Portada » Geografía » Transformación Económica de España: Evolución y Impacto de los Sectores Primario y Secundario
Durante gran parte del siglo XX, el sector primario (agricultura, ganadería, pesca y minería) fue uno de los pilares de la economía española y empleaba a una parte significativa de la población rural. A partir de la década de 1960 y, sobre todo, con el ingreso en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986, se intensificó su modernización: mecanización de labores, consolidación de cooperativas y adopción de nuevas técnicas de cultivo. Esto provocó un descenso continuado de la mano de obra en el campo y una caída de su peso en el Producto Interior Bruto (PIB). En la actualidad, el sector primario representa menos del 5% del PIB y menos del 4% del empleo total, aunque ciertas producciones (vino, aceite de oliva, frutas y hortalizas) han ganado en competitividad internacional.
Tras la Guerra Civil (1936–1939) y durante el desarrollismo de los años 60, España vivió una rápida industrialización: industrias metalúrgicas, siderúrgicas, automovilísticas, químicas y de construcción naval se expandieron. La tasa de industrialización llegó a situarse por encima del promedio europeo. Sin embargo, la crisis de la industria pesada en las décadas de los 70 y 80, junto con la reconversión industrial de la década de 1990, provocó el cierre de muchas fábricas y la pérdida de empleos. Desde finales del siglo XX, el peso del sector secundario en el PIB oscila alrededor del 20%, con especial relevancia en industrias de automoción, aeroespacial, química y farmacéutica.