Portada » Historia » El Franquismo en España: Dictadura, Evolución y Transformaciones Sociales (1939-1975)
El franquismo fue una dictadura militar de carácter personalista (Franco tenía todos los poderes), apoyado por un «Movimiento Nacional» o partido único de inspiración fascista. El franquismo fue evolucionando a través de su larga duración, desde el 1 de abril de 1939 hasta el 20 de noviembre de 1975, aunque Franco dirigió la zona nacional desde 1936.
Los sectores conservadores, católicos, la alta burguesía y las clases medias rurales.
Dentro del régimen coexistían diferentes ideologías, todas conservadoras: falangistas, carlistas o tradicionalistas, monárquicos, católicos (Opus Dei), tecnócratas, etc. En cada momento, Franco nombraba en el gobierno a una u otra familia.
Los primeros gobiernos estaban compuestos principalmente por falangistas (el «Período Azul» o de las «camisas azules» entre 1939 y 1945), entre los que destacaba Serrano Suñer, cuñado de Franco, alineados con el «Eje» (Berlín-Roma). España no entró en la II Guerra Mundial. Franco, tras la entrevista en Hendaya con Hitler, consiguió no entrar en guerra, pero sí apoyó a Alemania permitiendo que unos 50.000 voluntarios falangistas aproximadamente fueran a luchar contra la URSS (la División Azul).
Tras la Guerra Mundial (1945), Franco cambió de gobiernos, sustituyendo a los falangistas por católicos conservadores.
Fueron tiempos de escasez y hambre (cartillas de racionamiento), donde muchos conseguían alimentos y medicinas en el mercado negro (estraperlistas).
También de fuerte represión política. La Ley de Responsabilidades Políticas de febrero de 1939, vigente hasta 1945, supuso la represalia a los colaboradores con la República. Se registraron 270.000 reclusos en 1939. Fueron ejecutados entre 30.000 y 50.000 españoles en los diez años siguientes a la Guerra Civil. Otros fueron condenados a trabajos forzados. Además, se depuraron los funcionarios públicos sospechosos de apoyar la República.
Fueron años de aislamiento internacional, sobre todo tras la guerra, cuando ningún país mantenía relaciones con España salvo Portugal (con el dictador Salazar) y Argentina (con Perón). En febrero de 1946, la ONU rechazó la entrada de España.
Son los años de la «Autarquía«, donde España tuvo que valerse de sus propios recursos sin comerciar con otros países.
En el contexto de la Guerra Fría tras la II Guerra Mundial, el enemigo ahora era el comunismo de la URSS y sus aliados. En este momento, España era un posible aliado para EE. UU. por su situación estratégica y por el anticomunismo del régimen franquista. Entre 1950 y 1952, EE. UU. concedió créditos a España para la compra de productos agrícolas, materias primas y equipo industrial.
En 1953 se firmaron dos importantes acuerdos: el Concordato con la Santa Sede, que regulaba las relaciones Iglesia-Estado, y el Acuerdo Hispano-Americano, por el que EE. UU. utilizaría de forma conjunta una serie de bases militares (en Rota, Morón, Zaragoza y Torrejón de Ardoz) a cambio de ayuda económica. España ingresó en la ONU en 1955.
La apertura del régimen al exterior, la ayuda norteamericana, la instalación de empresas multinacionales y, sobre todo, las remesas de dinero que enviaban los emigrantes españoles (en especial desde Europa, unos 3 millones hacia 1960, sobre todo a Alemania, Suiza, Francia), además de los ingresos por el turismo que se volvió masivo (turismo de masas) a finales de los años 50, permitieron acometer una serie de medidas de modernización económica que supusieron también grandes cambios sociales.
Los tecnócratas pusieron en marcha desde 1957 una amplia reforma de la administración pública. Se trataba de adaptar la administración a las nuevas circunstancias de desarrollo económico. En 1957, accedieron a un nuevo gobierno con cuatro figuras clave vinculadas con el Opus Dei: Navarro Rubio, Alberto Ullastres, Fernando María Castiella y López Rodó. De la mano del Almirante Carrero Blanco, ministro cercano a Franco, quien en junio de 1973 fue nombrado presidente del Gobierno por la mala salud del dictador. Se iniciaba así la poderosa influencia del Opus en la España del franquismo.
Los nuevos ministros, Ullastres y Navarro Rubio, elaboraron un Plan de Estabilización Económica, que consideraban imprescindible para asentar sobre una base sólida el proceso de crecimiento económico que se quería iniciar. Supuso principalmente:
A partir de 1961, se produjo un fuerte crecimiento económico calificado por algunos como el «milagro español«. El crecimiento se basó en una fuerte expansión industrial que se produjo por bajos salarios y la masiva llegada de capitales extranjeros.
A partir de 1963, el gobierno intentó regular el crecimiento mediante los Planes de Desarrollo. Uno de los objetivos perseguidos era la industrialización de nuevas zonas (polos de desarrollo) ver gráfica. El crecimiento fue ininterrumpido entre 1961 y 1973 (inicio de la crisis del petróleo).
La etapa del «desarrollismo» coincidió con el llamado «Baby Boom» español. La mejor situación económica y las ayudas a las familias numerosas (apoyos a la natalidad) provocaron un gran crecimiento demográfico.
También coincide con la entrada de España en las «sociedades de consumo«. Los españoles accedieron a los electrodomésticos, los «utilitarios» (SEAT 600) y a viajar por vacaciones.
Descolonización: España aceptó la independencia de Guinea Ecuatorial (1968) y cedió, en 1969, Sidi Ifni a Marruecos (ya independizado de España y Francia en 1956), conservando el Sáhara Occidental (o Sáhara Español).
El 20 de diciembre de 1973, el presidente Carrero Blanco murió en Madrid víctima de un espectacular atentado de ETA. El terrorismo de ETA y otros grupos como el GRAPO o el FRAP, era muy activo y provocaba mucha tensión. Fue un duro golpe para el franquismo, con el dictador enfermo y una gran conflictividad social (huelgas, manifestaciones, sobre todo en las universidades). El 27 de septiembre de 1975 se fusiló a cinco jóvenes por pertenecer al FRAP y a ETA.
Dentro del movimiento había diferentes grupos: los inmovilistas o «búnker», como Girón de Velasco (sector duro del Movimiento), y los aperturistas, provenientes también del Movimiento y liderados por Manuel Fraga y José Solís. Ambos llegaron a ser ministros e intentaron, a través de sus propuestas (Ley de Prensa de Fraga, Estatuto de Asociaciones de Solís), promover un cierto aperturismo político.
Además, en 1974, se empezaron a notar los efectos de la llamada «crisis del petróleo» que afectó duramente a la economía española.
Fue elegido como presidente del Gobierno Carlos Arias Navarro, un inmovilista que prometió algunas reformas democráticas (el «espíritu del 12 de febrero«), aunque los partidos políticos en la oposición y clandestinidad no lo creyeron.
El Príncipe Juan Carlos, entre el 19 de julio y el 1 de septiembre de 1974, tuvo que ejercer interinamente la Jefatura del Estado. Le afectó la llamada «Marcha Verde» por la que Marruecos ocupó el Sáhara Español.
La revolución del 25 de abril de 1974 en Portugal, la llamada «Revolución de los Claveles«, acababa con la dictadura portuguesa. Fue un ejemplo que muchos querían seguir.
El 20 de noviembre de 1975, Franco falleció.