Portada » Lengua y literatura » Conceptos Clave y Ejemplos en la Interpretación Literaria
La literatura, como un uso particular del lenguaje, se trata de una búsqueda específica que realizan los lectores de ese uso del lenguaje.
“Leer algo como literatura es considerarlo como un discurso que se relaciona y que cobra sentido en relación con otros.”
Cuando establecemos relaciones entre diversos textos y construimos una especie de constelación a partir de nuestro saber y de lo que propone el texto.
Un ejemplo es la expresión “horriblemente buena”. La palabra “horrible” asociada a la “bondad” era una innovación digna de elogio, que rompía con lo esperado.
Un acuerdo implícito entre el texto y el lector, en el que este acepta las estrategias que el mundo posible despliega, según Eliseo Verón.
Establecer un vínculo con el pasado y el presente, entre el sentido canónico del texto y el sentido que adquiere para nosotros. La comprensión es la síntesis activa de los horizontes.
Los paratextos, como las ilustraciones en acuarela y el primer texto en la guarda, nos sugieren, antes de que leamos el libro, que tiene relación con el mar. El título y lo que lo acompaña vienen en unas maderas que son arrastradas y dejadas en la orilla. Por lo tanto, nos indica que tiene relación con el mar. También el encuadre de las imágenes nos orienta y nos influye a sentirnos como si estuviéramos viendo fotos (lo cual el texto busca demostrar).
Al iniciar la lectura del texto, uno podría decir que es un libro ilustrado y que las ilustraciones sirven como adición a lo que se está relatando. Pero, al final, una ilustración cambia toda la perspectiva del cuento: la imagen del niño solo jugando con sus cartas. Por ello, considero que la relación es una colaboración, y por lo tanto, sería un libro álbum.
La tradición oral, más que la hermana, fue la madre de la literatura juvenil. Muchos de los cuentos clásicos y tradicionales que hoy podemos disfrutar de su lectura existen porque una persona coleccionó y fue escribiendo historias que se escuchaban, que se relataban oralmente y se iban transmitiendo de generación en generación. Si bien es cierto que pueden haber cambiado un poco debido a las épocas (a veces los cuentos eran muy crudos para hoy en día, etc.), en esencia, todos estos relatos literarios fueron extraídos e inspirados por historias que se transmitían oralmente.
El paratexto visual, como el salto de la rana, nos permite imaginar al niño suplicándole a la madre por una rana y, al mismo tiempo, la ilustración nos muestra cómo la rana avanza a ese mismo ritmo. Todo el principio se desarrolla en un mismo plano, que sería el plano entero donde solo se enfoca la rana. Pero, a medida que avanza el texto, se observa cómo la “cámara” se va alejando y el plano se empieza a ampliar, hasta llegar a un plano general, como cuando se ve la rana fuera de la casa o en la habitación del niño. Se puede apreciar que no tiene encuadres definidos, dando un efecto de libertad a la rana, que puede pasearse por todo el libro libremente.
El predominio de los tonos grises y apagados para ambientar la preocupación y la tristeza; el rojo para simbolizar las personalidades dominantes y el amor; la luz y los diferentes tonos de verde para representar la alegría y vitalidad de Mancha.
[Contenido original no especifica, se mantiene como está]
El paisaje cambia en función del estado de ánimo de los protagonistas. Así, la luz y el color que rodea la casa de Carlos y su madre en el paseo hacia el parque se transforman en gris a la vuelta, marcado por la preocupación y la rabia de la madre ante esas “indeseables” amistades. El proceso inverso ocurre con Mancha y su padre. Salen de casa, el padre está preocupado, no tiene trabajo y el paisaje es oscuro y triste. Cuando regresan a casa, Mancha le anima contagiándole su alegría. Aparecen el color y las estrellas marcando este cambio de ánimo.
Sí, es un libro álbum porque hay una colaboración intrínseca entre la imagen y el texto. Por ejemplo, en esas caminatas donde la madre de Carlos dice “gente andrajosa”, podemos ver en la imagen que había visto al padre de Mancha leyendo un diario, con un poste como separación espacial, lo que enfatiza la distancia social. La combinación de los niños jugando (y los perros jugando) con las ilustraciones y el texto nos permite ver que Carlos está feliz (trepando el árbol).
Se presenta un complejo entramado donde convergen cuatro voces, cuatro puntos de vista distintos de un mismo hecho. A través de la visión de los cuatro protagonistas –Carlos y su madre, y Mancha y su padre–, el lector podrá observar y aprender que, en la literatura como en la vida, todo depende del color con el que se mire.