Portada » Derecho » Fundamentos Esenciales de la Teoría del Delito en el Derecho Penal
La Teoría del Delito se aborda desde dos perspectivas:
Es toda conducta dirigible conscientemente por el individuo. Debe ser perceptible en el mundo exterior.
Conducta pasiva o el dejar de hacer, perceptible de una acción que se esperaba de acuerdo a una norma axiológica, siempre que no esté signada por una incapacidad.
Son aquellos en que la persona deja de hacer algo a lo que está obligada personal o directamente en posición de garante del bien jurídico protegido. Se trata del incumplimiento de un deber que la persona ha omitido.
Conductas humanas perceptibles en el exterior, pero sin la dirección consciente del individuo (por ejemplo, semisueño o hipnosis).
Se define como el efecto natural de la conducta humana que tiene importancia para el Derecho Penal.
Es la verdadera conexión o vinculación entre la acción y el resultado en razón de causa y efecto, cuya afirmación es imperativa para determinar una conducta humana.
La Tipicidad es la cualidad de una conducta humana de encontrarse prevista como delito. Es la probabilidad de adecuación o subsunción de la acción o de una conducta a un determinado tipo penal.
Es una conducta antijurídica que ha sido catalogada como delito por el legislador penal.
Es la descripción que se hace en una norma penal de una determinada conducta que se considera atentatoria de bienes jurídicos fundamentales, especificándose la misma mediante elementos descriptivos y normativos.
La Antijuricidad es la contrariedad a derecho de la acción realizada por una persona.
Las Causas de Justificación son un conjunto de excepciones que dan lugar a que una conducta típica sea lícita, es decir, que se excluya la antijuricidad de dicha conducta. Las causas de justificación corresponden a la concurrencia del legislador que permite ataques a bienes jurídicos.