Portada » Historia » Las Transformaciones Económicas y Sociales de la Primera y Segunda Revolución Industrial
Fue un conjunto de importantes transformaciones económicas y sociales que se produjeron como consecuencia de la utilización masiva de **máquinas** en los procesos de producción. Estos cambios se iniciaron en Gran Bretaña en la segunda mitad del siglo XVIII.
En la segunda mitad de este siglo se inició un crecimiento demográfico importante y sostenido. Su causa principal fue el descenso de la **mortalidad**, a la vez que la natalidad siguió siendo alta. Los factores clave fueron:
El barbecho se sustituyó por la **rotación cuatrienal de cultivos**. La tierra se dividía en cuatro partes, en las que se alternaban trigo, nabos, cebada y trébol. El arado de madera fue sustituido por el **arado de hierro**, y se introdujeron nuevas máquinas.
Las revoluciones liberales acabaron con las propiedades señoriales y comunales explotadas de forma colectiva, y la tierra se convirtió en **propiedad privada**.
Parte de las tierras se destinaron a producir forraje para alimentar al ganado. Los agricultores obtuvieron mayores ingresos y pudieron ahorrar y formar **capital**.
Hasta el siglo XVIII, las manufacturas se elaboraban en pequeños talleres, donde el trabajo se realizaba de forma manual y con herramientas sencillas. En la segunda mitad del siglo XVIII se inventaron en Gran Bretaña diversas máquinas que necesitaban grandes espacios y costosas inversiones. Los talleres empezaron a ser sustituidos por las **fábricas**. La aparición de las fábricas supuso que las actividades industriales se concentraran en determinados lugares.
La implementación de la **división del trabajo** aumentó la productividad, ya que cada obrero era capaz de elaborar más piezas que un artesano en un mismo periodo de tiempo.
Esta industria fue la primera que incorporó las innovaciones técnicas en el hilado y en el tejido. Los tejidos británicos, asequibles y de buena calidad, inundaron los mercados internacionales. El desarrollo del sector textil impulsó otras actividades como la agricultura, que suministraba materias primas, y la siderurgia, que proporcionaba el hierro para fabricar máquinas.
Hasta el siglo XVIII, el hierro británico era de baja calidad porque contenía muchas impurezas. Por eso, la mayor parte del hierro se importaba, sobre todo de Suecia. Para solucionar este problema, se logró obtener a gran escala **lingotes de hierro refinado de calidad**. Se construyeron modernos **altos hornos**, y la demanda y la producción de hierro se multiplicaron.
El liberalismo es la doctrina económica que se desarrolló durante este periodo. Según **Adam Smith**, la actividad económica debía regirse por el principio de **libertad económica** para crear empresas, contratar trabajadores y establecer las condiciones y los precios de los productos. El Estado tampoco debía intervenir en la economía, porque esta se ajustaba de forma natural mediante la actuación de la llamada «mano invisible del mercado».
Esto significaba que la **ley de la oferta y la demanda** se encargaba de regular los precios de los productos y los salarios de los trabajadores. Smith era partidario de la división del trabajo, donde cada obrero se especializara en una fase del proceso productivo.
El crecimiento industrial hizo necesario contar con transportes rápidos y seguros para asegurar el aprovisionamiento de las fábricas y la distribución de las mercancías.
La **máquina de vapor** se aplicó pronto en la navegación. El estadounidense Fulton puso en funcionamiento la primera línea comercial con barcos propulsados por vapor.
Surgió de la conjunción de dos avances de la Revolución Industrial: la máquina de vapor y el desarrollo de la siderurgia. El inglés George Stephenson construyó una locomotora de vapor para transportar cargas entre las minas de carbón. El ferrocarril se convirtió en un medio de transporte cada vez más rápido, seguro y barato.
Al inicio de la Revolución Industrial, la mayoría de las empresas eran pequeñas y pertenecían a una sola persona o familia. Por ello, se crearon **sociedades anónimas**, donde el capital de la empresa se fracciona en participaciones o **acciones** que se negocian en la bolsa.
Los bancos se convirtieron en un elemento clave: los clientes guardaban sus ahorros en el banco y este los invertía en la industria y otros negocios. De este modo nació el **capitalismo financiero**.
Frederick Taylor creó el **Taylorismo**. El proceso de producción se dividía en pequeñas tareas, cuya duración se cronometraba. El empresario Henry Ford empleó en sus fábricas de automóviles el **trabajo en cadena**. Además, aplicó la **producción en serie**.
Se conoce como **movimiento obrero** al conjunto de iniciativas colectivas llevadas a cabo por los trabajadores asalariados para mejorar sus condiciones. Las primeras reacciones contra las malas condiciones laborales fueron espontáneas, y muchos obreros destruyeron las máquinas (el **Ludismo**).
El primer movimiento organizado con fines laborales y políticos fue el **Cartismo**, que logró una gran movilización en Gran Bretaña al presentar al Parlamento la Carta del Pueblo, un documento en el que se reclamaban derechos laborales y el sufragio universal.
El derecho de asociación se reconoció por primera vez en Gran Bretaña en 1824. A partir de ese momento nacieron los primeros **sindicatos**.
El **Marxismo** debe su nombre a uno de sus principales teóricos, Karl Marx. Sus principios fundamentales son:
En 1864 se fundó la **Asociación Internacional de Trabajadores** (AIT), que desapareció poco después por los desacuerdos entre socialistas y anarquistas. Posteriormente, algunos dirigentes socialistas crearon la **Internacional Socialista**. Esta organización logró algunos avances simbólicos, como la reducción de la jornada laboral y la limitación del trabajo infantil.