Portada » Psicología y Sociología » Clasificación y Estrategias de Intervención en Discapacidades y Trastornos del Neurodesarrollo
La discapacidad visual se refiere a la pérdida parcial o total de la visión que afecta la capacidad para realizar actividades cotidianas.
Uso de bastón blanco, lectura en braille, programas de lector de pantalla, apoyo de orientadores o terapeutas visuales.
Favorecer el uso funcional de la visión mediante estrategias visuales y el uso de ayudas ópticas en actividades escolares y de autocuidado.
Objetivo: Desarrollar habilidades compensatorias (tacto, audición y orientación espacial) para aumentar la autonomía en la movilidad y las actividades diarias.
La discapacidad auditiva afecta la capacidad para percibir sonidos. Puede variar desde una leve pérdida hasta la sordera profunda.
Audífonos, implante coclear, lenguaje de señas, lectura labial, intérpretes o material visual de apoyo.
Potenciar la comprensión y comunicación oral mediante el uso de apoyos auditivos, lectura labial y estrategias visuales en el entorno escolar.
Favorecer la comunicación y participación social a través del aprendizaje y uso del lenguaje de señas y apoyos visuales en las actividades diarias.
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento.
Ejemplo: Un niño con TEA puede tener gran interés por los trenes y hablar mucho sobre ellos, pero le cuesta jugar con sus compañeros o comprender bromas.
Favorecer la interacción social y la flexibilidad en las rutinas mediante actividades estructuradas y apoyos visuales.
Promover la comunicación funcional y la participación en actividades grupales con apoyo constante y adaptaciones sensoriales.
Potenciar la respuesta a estímulos básicos y la expresión de necesidades mediante sistemas alternativos o aumentativos de comunicación.
Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la capacidad de mantener la atención, controlar los impulsos o regular la actividad motora.
Ejemplo: Un estudiante con TDAH puede saber la respuesta correcta, pero interrumpe constantemente o se levanta de su asiento con frecuencia.
Rutinas claras, instrucciones visuales, pausas activas, refuerzos positivos y colaboración familia-escuela.
Mejorar la atención sostenida y la organización en tareas escolares mediante rutinas estructuradas y apoyos visuales.
Favorecer el autocontrol y la autorregulación conductual mediante actividades que canalicen la energía y promuevan la concentración progresiva.
Son alteraciones emocionales caracterizadas por miedo, preocupación o tensión excesiva que interfieren en la vida diaria.
Ejemplo: Una persona con ansiedad social puede evitar hablar en público o asistir a reuniones escolares por miedo al juicio ajeno.
Favorecer la autorregulación emocional mediante técnicas de respiración, relajación y actividades que refuercen la seguridad personal.
Facilitar la adaptación a contextos escolares y sociales mediante rutinas graduales y estrategias que fortalezcan la autonomía y el vínculo de confianza.
Promover la participación en actividades grupales mediante experiencias progresivas de exposición y refuerzo positivo en interacciones sociales.
Favorecer la tolerancia a entornos abiertos o desconocidos mediante exposición controlada y acompañamiento terapéutico en espacios seguros.
Disminuir la respuesta de miedo ante estímulos concretos mediante técnicas de afrontamiento y desensibilización gradual adaptadas a la edad.
Son patrones persistentes de pensamiento, comportamiento y emociones que se apartan de lo esperado socialmente y dificultan la convivencia.
Potenciar la participación social y el interés en actividades compartidas mediante estrategias motivacionales y entornos seguros.
Favorecer la confianza interpersonal y la cooperación mediante dinámicas de trabajo en pareja y comunicación asertiva.
Promover la integración social y la coherencia en el pensamiento y la comunicación mediante actividades estructuradas y apoyo en la interacción social.
Favorecer la regulación emocional y la expresión adecuada de sentimientos mediante actividades creativas y estrategias de autocontrol.
Promover la empatía y el cumplimiento de normas sociales mediante juegos cooperativos y refuerzo de conductas prosociales.
Favorecer la empatía y el reconocimiento de las capacidades de los demás mediante actividades colaborativas y reflexivas.
Canalizar la necesidad de atención a través de actividades artísticas o expresivas que promuevan la autenticidad y la autorregulación emocional.
Fortalecer la autoestima y la interacción social mediante experiencias grupales seguras y progresivas.
Fomentar la autonomía y la toma de decisiones personales a través de actividades guiadas con apoyo gradual.
Promover la flexibilidad y la tolerancia a la frustración mediante actividades que impliquen cambios o improvisación.