Portada » Economía » Conceptos Esenciales de Financiación y Contabilidad para Emprendedores
La aportación de los emprendedores y socios temporales debe constituir entre el 40% y el 50% del capital necesario para iniciar la actividad.
Se refiere a todo recurso material que la empresa necesite o que vaya a permanecer en ella por un periodo superior a un año.
Es la capacidad de disponer de dinero en efectivo o en cuentas bancarias para hacer frente a los gastos y obligaciones a corto plazo en un momento dado.
El préstamo está destinado a financiar cualquier elemento de inversión.
El crédito es una forma de financiación más flexible que permite acceder a la cantidad prestada según las necesidades de cada momento.
Se calcula sumando las necesidades históricas de tesorería más un 10% adicional (margen de seguridad para evitar quedarse corto).
Para enriquecer el capital propio (patrimonio neto) de la empresa, se destina una parte de los beneficios obtenidos a reservas. Esto implica que no todo el beneficio se reparte entre los socios o emprendedores, sino que una porción se retiene para fortalecer la estructura financiera de la empresa.
La contabilidad es una herramienta imprescindible para el emprendedor que quiera conocer información económica de la marcha de su empresa. Es el sistema de control y registro de los gastos, ingresos y demás operaciones económicas que se realizan en un negocio, empresa o entidad.
Posee una utilidad interna, lo que significa que facilita un mejor funcionamiento de la actividad empresarial.
El Código de Comercio establece la obligatoriedad de llevar dos libros contables principales:
Es importante recordar que todos los libros y documentos contables deben ser conservados durante, al menos, cuatro ejercicios fiscales a efectos tributarios (para posibles inspecciones de la Agencia Tributaria). Además, a efectos mercantiles, la obligación de conservación se extiende a seis años.
El balance de situación es uno de los documentos fundamentales de las cuentas anuales. Informa sobre la composición y valoración, en términos monetarios, de la situación patrimonial de la empresa en un momento dado. En esencia, el balance expresa la riqueza y la estructura financiera que posee la empresa en un instante específico.
El patrimonio de una empresa se compone del conjunto de bienes, derechos y obligaciones que posee.
Un principio fundamental del balance es que sus dos masas patrimoniales (activo y patrimonio neto + pasivo) deben estar en equilibrio.
Este equilibrio se manifiesta en la ecuación fundamental: Activo = Patrimonio Neto + Pasivo.
Es la suma del valor económico de los bienes y derechos que la empresa posee.
Representa el dinero que la empresa no tiene que devolver a terceros, es decir, los fondos propios.
Son las obligaciones o deudas que la empresa tiene con terceros.
Es el documento contable que informa del resultado económico de la gestión de la empresa, derivado de sus operaciones ordinarias (ingresos y gastos) realizadas de forma continuada, y del cual se obtiene un beneficio o una pérdida.
Ingresos – Gastos = Resultado (Beneficio o Pérdida)
El resultado puede ser positivo (beneficio), si los ingresos son mayores que los gastos.
O negativo (pérdida), si los gastos son mayores que los ingresos.
El resultado de la cuenta de pérdidas y ganancias se desglosa principalmente en dos componentes:
Es una herramienta de gestión empresarial fundamental que permite prever y controlar los flujos de efectivo, ayudando a identificar posibles situaciones de falta de liquidez.
Al prever posibles situaciones de falta de liquidez, la empresa dispone de tiempo para buscar las fuentes de financiación más adecuadas y económicas para hacerles frente.
La solvencia es la capacidad de una empresa para hacer frente a todas sus obligaciones de pago, tanto a corto como a largo plazo.
Para analizar la solvencia de una entidad, se utiliza el ratio de solvencia, calculado como: Activo Total / Pasivo Total. Un valor óptimo para este ratio se sitúa generalmente entre 1.5 y 2, indicando una buena capacidad de la empresa para afrontar sus deudas.
Mide la capacidad de la empresa para hacer frente a sus gastos y deudas a corto plazo con sus activos más líquidos.
Se calcula relacionando el Activo Corriente con el Pasivo Corriente: Activo Corriente / Pasivo Corriente. Un ratio de liquidez adecuado se encuentra habitualmente entre 1.5 y 2.
Este ratio informa sobre la proporción de deudas que la empresa tiene en relación con sus recursos propios y ajenos.
Se calcula relacionando el Pasivo Total con el Patrimonio Neto + Pasivo Total (o Activo Total): Pasivo Total / (Patrimonio Neto + Pasivo Total).
Es aconsejable que el ratio de endeudamiento se mantenga por debajo del 0.60 (60%), para asegurar una estructura financiera equilibrada.
El empresario individual es una persona física que realiza de forma habitual, personal, directa y por cuenta propia una actividad económica o profesional con ánimo de lucro, asumiendo el riesgo y ventura de la misma, con o sin trabajadores a su cargo.
Un empresario individual suele considerar la transformación a una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL) cuando su volumen de negocio o beneficios es elevado. Esto se debe a que la tributación a través del Impuesto sobre Sociedades (aplicable a las SL) puede resultar más ventajosa que la tributación por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para el empresario individual, especialmente cuando los tipos marginales del IRPF alcanzan porcentajes significativos (por ejemplo, superando el 25% o 45% en tramos altos).