Portada » Medicina y Salud » Fisiopatología y Manejo Farmacológico de la Inflamación, Anafilaxia y Shock
La inflamación es la respuesta protectora de los tejidos vascularizados ante infecciones o daño tisular. Implica la liberación de mediadores químicos, la acumulación de células y líquidos en el sitio afectado, con el objetivo de eliminar la causa inicial de la lesión y reparar los tejidos dañados.
Los mediadores de la inflamación son sustancias químicas liberadas durante la respuesta inflamatoria que regulan los fenómenos vasculares, celulares y de reparación.
(Producidos por mastocitos, macrófagos, plaquetas, leucocitos, etc.)
La anafilaxia es una reacción de hipersensibilidad inmediata, grave y de inicio rápido, mediada principalmente por IgE. Se produce tras la exposición a un alérgeno, aunque también puede deberse a mecanismos no inmunológicos.
El cuadro clínico puede ser unifásico (80%) o bifásico (10-20%).
El shock es un estado de hipoperfusión tisular aguda en el cual el flujo sanguíneo es insuficiente para satisfacer las necesidades metabólicas del organismo, lo que provoca hipoxia celular y disfunción orgánica progresiva.
Causado por la pérdida de volumen sanguíneo o de líquidos corporales. Ejemplos incluyen:
Los Antiinflamatorios Esteroides (AIE) son derivados o análogos sintéticos de las hormonas glucocorticoides. Poseen efectos antiinflamatorios, inmunosupresores, antialérgicos y, en algunos casos, mineralocorticoides.
Los AIE actúan inhibiendo la fosfolipasa A2, contrarrestando así la cascada del ácido araquidónico y la producción de mediadores inflamatorios.
Son los antiinflamatorios esteroideos propiamente dichos. Ejemplos comunes:
Hormonas esteroideas que ejercen su efecto principalmente sobre el equilibrio hidroelectrolítico.
