¿Qué es la Apicogénesis?

La apicogénesis es un procedimiento endodóntico conservador en dientes permanentes jóvenes con pulpa vital y ápices abiertos. Su objetivo es estimular la formación y maduración radicular, permitiendo el desarrollo completo del diente. Mantener la vitalidad pulpar favorece la formación de dentina terciaria y el engrosamiento de las paredes radiculares, reduciendo el riesgo de fractura. El éxito del tratamiento depende de la capacidad regenerativa de la pulpa, evitando intervenciones más invasivas como la apicoformación o la endodoncia convencional.

Conclusión

La apicogénesis es un procedimiento esencial en odontología pediátrica y endodoncia, ya que permite la conservación de la vitalidad pulpar y la formación completa de la raíz en dientes inmaduros. Su éxito depende de un diagnóstico preciso, el uso adecuado de materiales bioactivos y un seguimiento clínico riguroso.

Materiales Utilizados en la Apicogénesis

El éxito del procedimiento de apicogénesis depende en gran medida de los materiales utilizados, los cuales deben ser biocompatibles, inducir la formación de dentina terciaria y permitir la cicatrización del tejido pulpar.

Materiales Bioactivos para la Protección Pulpar

• Hidróxido de calcio (Ca(OH)₂): Es uno de los materiales más utilizados en apicogénesis debido a su capacidad de inducir la formación de una barrera de dentina reparativa. Tiene propiedades antibacterianas debido a su alta alcalinidad (pH ~12), lo que favorece la remineralización del tejido dentinario.
• MTA (Mineral Trioxide Aggregate): Es un material biocerámico ampliamente utilizado debido a su biocompatibilidad, capacidad de sellado y su acción inductora sobre la dentina y el cemento. Tiene la desventaja de un alto costo y un tiempo de fraguado relativamente largo.
• Biodentine: Es una alternativa más moderna al MTA con tiempos de fraguado más cortos y mejores propiedades mecánicas. También favorece la formación de dentina terciaria y presenta una excelente biocompatibilidad.

Soluciones Antisépticas y Hemostáticas

• Hipoclorito de sodio (NaOCl) al 2.5%-5%: Se utiliza para irrigación y control de infecciones, ya que posee un alto poder antimicrobiano y disuelve el tejido necrótico.
• Clorhexidina al 0.12%-2%: Se emplea como alternativa al hipoclorito de sodio en casos donde se busca evitar su toxicidad sobre el tejido pulpar.

Restauraciones Provisionales y Definitivas

• Ionómero de vidrio: Se emplea como base intermedia debido a su capacidad de adhesión a la dentina y liberación de flúor.
• Resinas compuestas: Se utilizan para la restauración final del diente, proporcionando resistencia estructural y estética adecuada.

Indicaciones y Contraindicaciones de la Apicogénesis

La apicogénesis está indicada en casos específicos donde la vitalidad pulpar aún puede ser conservada y se espera un desarrollo radicular completo.

Indicaciones Principales

• Dientes permanentes jóvenes con ápices abiertos y pulpa vital.
• Casos de caries profundas o trauma dental sin signos de necrosis pulpar.
• Dientes con exposición pulpar por caries o fractura que responden positivamente a pruebas de sensibilidad.
• Pacientes pediátricos o adolescentes en los que se busca preservar la integridad del diente a largo plazo.

Contraindicaciones

• Dientes con necrosis pulpar o abscesos apicales.
• Presencia de reabsorción radicular externa severa.
• Fracturas radiculares extensas que comprometan la viabilidad del diente.

Protocolo Clínico de la Apicogénesis

El protocolo de apicogénesis varía según la técnica y los materiales utilizados, pero en general sigue los siguientes pasos:

1. Diagnóstico y Evaluación

• Realización de una historia clínica detallada para evaluar antecedentes de trauma o caries profunda.
• Examen clínico y pruebas de sensibilidad pulpar (frío, calor, estímulos eléctricos).
• Radiografía periapical para evaluar el estado del ápice y la formación radicular.

2. Aislamiento y Acceso

• Aislamiento absoluto con dique de goma para evitar contaminación bacteriana.
• Apertura cameral con una fresa de diamante para exponer la pulpa sin dañar las paredes radiculares.

3. Control de la Hemorragia y Protección Pulpar

• Lavado con hipoclorito de sodio al 2.5% o suero fisiológico estéril.
• Control de la hemorragia con algodón humedecido en solución salina o clorhexidina.
• Aplicación del material bioactivo seleccionado (MTA, Biodentine o hidróxido de calcio) sobre la pulpa expuesta.

4. Sellado y Restauración

• Colocación de una base de ionómero de vidrio para protección.
• Restauración definitiva con resina compuesta para sellado hermético.

Seguimiento y Control

• Radiografías de control a los 3, 6 y 12 meses para evaluar la formación radicular.
• Monitoreo clínico periódico para verificar la vitalidad pulpar.
• Si hay signos de necrosis pulpar, considerar el cambio de tratamiento a apicoformación o endodoncia.