Portada » Magisterio » Desafíos Docentes: Culpa, Individualismo y Enfoques de Investigación Educativa
La Culpa: Los maestros hablan de sí mismos en términos muy diferentes de los utilizados por muchos teóricos. Los sentimientos de culpa y la frustración pueden resultar en profundas alteraciones. Podemos distinguir dos tipos de culpa:
Persecutoria: Surge de hacer algo prohibido o de dejar de hacer lo que se espera de nosotros, lo que lleva a muchos profesores a completar el contenido establecido y a dejar de lado sus propios planteamientos e innovación.
Depresiva: Esta es cuando nos damos cuenta de que podemos dañar o desatender, lo que requiere nuestra atención. No satisfacen sus necesidades o no les prestan la suficiente atención, a veces por falta de tiempo, paciencia o por otras razones.
Las trampas de la culpa en la educación se manifiestan de cuatro formas específicas:
Atención a los más vulnerables: Compromiso con el cuidado y la educación. Esta es una característica importante de la culpa depresiva de los profesores, pero también una fuente importante de satisfacción en el trabajo. La atención debe ser equilibrada en términos sociales, morales e interpersonales, ya que, de no ser así, caemos en la ineficacia de las actitudes posesivas y la culpa.
La educación como proceso inacabable: Apertura e indefinición. La educación es una historia de nunca acabar; siempre hay más cuadernos que corregir, clases que preparar y atención que prestar. La educación se define en términos académicos, sociales y emocionales, lo que hace que el papel del profesor se difumine, dando lugar a la culpa.
Exigencias y la intensificación del trabajo. Estos son los dos determinantes principales de la culpa persecutoria, a medida que las demandas son mayores. La intensificación está dada por las numerosas innovaciones a las que tienen que adaptarse los maestros y la integración de alumnos con necesidades especiales que requieren planificación adicional. El tiempo que deben dedicar a las exigencias administrativas deja muy poco espacio para los momentos informales.
La apariencia de perfeccionismo: Perfeccionismo e incompetencia. La presión administrativa para corregir una práctica en particular hace difícil para los profesores poner en común su forma de trabajo e incluso plantear preguntas, por temor a que una práctica diferente se considere deficiente o por miedo a parecer poco profesionales. La ansiedad se da porque hay un cierto conocimiento técnico básico para la profesión docente, y esta ansiedad es mayor si la vida personal y profesional de los docentes está desequilibrada. Muchos profesores no trabajan rodeados de la confianza y el apoyo, de esta manera no pueden confiar sus dudas o problemas, viéndose obligados a mantener una apariencia de perfeccionismo. Paradójicamente, el perfeccionismo es en sí mismo un defecto que puede provocar a largo plazo actitudes cínicas o el abandono de la profesión.
Eliminar la burocracia para permitir más tiempo de preparación para la jornada laboral.
Lograr un equilibrio entre el cuidado y la educación.
Fomentar la colaboración entre colegas para integrar la vida personal y profesional de los docentes.
Concienciación sobre la falta de reconocimiento y recursos.
La culpabilidad es un problema público.
Todas las culturas tienen dos dimensiones importantes: el contenido (valores, actitudes, creencias, hábitos…) y la forma (cómo se relacionan y participan). Existen cuatro tipos principales de cultura: el individualismo, la colaboración, la colegialidad artificial y la balcanización.
Los profesores siguen enseñando solo tras las puertas de las aulas debido a la construcción arquitectónica de los colegios. Esto evita que se expongan a la crítica, pero también les impide colaborar con colegas para mejorar. Existen dos interpretaciones:
Falta de confianza: una función psicológica de los maestros.
Características del puesto de trabajo: El profesor debe estar con sus alumnos y el tiempo no es suficiente para colaborar con los demás, ¿cuánto tiempo se dedica a satisfacer las necesidades y exigencias del trabajo?
En ambas interpretaciones, el individualismo es una limitación y no un refuerzo. Existen diferentes tipos de individualismo:
Limitado: Cuando los profesores trabajan solos debido a limitaciones administrativas, como el hacinamiento, la complejidad de los horarios, la falta de espacio o incluso un estilo de gestión no participativo.
Estratégico: Es la forma utilizada por los profesores para afrontar los problemas cotidianos (por ejemplo, la necesidad de concentrarse en una tarea debido a la escasez de tiempo).
Elegido: La libre elección de trabajar solo o incluso cuando no hay opciones para trabajar colaborativamente con sus colegas. Este individualismo incluye tres temas relacionados entre sí: la atención personal, la individualidad y la soledad:
Cuidado Personal: La mayor satisfacción de los maestros de primaria deriva de su trabajo con los estudiantes y de servirles, pero a veces existe la preocupación de servir a niños con autonomía limitada que no pueden defenderse por sí mismos, lo que puede generar un sentido de propiedad, creyendo que deben atenderlos personalmente, y esto puede crear conflictos entre estudiantes y profesores.
Atributos: Es la capacidad de decisión, iniciativa y creatividad del maestro, que no debe confundirse con el individualismo.
Soledad: Muchos profesores necesitan un refugio en la soledad para reflexionar y prepararse.
La colaboración tiende a ser espontánea y voluntaria, flexible e impredecible, y los maestros trabajan para desarrollar sus propias iniciativas o se comprometen con iniciativas externas.
En cambio, la colegialidad artificial en las relaciones de trabajo se rige por una normativa administrativa, es obligatoria, inflexible, previsible y está estrechamente relacionada con la cooptación administrativa (que implica realizar un proyecto ya establecido por la administración, donde en la mayoría de los casos solo se requiere una adaptación). Hacemos uso de la colegialidad artificial en actividades como: las actividades extraescolares, los proyectos de centro (PCC), el reglamento interno, el plan de acción anual, la memoria del sistema tutorial y las actividades complementarias.
Según algunos estudios, se observa que:
Se utiliza el tiempo de preparación de los profesores para «despachar» tareas menores.
Las relaciones entre maestros se imponen oficialmente en lugares y momentos que no son realmente necesarios.
Se critica la falta de elección de compañeros tutores, ya que en algunos casos, las creencias incompatibles o enfoques muy diferentes a la educación pueden dificultar que dos profesores trabajen juntos.
Desde esta perspectiva, el currículo se concibe como una organización neutral y objetiva, que domina los medios adecuados y sabe utilizarlos para lograr los mejores resultados. El procedimiento hipotético-deductivo se esquematiza en seis pasos:
Recepción de los hechos.
Observación.
Registro y descripción de los hechos.
Los hechos se elevan a conceptos (comparación, abstracción…).
Las relaciones entre los conceptos se convierten en leyes.
Si se trabaja con un objetivo, se puede construir una teoría.
Modelo Presagio-Producto: Investiga y determina las variables dependientes (variables de producto) e independientes (variables de proceso). Por ejemplo, la influencia que puede tener la experiencia y competencia del profesor sobre el rendimiento académico del estudiante.
Modelo Proceso-Producto: Su objetivo es aumentar la eficacia de la enseñanza, el control de diferentes formas y determinar la manera más efectiva de enseñar a los maestros. El comportamiento del profesor es la variable independiente y los logros de los estudiantes son la variable dependiente, estableciéndose así una relación causal entre ellos. La observación se realiza directamente en el aula o a través de grabaciones audiovisuales.
Se centra en la comprensión de la reforma educativa a partir del significado de las personas involucradas y el estudio de sus creencias, intenciones, motivaciones y otras características que no se ven con el ojo desnudo. Su naturaleza es cualitativa y su realidad, subjetiva. Se ocupa de la interacción y las situaciones que tienen lugar en los procesos de enseñanza y aprendizaje, como la comunicación entre el profesor y los estudiantes.
No puede generalizarse a gran escala, las interpretaciones están condicionadas por la sociedad, persisten situaciones inexplicables cuando los individuos encubren o distorsionan el verdadero sentido de sus acciones, y mantiene la separación entre teoría y práctica, asumiendo que la práctica se modificará.
Modelo Centrado en el Profesor como Mediador: Ubicado en el área de la educación, trata de comprender el comportamiento de los profesores. Su principal preocupación son los procesos de pensamiento: recopilación, organización, interpretación y evaluación de la información. Las decisiones de los profesores se ven influidas por:
Las expectativas que el profesor tiene sobre el estudiante y el grupo.
Creencias, teorías y actitudes sobre la educación.
Tipos de instrucciones de trabajo.
Disponibilidad de materiales y estrategias.
Las dos tareas que el profesor realiza, como procesador e investigador, son:
Planificación: Diseño y provisión.
Conducta interactiva: Decisiones espontáneas que surgen del sentir y creer, sin suficiente reflexión.
Los problemas surgen cuando los juicios del profesor se ven empañados o son inconscientes.
Modelo Centrado en los Mediadores del Aprendizaje: Una perspectiva que asume que el estudiante no es un receptor pasivo de estímulos y que el conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino una construcción subjetiva genuina. Este método se centra en descubrir cómo el estudiante percibe las demandas de diferentes tareas, cómo participa y cómo utiliza los procedimientos mentales.
Se centra en el estudio de la persona y no del grupo, reducción psicologista, poca consideración por el contenido del currículo y las variables contextuales.
Modelo Integrador Mediacional: Cercano a las directrices anteriores. Propone tres tipos de investigaciones:
Análisis de las estrategias de procesamiento que el maestro utiliza para planificar, actuar y evaluar.
Análisis de las estrategias de procesamiento de la información que utiliza el estudiante.
Análisis de las relaciones bidireccionales en el aula.
Enfoque cognitivo y poca consideración de las variables contextuales.
Paradigma Ecológico: Busca comprender la vida en el aula como un intercambio sociocultural. Tiene cuatro características principales:
Naturista.
Va más allá de los procesos cognitivos.
Perspectiva sistémica.
Concibe el aula como un sistema social que posee multidimensionalidad, simultaneidad, inmediatez, imprevisibilidad e historia.
Existen dos modelos:
Modelo Contextual Sistémico de Tikunoff: Propone tres variables: la ubicación, la experiencia y la comunicación.
Modelo Ecológico de Doyle: Divide en dos subsistemas: las tareas de participación académica y social.
Surge en respuesta a la positivista e interpretativa. Concibe la enseñanza como una ciencia social que no es puramente empírica ni meramente interpretativa. Propone una teoría dialéctica del conocimiento, según la cual existen tres intereses de Habermas:
Técnico (positivista): Tiene por objeto satisfacer los intereses de la mano de obra, obedece a las necesidades físicas básicas (alimentación, vivienda).
Práctico (interpretativo): Busca satisfacer las preocupaciones relacionadas con la comunicación, la necesidad de entenderse mutuamente.
Emancipador (crítico): Busca liberarnos de dependencias ideológicas y dogmáticas, interesándose por la autonomía y la libertad.
Para un enfoque crítico, no es suficiente entender o interpretar la educación; su meta es transformarla. Además, todos los participantes (padres, administradores, estudiantes, profesores) deben comprometerse activamente, no ser meros receptores.
Habermas habla de tres roles diferentes para ayudar a los grupos sociales a tener en cuenta:
Desarrollo de teoremas críticos.
Reflexión para eliminar las barreras.
Organización de la acción política mediante la participación abierta y la toma de decisiones igualitaria.
Un currículo emancipador crítico tiende a la libertad en el nivel de conciencia y la práctica, a distribuir el poder de manera más equitativa, y a que los estudiantes tengan un papel activo.
El interés emancipatorio en la construcción del plan de estudios puede promoverse a través del proceso de investigación-acción:
Se presenta como una metodología de investigación cíclica orientada al cambio educativo. Está formada por una espiral autorreflexiva: Observación > Reflexión > Planificación > Acción.
La reflexión y la planificación pertenecen al ámbito del discurso, y la observación y la acción al ámbito de la práctica.
Los dos objetivos son: mejorar la comprensión de la práctica de los profesores y, por ende, la práctica misma; y que todos los participantes interesados intervengan activamente en el proceso.
Las condiciones mínimas son: que exista una susceptibilidad a la mejora, que se realice el ciclo de observación, reflexión, planificación y acción, y que haya una participación cooperativa de todos los responsables.
Dieciséis conceptos clave de la investigación-acción:
Mayor comprensión de lo humano.
Preocupación por mejorar la calidad de la acción humana y la práctica.
El interés se centra en los problemas inmediatos de los profesionales.
Colaborativa.
Contextualizada.
Naturaleza participativa.
Enfoque en el caso o la unidad individual.
No busca el control de las variables de entorno.
Los problemas, objetivos y metodología pueden cambiar.
Evaluación reflexiva.
Innovadora.
Carácter científico.
Vitalidad y posibilidad de compartir.
Basada en la naturaleza del diálogo.
Crítica.
Emancipadora.
Para que los profesores lleven a cabo investigación, es necesario que cuenten con una base sólida y que adopten medidas acordes con los resultados. Las limitaciones que enfrentan son: falta de tiempo, falta de recursos, falta de habilidades en investigación y aspectos de organización escolar. Parte de la solución es económica, ya que dar a los maestros más tiempo para trabajar en la investigación-acción implica más recursos.
El método de enseñanza busca desarrollar un conocimiento científico de la enseñanza, pero se enfrenta a dos problemas:
El problema de los efectos: La enseñanza puede verse desviada de su propósito por la priorización de ciertos objetivos, y las razones deben ser examinadas de forma racional, dando prioridad a las acciones. El objetivo último de la educación es promover el desarrollo de los recursos humanos. Las diferencias en este nivel se dan entre quienes piensan que la educación es un proceso exógeno y quienes piensan que es endógeno. Es necesario diferenciar entre los propósitos externos e impuestos. Si no hay empatía entre el Estado y los maestros, ninguna reforma se convertirá en realidad. Un objetivo más específico es el derecho de todos a la educación, que a través de la escolarización obligatoria hace posible la reproducción de la cultura disponible.
El componente práctico: Las acciones pasadas guían el futuro, de modo que cada experiencia no parte de cero. Las acciones son imitables y se transmiten, generando una intersubjetividad, una cultura escolar común. La educación no es solo la reproducción de la tradición, ya que puede ser revisada y recreada con nuevas aportaciones y críticas. Los tiempos y los profesores cambian. La práctica educativa, que involucra a estudiantes, profesores, programas de estudios, recursos y contexto, está mediada por la cultura institucional, que a su vez está influenciada por la política educativa, la organización de la institución, la cultura de los profesores y su desarrollo personal.