Portada » Economía » Empresa mercantil
El control del stock se lleva a cabo por medio del inventario permanente en el que se recogen las entradas (compras y devoluciones de los clientes) y las salidas (ventas y devoluciones a los proveedores) de las distintas referencias que trabaja la empresa.
La empresa utiliza fichas de almacén donde se reflejan las entradas, las salidas, y las existencias de productos, las fechas de las operaciones, las unidades, sus precios e importes. La valoración de los productos adquiridos para su venta se realizará, bien al precio de producción, o al precio de adquisición según la empresa fabrique los productos o los adquiera directamente ya terminados y listos para su comercialización. La compra o adquisición de productos implica una serie de gastos adicionales, como son el embalaje, el transporte, los seguros, los aranceles, etc.
Es un documento interno de la empresa que se reflejan las entradas y salidas de unidades físicas del almacén, como su valor monetario.
Las existencias se valorarán al coste de producción en las empresas industriales o al precio de adquisición en las empresas comerciales, pueden entrar diversas partidas de mercancía enviadas por distintos proveedores y tener precios diferentes; en un mercado libre el precio de los productos puede sufrir variaciones de precios cada día, los precios de compra-venta de los artículos están en continuo cambio, y ello se refleja en la operativa de las fichas de almacén.
Métodos de valoración de las existencias del almacén:
– PMP o (precio medio ponderado): método por el que se realiza una media ponderada de los precios de las existencias entrantes teniendo en cuenta su precio de adquisición y las unidades compradas, calculando un precio medio. Las entradas de mercancías se registran a precio de adquisición y las salidas al PMP, este método exige calcular un nuevo precio medio cada vez que entra mercancía en el almacén. Se utiliza en empresas que no hay una preferencia a la hora de dar salida a sus productos del almacén.
– FIFO (first in, first out): el primer producto que entra en el almacén, es el primer producto que sale cuando se produce una venta, las existencias que salen son las que llevan más tiempo en el almacén. Se utiliza en aquellos almacenes que trabajan con mercancías perecederas (por ejemplo los supermercados).
– LIFO (last in, first out): el último producto que entra en el almacén, es el primer producto que sale cuando se produce una venta, las existencias que salen son las que llevan menos tiempo en el almacén. Se utiliza en almacenes que trabajan con mercancías que no son perecederas sino que tienen una alta durabilidad (ejemplo almacenes de bricolaje).
– HIFO (Highest in, first out): el producto que tenga el mayor precio de todos de una misma referencia en existencias en el almacén, es el primer producto que sale cuando se produce una venta. Método menos utilizado.
Cuando se compra y se vende continuamente, se producen devoluciones de artículos, pueden ser operaciones tanto de entrada como de salida. De entrada cuando
la devolución la realiza un cliente, y se valoran al precio de coste que tenía el artículo el día de la salida. Y de salida cuando la devolución la realiza el propio almacén al proveedor al que compró el artículo, valorándose al coste de adquisición de dicho artículo.
Es el recuento exacto de los productos que hay en el almacén, comprobándose su cantidad y su valor.
El objetivo es controlar y verificar la situación física y contable de los productos. Es obligatorio actualizarlo al menos una vez al año en las empresas con actividad comercial, realizándose al concluir el ejercicio económico (fin de año).
Dos tipos de inventarios:
El inventario periódico es el que se realiza al finalizar el periodo, y el permanente es el que registra de manera continuada las entradas y salidas, permitiendo
conocer el stock del que dispone la empresa. El inventario periódico se sirve del recuento físico que se lleva a cabo en el almacén por una inspección visual anotándose las unidades, los lotes y las referencias de los artículos para comprobar las diferencias detectadas por deterioros, mermas, pérdidas y robos. Realizada esta verificación, se
contrastará con existencias que figuran en los registros para ver si todo cuadra.
Fases para realizar un inventario físico:
– Nombrar un responsable
– Formar al personal
– Preparar el almacén para llevar a cabo el inventario, ordenando la mercancía y situándola en el lugar designado para cada referencia.
– Diseñar documentos para la realización del inventario, registrándose las especificaciones del producto, la referencia de cada artículo, su descripción, el número de unidades, el precio de coste y de venta, y las unidades de medida entre otras cuestiones.
– Llevar a cabo el recuento físico y anotar la información en la documentación correspondiente.
– Realizar una toma de muestras para su verificación.
– Volcar la información en el ordenador del almacén, una vez que se ha realizado el inventario.
– Analizar la información obtenida. La valoración se considerará válida si coinciden al menos el 90% de las muestras.
– Actualizar informáticamente la información una vez validado el inventario.