Portada » Psicología y Sociología » Adquisición de Lenguas en Educación Infantil: Teorías y Factores Clave
Esta primera unidad didáctica es una aproximación a aquellos aspectos más teóricos de la adquisición de una segunda lengua, que afectan a la toma de decisiones que el profesor lleve a cabo con un grupo de alumnos dentro del entorno del aula.
Es necesario comenzar por contextualizar brevemente la educación infantil y las lenguas extranjeras para avanzar hacia las características (motoras, lingüísticas y afectivo-sociales) más destacadas que los niños presentan durante esta etapa.
Posteriormente, se citarán los principales pasos en el aprendizaje de la primera lengua o lengua materna con la intención de poder compararla con los aspectos más relevantes en la adquisición de una segunda lengua. Además de este acercamiento descriptivo, se expondrá la teoría más influyente en cuanto a la adquisición de segundas lenguas: S. Krashen y sus cinco hipótesis.
Finalmente, se presentarán los factores que afectan en especial al aprendizaje de segundas lenguas junto con el tratamiento, de forma resumida, de aquellos elementos que tienen un mayor protagonismo a la hora de elaborar una programación didáctica.
El marco legal habilita y dispone que el aprendizaje de una lengua extranjera en los primeros años de un niño debe ser una realidad que afectará por igual a administraciones públicas, centros docentes y profesorado especializado o en vías de serlo.
Cuando el profesor de idiomas que, sea o no justo, en la mayoría de los casos se trata del profesor de inglés, se adentra en un aula de infantil le invade toda una serie de cuestiones, dudas e incertidumbres que pasan, en primer lugar, por conocer y manejar la especificidad de los alumnos con los que trabajará. Por lo tanto, se hace necesario conocer cómo son los alumnos y hasta dónde se puede llegar en lo que a capacidades de aprendizaje se refiere; es de ello, de lo que trata el siguiente apartado.
Es importante conocer los aspectos del habla más importantes adquiridos por un niño desde que nace hasta los cinco años.
El modelo de S. Krashen se basa en cinco hipótesis que sustentan todo el proceso de adquisición de una segunda lengua. La primera hipótesis, la hipótesis de adquisición-aprendizaje, indica que existen dos formas a través de las cuales se puede llegar a dominar una segunda lengua: la adquisición y el aprendizaje.
La adquisición tiene lugar de manera inconsciente cuando la persona se comunica centrándose en el significado de lo que dice, más que en la forma. El aprendizaje se produce cuando se estudia de manera consciente una segunda lengua, es decir, cuando se centra en las reglas gramaticales. Es la adquisición y no el aprendizaje la que permite que se alcance una competencia completa en otra lengua.
La segunda hipótesis, la hipótesis del monitor, establece la relación entre adquisición y aprendizaje. El conocimiento consciente de las reglas gramaticales, es decir, el aprendizaje, actúa como un monitor o corrector que se modifica en el caso de que no esté de acuerdo con las reglas aprendidas. La adquisición del lenguaje se puede ver corregida y modificada a partir del conocimiento de las reglas de la lengua extranjera.
La tercera hipótesis, la hipótesis del orden natural, determina que las estructuras gramaticales se adquieren en una secuencia predecible e, incluso, algunas se adquieren antes que otras. Hay diversos estudios que corroboran esta teoría, entre ellos cabe destacar el trabajo realizado por R. Brown sobre las semejanzas en el desarrollo de los morfemas gramaticales y el de L. Bloom y M. Lahey acerca de la evolución de la negación en niños menores de tres años.
La cuarta hipótesis, la hipótesis del input, afirma que la adquisición del lenguaje tiene lugar cuando una estructura (input) presenta información ligeramente superior a la que ya se domina. Una de las funciones más importantes en el aula es introducir el input suficiente como requisito previo para que exista una verdadera adquisición de la lengua.
La quinta hipótesis, la hipótesis del filtro afectivo, establece que la situación de tener que aprender la segunda lengua en un contexto artificial genera una ansiedad en el aprendiz que provoca la aparición de lo que se denomina filtro afectivo, lo cual impide aprender la segunda lengua. El profesor debe reducir ese filtro mediante mecanismos de motivación y confianza.
Estos factores son la inteligencia, la aptitud, la personalidad, la motivación y la edad.
Tradicionalmente, la inteligencia ha sido medida por la capacidad de resolver distintos tipos de pruebas. En la actualidad, se considera que el ser humano tiene distintas inteligencias que se desarrollan de diferente manera según la teoría de las inteligencias múltiples.
Desde el primer momento, el profesor deberá promover entre sus alumnos distintas actividades que favorezcan el desarrollo de las distintas inteligencias.
De todos es conocido que existen personas que tienen una aptitud especial para aprender una lengua; «Tener buen oído», disponer de buena comprensión general y resolver los test de manera intuitiva son algunas de las pistas que permitirán al profesor reconocer a estas personas, aunque esta diferencia en alumnos de infantil es casi inapreciable.
Los factores relacionados con la personalidad son importantes en la adquisición de habilidades de conversación; ser extrovertido o introvertido influye a la hora de aprender una lengua extranjera.
En el aula de infantil, con personas que todavía están formando su personalidad, es vital que el profesor aporte a través de diferentes actividades el grado de autoestima y confianza necesario para que todos sean partícipes de los progresos lingüísticos.
La motivación es uno de los factores que más peso tiene a la hora de aprender otra lengua. La actitud positiva y la motivación están directamente relacionadas con el éxito en el aprendizaje de lenguas extranjeras.
Un alumno con alto grado de motivación podrá alcanzar más rápidamente los objetivos marcados y más si el aula dispone de gran cantidad de estímulos. En este sentido, el profesor tiene que conocer y dominar todo tipo de técnicas que le sirvan para aumentar la motivación de sus alumnos.
En cuanto a la edad, se cree que existe un período en el desarrollo cognitivo de las personas en el cual el cerebro está predispuesto para adquirir una o más lenguas. Una vez pasado ese período, que abarca los primeros años de vida, el aprendizaje no sería algo innato, sino que se basa en diferentes habilidades y capacidades que se pueden desarrollar.
La programación didáctica es una de las herramientas más útiles con las que el profesor se va a enfrentar a sus tareas día tras día.
Los elementos que, como mínimo, debe contener cualquier programación didáctica son los objetivos, los contenidos, los materiales, la metodología, el ambiente en el aula, la temporalización, el rol del profesor, las actividades y la evaluación.