Portada » Arte » Arquitectura Románica en Inglaterra y Alemania: Estilos, Obras Maestras y Características
El Románico fue introducido en Inglaterra como consecuencia directa de la conquista normanda en la segunda mitad del siglo XI. Desde el punto de vista artístico, puede considerarse una prolongación de la escuela normanda continental. Las naves son característicamente muy largas, con cruceros muy pronunciados. En el tramo central del crucero, se observa un cuadrado con proporciones de torre.
Las principales características del Románico anglonormando se pueden resumir en:
El obispo Guillermo comenzó la construcción de la Catedral de Durham el 29 de julio de 1093, y no fue finalizada hasta 1133.
Otro punto destacable es el uso del zigzagueado como elemento decorativo, que se extenderá por el Románico inglés y se trasvasará al continente, llegando incluso a tierras españolas más tarde (Asturias, Segovia, Cuenca, etc.).
La Catedral de Ely es contemporánea de la de Durham, pero sigue un esquema más simplificado al no estar abovedada.
Durante el siglo XII, los cistercienses construyeron sus memorables abadías en los verdes valles ingleses, como las de Fountains, Rievaulx y Jervaux, en Yorkshire. Estas abadías constituyen hoy en día uno de los conjuntos de monumentos en ruinas más fascinantes de Europa.
Además de las grandes catedrales y abadías cistercienses vistas hasta ahora, hay una serie de monumentos románicos singulares e interesantes en Inglaterra que debemos citar.
Por ejemplo, las exóticas iglesias de planta circular construidas por los templarios, como la preciosa Round Church o Iglesia del Santo Sepulcro de Cambridge.
También citamos una serie de iglesias donde las arquivoltas de ventanales y puertas adoptan un resalte de dientes de sierra continuos hasta la base.
La Iglesia de Iffley es un buen ejemplo y la mencionamos expresamente porque, a miles de kilómetros, en el Románico rural español de Segovia (Sotosalbos, San Pedro de Gaíllos, etc.) hay iglesias que adoptaron exactamente esta decoración de origen anglonormando, lo que demuestra que, a pesar de las variedades regionales del Románico, es un estilo muy homogéneo e interrelacionado entre sí.
La arquitectura románico-otónida es heredera de la carolingia y de ella recibe algunas de sus más importantes y diferenciadoras características.
En el Románico alemán, la característica más destacada es el empleo del ábside, no solo en el testero, sino también a los pies de la nave central. También es característica la construcción de torres cilíndricas pareadas a los pies y en el testero, además del empleo de la bóveda de aristas tanto en la nave central como en las laterales. En la región renana, por influencia lombarda, se decoran los exteriores con arquillos ciegos, fajas verticales y galerías de arcos.
Los edificios suelen superar ampliamente los 100 metros de longitud. Por ejemplo, la Catedral de Spira se considera el mayor templo románico conservado de la Cristiandad, con sus 133 metros de longitud.
Las portadas no adquieren importancia ni resalte, y los capiteles suelen ser cúbicos o levemente esbozados, pero en general son carentes de escultura, por lo que esta se aplica a la orfebrería.
Otra característica de este arte en Alemania es la altura de las naves, que, unido al numeroso repertorio de torres prismáticas o cilíndricas (dos en la fachada, dos flanqueando el ábside más la linterna o cimborrio octogonal), generan una acusadísima impresión de verticalidad, alejada radicalmente del tópico de la horizontalidad románica. Un buen ejemplo primitivo y que se puede considerar «prototipo» del románico-otónido es San Miguel de Hildesheim.
Catedral de Spira
La magnificencia del Románico otónido se puede presenciar en la Catedral de Spira. Esta ciudad renana tuvo gran importancia durante el Sacro Imperio, siendo sede de 50 asambleas imperiales. Su catedral se construyó entre 1030 y 1060, pero fue muy remodelada a finales de ese siglo, entre 1080 y 1106, incluyendo el reforzamiento de los pilares interiores mediante semicolumnas para poder abovedarla completamente.
La antigua catedral otoniana de Maguncia debió ser reconstruida tras un incendio sufrido en 1081, reaprovechando partes antiguas. Las obras de reconstrucción se desarrollaron en las cuatro primeras décadas del siglo XII. En pleno siglo XIII se añadió el cuerpo occidental compuesto por un gran transepto, una cabecera triconque y una torre con partes de diferentes siglos posteriores (Gótico y Barroco).
Abadía benedictina de Maria Laach
Hacia el año 1171 comenzó la construcción de la imponente catedral en la ciudad renana de Worms. La planta presenta tres naves y un amplio transepto en cuyo centro se levanta una gran cúpula. Tras el transepto encontramos un coro cuadrado que culmina en un ábside semicircular flanqueado por torres circulares.
La Abadía benedictina de Maria Laach, junto a los lagos volcánicos de Eifel, es una preciosa iglesia, de las más armónicas de Alemania.
Fue fundada en 1093 y es conocida por la perfección y equilibrio arquitectónico de su cuerpo occidental.
Catedral de Maguncia y Catedral de Worms
