Portada » Psicología y Sociología » Desarrollo de la Competencia Social: Comunicación, Emociones y Pensamiento Racional
Las destrezas sociales son conductas específicas que usamos las personas para relacionarnos con los demás. Estas habilidades se concretan en unos hábitos interiorizados que forman parte de la conducta habitual de una persona y que la capacitan para desenvolverse en cualquier contexto de interacción social.
Las destrezas son importantes tanto profesionalmente como en la vida relacional de la persona. La persona socialmente habilidosa suele vivir de una manera placentera la interacción con los demás, y enfrentarse a situaciones nuevas no les causa ninguna tensión negativa. Estas personas se sentirán valoradas y respetadas y se encontrarán bien consigo mismas.
Hay ciertos factores psicológicos de personalidad, simpatía, e incluso atractivo físico, que favorecen la competencia social de las personas. Sin embargo, no son los únicos ni quizás los más importantes, porque las habilidades sociales también se adquieren y se van modelando como producto de las vivencias y experiencias que dan los años, pero también mediante la educación y el aprendizaje.
Se denomina feedback o retroalimentación a la información de vuelta. Si no hay feedback, se trata simplemente de una comunicación unilateral. Para que esta se complete, la parte del receptor emitirá un mensaje de respuesta hacia la parte emisora, que recibirá información de regreso. En este punto se habrá producido un intercambio bilateral (ida y vuelta) de información.
Las personas vivimos las emociones de manera inconsciente y, por lo tanto, difícilmente controlable. Estas emociones están directamente relacionadas con los estímulos que se perciben tanto del exterior como del interior.
La Inteligencia Emocional es la capacidad para reconocer y manejar las propias emociones y las ajenas.
La capacidad para percibir y manejar las propias emociones:
Consiste en el reconocimiento y manejo de las emociones de las otras personas:
Las habilidades cognitivas son todas aquellas facultades que las personas ponen en funcionamiento para analizar y comprender la información recibida. Unas habilidades cognitivas basadas en un pensamiento racional y ajustado conllevan efectos beneficiosos sobre la competencia social. En cambio, si los pensamientos son desajustados, la persona mostrará mayores dificultades para relacionarse adecuada y productivamente con los demás.
Los pensamientos irracionales o distorsiones cognitivas son esquemas equivocados a la hora de interpretar los hechos que comportan una visión simplista o negativa y que influyen en el comportamiento de las personas.
Son estrategias de seguridad que las personas activan automática e inconscientemente para protegerse frente a acontecimientos o pensamientos que viven como amenazantes. Mediante estos mecanismos consiguen adaptar estos estados molestos a unos niveles más tolerables, con menor peligro para su equilibrio psicoemocional.
Los mecanismos de defensa son saludables y adaptativos si incluyen estrategias destinadas a conseguir una adaptación racional y adecuada, es decir, si ayudan al individuo a superar las situaciones adversas.
