Portada » Psicología y Sociología » Comprendiendo la Salud Mental: Conceptos Clave y Trastornos Psicológicos
Síntoma: Indicio o signo de alerta de que una patología puede darse o de que existe un riesgo de padecerla.
Enfermedad: Alteración leve o grave del funcionamiento normal de un organismo o de alguna de sus partes debida a una causa interna o externa.
Síndrome: Conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de una enfermedad o de un cuadro patológico determinado provocado, en ocasiones, por la concurrencia de más de una enfermedad.
Trastorno: Descripción de una serie de síntomas, acciones o comportamientos. Suele estar asociado a patologías o desórdenes relacionados con patologías mentales. No son debidos a enfermedad orgánica o consumo de sustancias.
Al estudio de la conducta anormal se aproximan disciplinas muy diversas como, por ejemplo, la medicina, la psicología, la sociología o el derecho, entre otras. Se identifica con:
Estos trastornos engloban diversas afecciones, tales como:
La ansiedad se define como una sensación de miedo, inquietud, tensión, taquicardia y dificultad respiratoria, que puede no estar asociada a ningún estímulo aparente. Así, se habla de trastorno de ansiedad para referirse a ciertas patologías en las que el paciente experimenta un gran miedo aunque no haya una razón para ello.
Los trastornos de la personalidad son un grupo de afecciones mentales en las cuales una persona tiene un patrón prolongado de comportamientos, emociones y pensamientos que es muy diferente a las expectativas de su cultura. Estos comportamientos interfieren con la capacidad de la persona en las relaciones interpersonales, el trabajo y otros contextos.
La psicosis es un término genérico utilizado en psiquiatría y psicología para referirse a un estado mental descrito como una escisión o pérdida de contacto con la realidad. A las personas que lo padecen se las denomina psicóticas. La psicosis es un término genérico utilizado en psiquiatría y psicología para referirse a un estado mental descrito como una escisión o pérdida de contacto con la realidad. A las personas que lo padecen se las denomina psicóticas.
Las personas afectadas de esquizofrenia pueden presentar una grave distorsión en el pensamiento, la percepción y las emociones; manifiestan pérdida de contacto con la realidad y experimentan alucinaciones (fenómeno en el que las personas escuchan y/o sienten cosas que los otros no escuchan ni sienten).
Hay estudios que indican que niveles anormales de determinados componentes químicos en el cerebro (neurotransmisores) predisponen a algunas personas a sufrir ansiedad, perfeccionismo, pensamientos y comportamientos obsesivos y compulsivos.
Las personas con trastornos alimentarios tienden a tener expectativas no realistas de ellos mismos y de las demás personas. A pesar de ser exitosos, se sienten incapaces, ineptos, defectuosos, etc. No tienen sentido de identidad. Por eso, tratan de tomar control de su vida y muchas veces se enfocan en la apariencia física para obtener ese control.
Personas con familias sobreprotectoras o disfuncionales, inflexibles e ineficaces para resolver problemas, tienden a desarrollar estos trastornos. Muchas veces no muestran sus sentimientos y tienen grandes expectativas de éxito. Los niños aprenden a ocultar sus sentimientos, desarrollan miedo, inseguridad, dudas, etc., y toman el control por medio del peso y la comida.
Influencia de los medios de comunicación.
Típicamente involucra a los compañeros, se hace para uso recreativo; el consumidor puede disfrutar del hecho de desafiar a los padres u otras figuras de autoridad.
El consumidor falta cada vez más al colegio o al trabajo; le preocupa perder la fuente de droga; utiliza las drogas para «remediar» sentimientos negativos; empieza a apartarse de los amigos y la familia; puede cambiar los amigos por aquellos que son consumidores regulares; muestra aumento de la tolerancia y capacidad para «manejar» la droga.
El consumidor pierde cualquier motivación; no le importa el colegio ni el trabajo; tiene cambios de comportamiento obvios. Pensar acerca del consumo de drogas es más importante que todos los otros intereses, incluso las relaciones interpersonales. El consumidor se torna reservado; puede comenzar a vender drogas para ayudarse a sostener el hábito. El consumo de otras drogas más fuertes puede aumentar; se pueden incrementar los problemas legales.
No puede enfrentar la vida diaria sin las drogas; niega el problema. El estado físico empeora; pierde el «control» sobre el consumo. Puede volverse suicida; los problemas financieros y legales empeoran. Puede haber roto los lazos con los miembros de la familia o los amigos.