Portada » Lengua y literatura » Albert Einstein: Pensamiento, Identidad Judía y Sionismo
Albert Einstein nació en Alemania en 1879. Durante su juventud, llevó una vida juvenil, aunque no le agradaba que sus padres le impusieran el kashrut. A los 12 años, comenzó a interesarse profundamente por la ciencia, lo que lo llevó a distanciarse de la religión y a descreer de algunas historias de la Torá.
Su relación con el pueblo judío fue el vínculo humano más fuerte que estableció. Afirmaba que la conexión con sus amigos judíos era diferente de la que tenía con sus amigos no judíos. Identificó dos rasgos comunes y distintivos entre los judíos:
Einstein no creía en un Dios personal que se preocupara por las acciones humanas. Aunque no compartía las creencias del judaísmo ortodoxo, sentía una profunda afinidad cultural y emocional con el pueblo judío.
Inicialmente, se opuso a la idea de un Estado judío. Sin embargo, fue invitado a convertirse en presidente de Israel. Respondió con una carta al primer ministro, expresando que se sentía profundamente conmovido por la invitación, pero que no se sentía preparado para asumir tal responsabilidad y, por ello, se sentía decepcionado.
Su punto de vista acerca de lo que significaba ser judío lo formó a partir de cómo se percibía a sí mismo. Aunque Einstein rechazaba el nacionalismo, su experiencia con el antisemitismo y su testimonio frente a los ataques lo convencieron de que los judíos necesitaban un país propio.
Sostenía que era cosmopolita, pero que el nacionalismo era una necesidad en ciertos contextos. Einstein rechazó su nacionalidad alemana y, al mismo tiempo, su adhesión a una religión. A los 17 años, renunció a la ciudadanía alemana. En los papeles de renuncia, en el apartado donde debía indicar su religión, escribió «ninguna». Años más tarde, en Praga, se le obligó a declarar una religión y escribió «mosaica».
Cuando los nazis ascendieron al poder y comenzaron a expandirse, Einstein pudo dar por sentado que el proyecto sionista era una forma de supervivencia para el pueblo judío. En 1921, comenzó a recaudar fondos para la Organización Sionista Mundial y la Universidad Hebrea, instituciones que, según su visión, se dedicarían a la búsqueda de valores judíos como la justicia y la dignidad humana.
Para Einstein, la solución para el Estado Judío era un estado binacional. Sostenía que si los judíos no habían aprendido a coexistir pacíficamente con los árabes, no habrían aprendido nada en todos los años de sufrimiento.