Portada » Historia » La Crisis de 1808, las Abdicaciones de Bayona y la Constitución de Cádiz de 1812
El periodo anterior a la Guerra de Independencia coincide con el reinado de Carlos IV (1788-1808), caracterizado por una grave crisis económica, social y política en España que amenazaba la supervivencia del Antiguo Régimen.
A nivel interno, se puso fin a la etapa reformista de la Ilustración. En política exterior, hubo indecisión por parte de los ministros. Godoy, como nuevo ministro (1792), optó por la tradicional alianza con Francia (los Pactos de Familia).
El Tratado de Fontainebleau (1807) fue concertado por Godoy y Napoleón, permitiendo el paso de tropas francesas a través de España para ocupar Portugal. En 1808, las tropas francesas entraron en Cataluña, ocupando ciudades españolas.
Tres acontecimientos clave desencadenaron la crisis de la monarquía española: el Motín de Aranjuez, las Abdicaciones de Bayona y el Dos de Mayo.
Fue una revuelta popular dirigida por la nobleza, el clero y la camarilla de Fernando (Príncipe de Asturias) en contra del traslado de los reyes a Andalucía, decidido por Godoy para evitar que cayeran en manos de Napoleón.
Tuvieron lugar en la ciudad francesa donde Napoleón citó a Carlos IV y Fernando VII. Napoleón logró la restitución de la corona a Carlos IV con el pretexto de que la abdicación había sido involuntaria y forzada. Carlos IV abdicó a favor de Napoleón Bonaparte, quien nombró a su hermano, José I, nuevo rey de España.
Se convocó en Bayona una asamblea de notables españoles. La Constitución de Bayona fue aprobada en julio de 1808. Sin embargo, el pueblo rechazó al nuevo rey y a la constitución. El reinado de José Bonaparte (1808-1813) contó con la colaboración de algunos ministros (los afrancesados).
Este fue el tercer acto de la crisis: el levantamiento del pueblo de Madrid ante la ocupación francesa. Este levantamiento se extendió por el resto del pueblo español, que no aceptaba las abdicaciones.
Las Cortes de Cádiz marcan el inicio del proceso histórico caracterizado por la ideología liberal en España, que rechazó las formas absolutistas y promovió el traspaso de la soberanía del rey a la nación.
En septiembre de 1808, la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino se instaló en Aranjuez. La Junta, presidida por Floridablanca y formada por figuras como Jovellanos, tomó importantes decisiones militares y, a propuesta de Jovellanos, convocó Cortes Generales con la intención de reformar la monarquía.
Se consultó al país sobre la reforma, mostrando la necesidad de cambiar partes del sistema político del Antiguo Régimen. No todos coincidían: los liberales aprobaban la Constitución, mientras que los absolutistas solo querían reformar algunas leyes sin alterar la soberanía del rey.
En 1810, la Junta Central se disolvió debido al acoso del ejército francés, y se nombró una Regencia de cinco miembros.
La composición de las Cortes mostró una fuerte presencia del clero, seguida de las clases medias burguesas (abogados, militares) y, en menor medida, nobles y comerciantes. El funcionamiento no se regía por partidos, sino que cada diputado adoptaba su posición en cada discurso, aunque existía un grupo absolutista bien definido.
Las medidas de la legislación ordinaria incluyeron:
La Constitución fue aprobada el 19 de marzo de 1812, por lo que se la conoce popularmente como «La Pepa».
Es el reflejo de los nuevos ideales liberales que llegaban a Europa. Sus características principales fueron:
Su vigencia fue corta y accidentada: fue aprobada en 1812 y derogada en 1814 por Fernando VII.
La Constitución supuso el triunfo de la ideología liberal en las Cortes, pero no fue un triunfo definitivo, ya que pervivía un sentimiento absolutista muy arraigado en el pueblo, el clero y la nobleza. La clase burguesa, que debía ser la defensora de este movimiento liberal, era escasa y no tenía contacto con el pueblo. El regreso de Fernando VII en 1813 supuso la vuelta al absolutismo. Su primera actuación fue suprimir todo lo realizado por las Cortes de Cádiz, marcando el fracaso del primer intento de modernización política de nuestro país.
