Portada » Lengua y literatura » La Vanguardia Dramática Española: Valle-Inclán y Lorca, Estilo y Temas Fundamentales
El **Esperpento** distorsiona la imagen que tenemos de la realidad con el objeto de mostrarnos su verdadero rostro. A través de él, Valle-Inclán hace una **crítica ácida** a la España de la época y sus instituciones.
Las acotaciones son indicaciones sobre la representación y, en el caso de Valle-Inclán, adquieren un **valor literario intrínseco**. Estas (mediante metáforas, comparaciones e imágenes) muestran muchas de las características del esperpento, como cosificaciones y animalizaciones. En general, las acotaciones de la obra **evocan más que describen**.
En concreto, aparecen caracterizados los personajes y se describen los ambientes. Pero, también, Valle coloca comentarios extradramáticos.
En obras como *Comedias bárbaras*, *El embrujado* y *Divinas Palabras*, partiendo de una Galicia real, Valle-Inclán constituye una imagen del hombre y del mundo que no es histórica, sino **mítica e intemporal**. Nos presenta un cosmos casi primigenio en el que las **fuerzas elementales** rigen la existencia y el destino de los protagonistas:
En *Farsa infantil de la cabeza del dragón*, *La marquesa Rosalinda* y *Farsa italiana de la enamorada*, plasma su **sátira contra el poder**. Estas obras se basan en un continuo contraste entre **lo sentimental y lo grotesco**.
En *Luces de bohemia* y *Martes de Carnaval*, nos muestra una época caracterizada por el desastre y por la falta de soluciones, y arremete contra las instituciones. Así, **desmitifica la España contemporánea**. Además, en ninguno de los esperpentos falta el tema de la **muerte**, que acompaña al protagonista, reduciéndolo a la categoría pura de fantoche, pelele o monigote de guiñol. En todas sus obras, la actitud de Valle fue siempre de **compromiso y de denuncia** contra la situación española.
En la trayectoria dramática de Valle-Inclán vemos una constante voluntad de **renovación formal y temática** y una pretensión de romper con el teatro de su época. Desde el principio evolucionó hacia su creación máxima, el **Esperpento**, cuyos elementos asoman desde sus primeras obras.
Su teatro, desde los inicios, no se ajustó al espacio escénico de los teatros de su época. Esta circunstancia suponía implícitamente el rechazo del sistema realista de construcción del espacio dramático. A partir de *Divinas palabras* y de las *Comedias bárbaras*, su teatro exigía técnicas especiales que no se poseían en la época, lo que implicó su exclusión de los escenarios, e incluso la puesta en duda de la condición dramática de sus obras, a las que se achacaba la imposibilidad de ser representadas.
Federico García Lorca es el poeta más conocido, estudiado y traducido de nuestra literatura. Su difusión mundial se debe a que su lenguaje y su mundo original y propio, comprometido con la tradición, es fácil de traducir a otras culturas e idiomas.
Comienza sus estudios en la Universidad de Granada, pero no acabó Derecho hasta que se trasladó a Madrid, a la **Residencia de Estudiantes**, donde entra en contacto con las ideas literarias de moda y se relaciona con escritores conocidos y jóvenes artistas. Reparte su vida entre Madrid y Granada. En su ciudad conoce a Manuel de Falla, con quien establece una estrecha amistad que sería decisiva en su vocación creativa. Poco a poco será apreciado en el mundo literario: publica sus primeros libros, estrena alguna obra de teatro, da conferencias y le llega el éxito en 1928 con *Romancero gitano*.
A la vuelta de Cuba, donde expresó abiertamente su homosexualidad, se dedica fundamentalmente al teatro y escribe obras de estética surrealista que suponen un cambio radical estético y personal. Al ocurrir el golpe militar, Lorca fue detenido y asesinado.
Los temas recurrentes en su obra son:
En esta etapa, la criatura marginada será la **mujer**, protagonista absoluta en la obra. La mujer es oprimida por los convencionalismos sociales que impiden la realización personal y es condenada a la **frustración vital**.
Las mujeres simbolizan la libertad y la fuerza del instinto (el erotismo y la fecundidad), pero sucumben trágicamente ante el autoritarismo o la fuerza represiva, también representados en la mujer (como Bernarda Alba). Los personajes femeninos son sumisas o rebeldes.
Los espacios simbólicos son fundamentales en la dramaturgia lorquiana:
Todos los símbolos que aparecen en su poesía se pueden trasladar también a su teatro. No obstante, los más utilizados en este género son:
El estilo de Lorca se caracteriza por una mezcla de elementos populares y cultos, de verso y prosa.
