Portada » Economía » Estrategias de Marketing: De las Necesidades del Cliente al Posicionamiento Efectivo
El marketing se centra en dar respuesta a las necesidades de los consumidores, siguiendo la jerarquía de la Pirámide de Maslow (de abajo a arriba):
Además de ser un proceso, el marketing es un punto de vista o filosofía. Su objetivo principal es entender lo que un cliente busca obtener de un producto o servicio.
Las competencias clave en marketing se dividen en tres roles fundamentales:
El marketing social propone que el objetivo de una organización debe ser crear valor a través de tres niveles interconectados:
Este enfoque constituye el paradigma del marketing social.
La sostenibilidad es crucial en la estrategia empresarial por varias razones:
En este contexto, se distinguen dos tipos de empresas:
Cabe destacar que lo social se considera el cuarto sector de la economía.
Es fundamental que el objetivo social elegido esté en sintonía con el producto o servicio, fortaleciendo atributos relevantes para el consumidor. Para ello, debemos preguntarnos:
La estrategia de marketing social puede ser una palanca para aumentar la rentabilidad. Consideremos si puede:
Es vital analizar cómo los consumidores percibirán el objetivo social planteado. Reflexionemos sobre si:
La aceptación de la estrategia por parte de los grupos de interés es crucial. Debemos evaluar si:
La estrategia de marketing se basa en dos actividades principales:
Para una estrategia efectiva, es fundamental considerar las «5C»:
El modelo STP es clave para definir el marketing mix. Sus pasos son:
Una vez completados estos pasos, se elabora el position statement.
Los segmentos de mercado son grupos de potenciales consumidores con características, comportamientos o necesidades distintivas. La clave para definirlos es encontrar variables relevantes para la toma de decisiones de marketing.
Existen dos tipos principales de segmentación:
Los pasos para una segmentación efectiva son:
Para que una segmentación sea eficaz, debe cumplir los siguientes requisitos:
Generalmente, es razonable trabajar con 2 o 3 segmentos principales.
Una vez definidos los segmentos, se debe decidir a cuál o cuáles dirigirse. Los criterios de selección incluyen: