Portada » Historia » El Impacto de Napoleón y la Crisis Española en los Movimientos de Independencia Americana
En 1799, Napoleón encabezó un golpe de Estado que depuso al Directorio e instauró el gobierno del Consulado. Primero fue nombrado primer cónsul, en 1802 se proclamó cónsul vitalicio y en 1804 se autocoronó emperador de Francia. Él organizó exitosas campañas militares contra Rusia, España, Austria y Prusia. En 1814, los franceses fueron derrotados por los rusos y, en 1815, fue vencido definitivamente en Waterloo.
Durante el gobierno de Napoleón, las ideas y los principios que habían orientado a los revolucionarios de 1789 se fueron expandiendo por Europa. Por ejemplo, la separación de la Iglesia y el Estado. También se extendieron los derechos civiles a protestantes y judíos. Él creó un conjunto de leyes fundamental llamado: Código Civil o Código Napoleónico, que consagró la igualdad de todas las personas ante la ley y garantizó la propiedad privada.
Durante el gobierno de Bonaparte, las ideas y los principios que habían orientado a los revolucionarios de 1789 se fueron expandiendo por Europa:
Ante una ofensiva napoleónica, la mayor parte de España rechazó al nuevo gobierno impuesto. Los sectores dirigentes comenzaron a discutir quién debía asumir el gobierno. En cada una de las ciudades de España se fueron conformando juntas provisionales, integradas por notables locales, que declaraban que gobernarían en nombre del rey cautivo hasta tanto este regresara al trono. En 1808, el ejército organizado por la junta de la ciudad de Sevilla derrotó a los franceses en la batalla de Bailén. En 1810 se creó el Consejo de Regencia, con sede en Cádiz.
Ante la ofensiva napoleónica y la creación del Consejo de Regencia, cuya autoridad no fue reconocida en América, se impulsó la organización de gobiernos autónomos. La noticia de que la metrópoli ya no estaba gobernada por el rey español fortaleció el interés de grupos, que no gozaban de los privilegios del sistema comercial, en proclamar la autonomía de las colonias.
Se buscaba alcanzar la autonomía e incluso la independencia. Los criollos apoyaban la revolución. En 1810, los grupos dirigentes cuestionaban la autoridad de España. No querían aceptar el poder de Napoleón y deseaban tener el poder.
En los primeros años del siglo XIX (década de 1810) se produjeron importantes cambios políticos en Hispanoamérica:
En 1808, en la ciudad de La Paz, en la zona del Alto Perú, se produjeron varias revueltas que fueron sofocadas por tropas realistas enviadas desde Lima y Buenos Aires.
En 1810, los vecinos establecieron una junta provisional que asumió el poder en nombre de Fernando VII. En 1811, un congreso proclamó la independencia de Venezuela. Sin embargo, los grupos dirigentes criollos no lograron que la población rural apoyara el movimiento revolucionario. En 1815, fuerzas leales a la metrópoli vencieron a los independentistas.
En 1810 se creó una junta revolucionaria presidida por el virrey. Sin embargo, los criollos no alcanzaron un acuerdo y se dividieron en centralistas y federales. Esto fue aprovechado por los realistas, que vencieron a los revolucionarios en 1815.
Algunos criollos de gran poder económico y prestigio desconocieron la autoridad del virrey del Perú. En 1810, organizaron una junta de gobierno en la ciudad de Santiago. En 1814, los insurrectos fueron derrotados por los realistas en Rancagua. Algunos líderes revolucionarios fueron apresados y otros tuvieron que exiliarse.
En 1810, un sacerdote llamado Miguel Hidalgo encabezó una rebelión de campesinos indígenas contra el dominio colonial. Los insurrectos demandaron la libertad e independencia de la nación mexicana, la abolición de los tributos y la liberación de los esclavos.
A fines del siglo XVIII, el rey Carlos III realizó las Reformas Borbónicas. Carlos III era un déspota ilustrado que trataba de centralizar el poder. Expulsó a los jesuitas, estableció el Reglamento de Comercio Libre, cambió el sistema de flotas y galeones y abrió puertos para el comercio.
En 1806 y 1807, fuerzas militares inglesas ocuparon Buenos Aires. Estos hechos tuvieron importantes consecuencias económicas y políticas. La libertad de comercio fortaleció las críticas de los criollos al sistema monopólico y sus exigencias de libertad para comerciar.
1. Primera Invasión: El virrey Sobremonte huyó a Córdoba. El inglés Beresford quedó al frente del gobierno y decretó la libertad de comercio. Liniers organizó la defensa de Buenos Aires con habitantes de esta ciudad, surgiendo las milicias. El Cabildo le quitó al virrey el mando militar y político, nombrando virrey a Santiago de Liniers.
2. Segunda Invasión: Liniers y Álzaga, con las tropas, defendieron la ciudad y expulsaron a los ingleses. Las milicias eligieron democráticamente a sus jefes.
Durante la primera invasión, el Cabildo de Buenos Aires le quitó al virrey el mando militar y político, nombrando virrey a Santiago de Liniers. En 1809, Liniers fue reemplazado por un nuevo virrey, Baltasar Hidalgo de Cisneros, designado por la Junta Central de Sevilla.
La Revolución de Mayo fue impulsada por las postergaciones políticas y sociales de los criollos. Desde las Reformas Borbónicas, los altos cargos quedaron en manos de los españoles de alto nivel social. El comercio legal seguía en manos de los peninsulares y continuaba el monopolio.
Algunos vecinos solicitaron al virrey la convocatoria para el día 22 de mayo a un Cabildo Abierto, una asamblea integrada por todos los vecinos de la ciudad, para discutir si el virrey debía seguir en sus funciones. El 24 de mayo se conformó una junta presidida por el virrey y en la que los criollos eran minoría. Por ello, decidieron hacer otra junta. El 25 de mayo, el Cabildo designó una Junta Provisoria de Gobierno.
La Junta Provisoria de Gobierno, creada el 25 de mayo de 1810, representaba a grupos revolucionarios de Buenos Aires. Con el fin de obtener el reconocimiento de todos los pueblos del virreinato, el gobierno encontró una fuerte oposición en muchas ciudades del interior gobernadas por españoles y criollos.
Luego de la revolución, la junta de Buenos Aires tuvo muchas dificultades para organizar el gobierno. Además, en la junta se profundizó la división entre Saavedristas y Morenistas.
En 1810 se incorporaron los representantes de las ciudades del interior y se creó la Junta Grande. A principios de 1811, el alejamiento de Saavedra, al hacerse cargo del Ejército del Norte, cambió el equilibrio de fuerzas. Los dirigentes impulsaron la reunión de un nuevo Cabildo Abierto, que nombró un Primer Triunvirato (poder ejecutivo integrado por tres personas). El Triunvirato disolvió la Junta Grande y estableció un gobierno central.
En octubre de 1812, San Martín y otros presionaron al Cabildo, y este reemplazó al Primer Triunvirato por el Segundo Triunvirato. El Segundo Triunvirato convocó a los representantes del interior a una Asamblea General Constituyente, que dispuso la creación del Directorio.
No logró establecer una Constitución.
La Asamblea General Constituyente de 1813 alcanzó importantes avances legislativos:
La lucha contra los realistas y la guerra civil diezmaron la riqueza ganadera de varias regiones, por ejemplo, en Santa Fe y Entre Ríos, tanto por el consumo y los saqueos de los ejércitos como por las matanzas que hacían sus dueños para anticiparse y aprovechar los cueros. Los conflictos bélicos en los distintos frentes alteraron y afectaron el comercio interregional, al afectar no solo al abastecimiento de la población sino también a los ingresos de los sectores mercantiles. El tráfico entre el interior y Buenos Aires se interrumpió por el conflicto en el Litoral. Hasta 1817 se mantuvo cerrado el comercio con Chile y se perdió el Alto Perú.
Luego de la independencia, los conflictos en las Provincias Unidas se agravaron. En 1817, el Congreso se trasladó a Buenos Aires y en 1819 se dictó una Constitución unitaria, que establecía un gobierno centralizado que no reconocía las autonomías provinciales. La situación se hizo crítica: las provincias rechazaron la Constitución y, ante el intento de imponerla por la fuerza, los ejércitos de Santa Fe y Entre Ríos se enfrentaron con las tropas del Directorio, que perdieron. Luego, el gobierno central se disolvió.