fluidos, timbres tratados como pinceladas.
Obras destacadas: Clair de Lune (Debussy), Jeux d’eau (Ravel).
Neoclasicismo y el Grupo de los Seis
Neoclasicismo
Periodo: Siglo XX, principalmente entre las guerras mundiales.
Características: Retorno a las formas clásicas (sonata, suite). Énfasis en la claridad, el equilibrio y la objetividad.
Lenguaje: Utiliza un lenguaje moderno con armonías disonantes y ritmos irregulares.
Ejemplo: Pulcinella de Igor Stravinsky.
El Grupo de los Seis
Contexto: Formado en París en la década de 1920.
Miembros:
Georges Auric
Louis Durey
Arthur Honegger
Darius Milhaud
Francis Poulenc
Germaine Tailleferre (la única mujer del grupo).
Filosofía: Rechazo explícito al romanticismo y al impresionismo.
Estilo: Caracterizado por un estilo fresco, sencillo, con influencias del jazz y la música popular. Poseían un espíritu lúdico y colaborativo.
Las Primeras Vanguardias Musicales
Expresionismo
Compositores clave: Arnold Schoenberg, Alban Berg, Anton Webern (conocidos como la Segunda Escuela de Viena).
Técnicas: Desarrollo de la atonalidad y el dodecafonismo.
Propósito: Búsqueda de la expresión de emociones intensas, a menudo oscuras o angustiosas.
Futurismo
Principal exponente: Luigi Russolo.
Características: Incorporación de ruidos industriales y sonidos de máquinas.
Innovación: Ruptura con la melodía tradicional.
Neoprimitivismo
Compositor clave: Igor Stravinsky, con su obra La consagración de la primavera.
Características: Empleo de ritmos violentos, disonancia y escalas modales.
Inspiración: Basado en la inspiración de rituales antiguos y folclore.
Impresionismo (como Transición a las Vanguardias)
Compositores: Claude Debussy, Maurice Ravel.
Características: Uso de armonías flotantes y escalas no tradicionales.
Objetivo: Búsqueda constante de nuevas sonoridades que abrieron camino a movimientos posteriores.
Nacionalismo y Posromanticismo en la Música
Nacionalismo (Concepto General)
Origen: Surge a finales del siglo XVIII como respuesta a los imperios y monarquías.
Principio: Defiende que cada pueblo con una identidad común (lengua, cultura, historia) debe tener su propio Estado.
Impacto: Durante el siglo XIX, impulsó revoluciones e independencias, generando un fuerte sentimiento de pertenencia.
Nacionalismo Musical
Contexto: Desarrollado dentro del Romanticismo.
Características: Compositores incorporan melodías folclóricas, ritmos y leyendas locales en sus obras.
Exponentes en Rusia: Mijaíl Glinka inició este estilo, y el Grupo de los Cinco lo desarrolló plenamente.
Posromanticismo
Periodo: Finales del siglo XIX.
Características: Continuación del Romanticismo con una expresividad extrema, armonías complejas y orquestaciones densas.
Compositores clave: Gustav Mahler, Anton Bruckner y Richard Strauss llevaron la música a límites emocionales, anticipando el fin del sistema tonal.
El Grupo de los Cinco (Rusia)
Objetivo: Buscaron crear una música nacional rusa que se alejara de la tradición musical europea, basándose en el folclore, la historia y las leyendas de su país.
Miembros:
Mili Balákirev (líder y mentor del grupo).
Modest Músorgski (conocido por su música intensa, como la ópera Boris Godunov).
Nikolái Rimski-Kórsakov (maestro de la orquestación, autor de Scheherazade).
Aleksandr Borodín (científico y compositor, célebre por El Príncipe Ígor).
César Cui (ingeniero y crítico musical).
Legado: Su trabajo fue fundamental para la identidad de la música clásica rusa.
Obras Musicales Destacadas
1. Suite n.º 1 de Peer Gynt de Edvard Grieg (Noruega, 1843-1907)
Basada en la obra teatral de Henrik Ibsen, cuyo protagonista, Peer Gynt, es un personaje pícaro y ambicioso.
La Suite n.º 1 incluye los siguientes movimientos:
La Mañana
La muerte de Åse
La danza de Anitra
En la gruta del Rey de la Montaña
El cuarto movimiento, En la gruta del Rey de la Montaña, en Si menor, comienza de forma lenta y silenciosa. Los bajos graves inician la melodía, seguidos por los fagots y los timbales, evocando los pasos lentos y cautelosos de Peer Gynt, que se repiten en diferentes instrumentos. El tempo se acelera progresivamente hasta un prestissimo final.
2. Sinfonía n.º 7 en Do Mayor, op. 105, de Jean Sibelius (Finlandia, 1865-1957)
Compuesta en 1924, es la última de sus siete sinfonías.
Consta de un solo movimiento (dividido en 10 secciones) con una duración aproximada de 20 minutos.
La primera parte es muy pausada, con predominio de los instrumentos de viento.
Refleja el nacionalismo finlandés.
3. Borís Godunov de Modest Músorgski (Rusia, 1839-1881)
Ópera que narra la historia del zar Borís Godunov.
Se estrenó en 1869 (versión original) y fue revisada posteriormente.
Basada en el drama homónimo de Aleksandr Pushkin, con libreto del propio Músorgski.
Consta de siete escenas, destacando la Escena de la Coronación y el monólogo del zar, donde interactúan el pueblo y el clero ortodoxo. Es una obra de marcado carácter político.
4. Capricho Español de Nikolái Rimski-Kórsakov (Rusia, 1844-1908)
Se inspiró en material folclórico español para componer esta obra en 1887.
Consta de cinco partes o secciones:
Alborada: con solos de clarinete y violín.
Variazioni: la melodía del clarinete regresa con variaciones sobre el mismo tema.
Alborada (repetición).
Scena e canto Gitano: una fantasía musical con tambor y campanas, donde las cuerdas interpretan una canción pintoresca con un toque andaluz y cadencia.
Fandango asturiano.
5. Sinfonía Alpina, op. 64, de Richard Strauss (Alemania, 1864-1949)
Es un poema sinfónico de un solo movimiento.
Ejemplo de música programática, que busca narrar una historia o describir una escena.
Describe la experiencia de ascender una cumbre alpina, enfrentando la tormenta, la dificultad y la lucha.
Incluye piano y órgano en su orquestación.
Compuesta entre 1911 y 1915. Es una de las obras orquestales más extensas del autor.
Considerada una de las mejores descripciones musicales de un paisaje alpino. Sus episodios incluyen: la noche, el amanecer, las rocas, el prado, la tormenta, todo ello con un gran virtuosismo orquestal.
De carácter realista y descriptivo. Se ha interpretado como un símbolo de la colonización alemana del sur.
6. Sinfonía n.º 2 ‘Resurrección’ de Gustav Mahler (Bohemia/Austria, 1860-1911)
Nacido en Bohemia, desarrolló gran parte de su carrera en Viena.
El solo coral final evoca la Novena Sinfonía de Beethoven.
La obra, que Mahler tardó en completar, se inspira en la Sinfonía n.º 2 de Mendelssohn (Lobgesang) en su temática de resurrección y triunfo.
7. Preludio a la siesta de un fauno de Claude Debussy (Francia, 1862-1918)
Inspirado en el poema L’après-midi d’un faune de Stéphane Mallarmé.
Se estrenó el 22 de diciembre de 1894.
Es un poema sinfónico que comienza con una serie de arpegios sostenidos sobre una nota común en el bajo (Si bemol).
Se estructura en seis partes:
Flauta sola.
Flauta y arpa.
Desarrollo con maderas.
Desarrollo con metales.
Clímax general.
Coda que concluye sobre el tema principal.
La versión de ballet, con coreografía de Vaslav Nijinsky, se estrenó en París en 1912 durante la temporada de los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev.
8. El Sombrero de Tres Picos (Ballet) de Manuel de Falla (España, 1876-1946)
Con coreografía de Léonide Massine, basada en la obra homónima de Pedro Antonio de Alarcón.
Se estrenó en Londres el 21 de junio de 1919.
Etapas de su desarrollo y representaciones:
Estreno de la versión original (El corregidor y la molinera) en Madrid (1916).
Etapa parisina (1917), con escenografía y figurines de Pablo Picasso.
Reestreno en Madrid (1921).
Representación en Sevilla (1924).
Representación en Argentina (1930).
9. Danzas Fantásticas, op. 22, de Joaquín Turina (España, 1882-1949)
Compuestas el 11 de agosto de 1919.
Originalmente concebidas para piano, la versión orquestal se estrenó el 13 de febrero de 1920.
Inspiradas en la obra de José Más titulada La Orgía.
Consta de tres partes o movimientos:
Exaltación: una folía aragonesa.
Ensueño: un soliloquio en compás de 5/8.
Orgía: una danza andaluza. La obra está dedicada a su esposa, Obdulia Garzón.
10. Mathis der Maler (Matías el Pintor) de Paul Hindemith (Alemania, 1895-1963)
Paul Hindemith fue un músico polifacético: compositor, violinista, profesor y director. En Estados Unidos, se convirtió en un estimado profesor de orquesta.
Aprendió música desde muy joven y fue uno de los compositores alemanes más importantes del periodo de entreguerras.
Sus composiciones se vieron afectadas por la Segunda Guerra Mundial, especialmente tras el ascenso del nazismo.
Es una ópera con música y libreto en alemán (en Re menor).
Basada en la vida del pintor renacentista Matthias Grünewald.
Se estrenó el 28 de mayo de 1938 en Zúrich, ciudad donde se exilió.
Esta obra fue compuesta en un contexto de creciente poder nazi. A pesar del rechazo oficial, Hindemith utilizó elementos y una música contrapuntística compleja.
11. Sinfonía n.º 5, op. 47, de Dmitri Shostakóvich (Rusia/URSS, 1906-1975)
Consta de cuatro movimientos, con una duración aproximada de 45 minutos:
Moderato (Re menor).
Allegretto (La menor).
Largo (Fa menor).
Allegretto non troppo (Re menor): el clímax final de la obra, que transmite una sensación de esperanza y triunfo en contraste con el tono sombrío de los movimientos anteriores.
12. Gymnopédie n.º 1 de Erik Satie (Francia, 1866-1925)
Nacido en Normandía, desarrolló su carrera en París.
Éric Alfred Leslie Satie ingresó en el Conservatorio a los 10 años. Previamente, se había dedicado al teatro y la música de cabaret.
Fue un gran amigo de Claude Debussy.
Las Gymnopédies son una serie de tres piezas para piano, compuestas entre 1887 y 1888.
Aunque a menudo se asocian con la danza, pertenecen a su período de Montmartre.
Son obras de una sonoridad mágica: melodías modales sencillas que se repiten con ligeras variaciones.
La Gymnopédie n.º 1 se publicó el 18 de agosto de 1888 en Re menor y dura aproximadamente 3 minutos.
La n.º 3 se publicó en noviembre de 1888 en Do mayor, y la n.º 2 en abril de 1895 en La menor.
Estas obras han servido de inspiración en diversos ámbitos musicales, incluyendo adaptaciones, bandas sonoras y videojuegos.