Portada » Filosofía » Evolución del Pensamiento Humano: De la Mitología a la Filosofía Moderna
El mito es un relato tradicional que las sociedades antiguas utilizaban para explicar el origen del mundo, los fenómenos naturales, la aparición de los seres humanos y el sentido de la vida. Su función principal era ofrecer orden, seguridad y cohesión social. Los mitos no buscan demostrar nada, sino transmitir una explicación basada en seres sobrenaturales, dioses y héroes, mezclando realidad y fantasía. Se transmiten de forma oral, cambian según la cultura y no distinguen entre causas naturales y sobrenaturales. Su objetivo no es racional sino simbólico, ya que expresan valores, miedos y creencias de un pueblo. Aunque no son científicos, cumplen un papel fundamental en la creación de identidades culturales y en la interpretación del mundo antes del desarrollo del pensamiento racional.
El logos es la explicación racional que nace en Grecia cuando se sustituyen las explicaciones míticas por razones naturales y lógicas. Mientras el mito narra historias, el logos argumenta, busca demostraciones y pretende ofrecer explicaciones universales, coherentes y necesarias. El logos rechaza la intervención de dioses como causa de los fenómenos y apuesta por la observación, el razonamiento y la búsqueda de causas naturales. Su aparición marca el nacimiento de la filosofía y de la ciencia. Con el logos se desarrolla una nueva forma de comprender el mundo basada en la crítica, la coherencia, la racionalidad y la distinción entre opinión y conocimiento. El logos no acepta verdades por tradición, sino que exige razones fundamentadas.
La posmodernidad critica la idea moderna de que existe una razón universal y objetiva capaz de alcanzar la verdad absoluta. Rechaza los llamados «grandes relatos», como el progreso científico ilimitado o las explicaciones filosóficas totalizadoras. Sostiene que la verdad es relativa, depende del contexto y de la interpretación. Defiende la diversidad, la fragmentación y la pluralidad de perspectivas. Cuestiona que la ciencia sea la única forma válida de conocimiento, ya que toda explicación está influida por intereses, lenguaje y cultura. En la posmodernidad se desconfía de las certezas y se valora lo temporal, lo local y lo múltiple. Esta postura genera una tensión con la visión moderna, que defendía la razón como herramienta de emancipación.
Lamarck formuló la primera teoría evolucionista coherente. Sostenía que los seres vivos cambian con el tiempo porque el medio ambiente les obliga a adaptarse. Según su ley del uso y desuso, los órganos que se utilizan mucho se desarrollan, y los que no se usan se debilitan. Ese cambio experimentado por el organismo durante su vida se transmite a la descendencia mediante la herencia de los caracteres adquiridos. De este modo, la evolución es un proceso progresivo y dirigido, donde los seres vivos tienden a una mayor perfección. Aunque su teoría quedó superada, fue fundamental para introducir la idea de transformación de las especies.
Darwin explicó la evolución mediante la selección natural. Partió de que dentro de una especie existe variabilidad, y que los recursos son limitados, lo que genera una lucha por la supervivencia. Los individuos más aptos —los que poseen características que favorecen su supervivencia— dejan más descendencia. Con el tiempo, la acumulación de cambios heredados provoca la transformación de las especies. La evolución para Darwin es gradual, no tiene finalidad y no depende del esfuerzo del individuo, sino de la herencia y del éxito reproductivo. Rompe con la idea de progreso intencional y muestra que el entorno selecciona los rasgos más favorables.
La teoría sintética combina la selección natural de Darwin con la genética de Mendel. Afirma que la variación aparece gracias a mutaciones, recombinación genética y otros procesos que alteran el material hereditario. La evolución se define como el cambio en las frecuencias génicas de una población a lo largo del tiempo. La selección natural actúa sobre los rasgos heredables, eliminando los desfavorables y favoreciendo los ventajosos. Esta teoría explica con precisión el origen de la diversidad biológica, los ritmos evolutivos y la relación entre genética, medio ambiente y selección. Es la teoría evolutiva aceptada actualmente.
La sociobiología es una disciplina que intenta explicar la conducta social humana y animal mediante los principios de la evolución. Defiende que ciertos comportamientos —como la cooperación, el altruismo o la agresividad— pueden entenderse como estrategias que aumentan la supervivencia y la reproducción. Introduce la idea de aptitud inclusiva, que sostiene que un individuo puede favorecer su éxito evolutivo ayudando a familiares que comparten sus genes. La sociobiología es polémica porque puede caer en el biologicismo, reduciendo fenómenos culturales a la genética, y porque algunos creen que podría justificar desigualdades sociales. Aun así, ha sido influyente en el estudio de la conducta animal y humana.
Platón sostiene un dualismo radical entre alma y cuerpo. El alma pertenece al mundo inteligible, eterno e inmaterial, mientras que el cuerpo pertenece al mundo sensible y es fuente de error. El ser humano es esencialmente su alma racional, que debe gobernar las pasiones. El conocimiento verdadero se obtiene mediante la razón y es una reminiscencia de ideas contempladas antes de nacer (anamnesis). La vida buena consiste en vivir conforme a la razón y orientarse hacia las Ideas.
Aristóteles rechaza el dualismo de Platón. Afirma que el ser humano es una unidad de cuerpo y alma, siendo el alma la forma del cuerpo. Distingue tres funciones del alma:
El hombre es un animal racional y político, que necesita la comunidad para alcanzar su fin: la felicidad (eudaimonía). La felicidad se logra mediante la virtud, que consiste en actuar según el término medio.
Hobbes sostiene que en el estado de naturaleza los seres humanos viven sin leyes, movidos por el miedo, el deseo y el egoísmo, lo que provoca una “guerra de todos contra todos”. Para evitar el caos, las personas firman un contrato social y entregan su libertad al Estado, que debe tener un poder absoluto para mantener la paz. Para Hobbes, el ser humano se guía por el interés propio y necesita autoridad para evitar el conflicto.
Descartes defiende un dualismo entre res cogitans (mente) y res extensa (cuerpo). Define al ser humano por su capacidad de pensar: “pienso, luego existo”. La mente es una sustancia distinta del cuerpo y más esencial. Es racionalista: sostiene que la razón es la fuente principal del conocimiento. Ve el cuerpo como una máquina y afirma que la certeza solo se alcanza mediante la duda metódica.
Hume es empirista: afirma que todo conocimiento procede de la experiencia. Niega la existencia del yo como sustancia; el yo es solo un conjunto de percepciones. Las ideas de causalidad, identidad o sustancia no son racionales, sino hábitos que formamos al observar repeticiones. Para él, los sentimientos y emociones tienen un papel fundamental en la conducta humana.
Kant intenta conciliar racionalismo y empirismo. Dice que el conocimiento surge de la experiencia, pero también de estructuras a priori que pone la mente. En moral, defiende que el ser humano es libre y debe actuar por deber, siguiendo el imperativo categórico, que ordena actuar de forma universalizable y respetando a cada persona como fin en sí misma. La dignidad humana deriva de la autonomía racional.
Marx concibe al ser humano como un ser social que se realiza mediante el trabajo. La conciencia depende de las condiciones materiales de vida. La historia avanza por la lucha de clases. En el capitalismo se produce la alienación, porque el trabajador no controla su actividad ni su producto. La esencia humana es la actividad práctica transformadora. Critica las ideas que separan al individuo de sus condiciones económicas reales.
Nietzsche critica la moral tradicional cristiana, que considera contraria a la vida y basada en la obediencia. Defiende la voluntad de poder como fuerza vital creadora. Propone la transvaloración de todos los valores y el ideal del superhombre, que crea sus propios valores. Rechaza la existencia de verdades absolutas y sostiene que todo conocimiento es interpretación.
Freud sostiene que el ser humano está determinado en gran parte por el inconsciente. Distingue tres instancias psíquicas:
La conducta se explica por conflictos psíquicos y experiencias infantiles. Afirma que existen dos impulsos básicos: Eros (vida) y Tánatos (muerte). Su teoría revolucionó la comprensión del comportamiento humano.
