Portada » Educación Artística » La Percepción de la Imagen: Fundamentos, Teorías y Procesos Cognitivos
«Toda imagen encierra un modo de ver»
Cuando hablamos de **percepción**, nos referimos a todo aquello que captamos con los sentidos. Para que el acto perceptivo visual sea posible, se requieren tres condiciones fundamentales:
Lo visible es el conjunto de lo que puede ser visto. A partir de aquí, podemos establecer dos ámbitos: lo visible y lo invisible (lo físico y lo metafísico).
«Que haya luz»
La **luz** es una forma energética y, por lo tanto, un recurso informático capaz de transmitir información. El cine, por ejemplo, trabaja intrínsecamente con la luz, ya que es lo que la cámara capta. Existe una rica historia de la luz y de las teorías que intentan explicarla.
Respecto a la historia de la luz, se distinguen principalmente dos fuentes lumínicas: la **luz artificial** y la **luz natural**. La luz natural (sol, fuego, etc.) es un elemento cambiante y orgánico. La luz artificial, en cambio, surge por acción humana, y su historia podría incluso denominarse historia de la iluminación o de las fuentes luminosas artificiales, un periodo mucho más corto. Es crucial entender que las condiciones lumínicas no solo influyen en el acto de producción de imágenes, sino también en el acto de consumo de estas.
«Que el sistema visual esté en funcionamiento»
El **sistema visual** es un componente esencial de la percepción, e incluye el ojo (el aparato ocular), el nervio óptico (que conecta con el cerebro) y el cerebro mismo. El acto de **ver** es un acto reflejo y no voluntario. Sin embargo, es importante distinguir entre «ver» y «**mirar**». Mientras «ver» es el acto reflejo, «mirar» requiere la intervención del cerebro para centrarse en algo específico, convirtiéndose así en un acto intencionado.
Nuestra visión depende del funcionamiento de nuestro sistema visual, y este es gradual (puede ser mejor o peor). A lo largo de la historia, esta limitación se ha ido resolviendo con el uso de gafas o lentillas. Incluso podríamos considerar prótesis a instrumentos como los microscopios y los telescopios, que nos permiten ver lo que no podemos percibir simplemente con nuestro sistema visual. Es interesante notar que las ópticas de las cámaras funcionan de manera análoga al sistema de percepción humano.
Desde un punto de vista histórico, han existido dos grandes tendencias en cuanto al funcionamiento de la visión respecto a la luz:
Ambas se remontan a la antigua Grecia. La **teoría emisiva** postula que el ojo humano es un productor de luz hacia el exterior. Estos rayos se reflejan en el objeto y vuelven al ojo, lo que nos permite ver. Es decir, el ojo es el emisor de luz. Lo que desvincula esta teoría de la realidad es la oscuridad, ya que, si fuéramos cuerpos iluminadores, veríamos en la oscuridad. Esta perspectiva se puede relacionar con las ideas de **Platón**.
Nos situamos en la época de los materialistas o atomistas, quienes parten de la idea de que todos los objetos o cuerpos del universo se componen de una unidad mínima de materia, que ya en la antigua Grecia denominarían **átomos** o corpúsculos. Según esta teoría, en la medida en que estos corpúsculos llegan al ojo, y según su cantidad, se verá mejor o peor. También depende de la incidencia de la luz en ellos y de su distancia respecto al ojo. Esta visión se puede relacionar con las ideas de **Aristóteles**.
Estos dos conjuntos de teorías evolucionarían y cambiarían según los términos idealistas de las teorías emisivas y los términos empiristas de las teorías corpusculares, al menos hasta la aparición del cristianismo, al que le convenían más las teorías emisivas en un principio, hasta su síntesis con el aristotelismo por Santo Tomás de Aquino.
Después vendría el salto desde lo fisiológico, que es el cerebro, hasta lo mental: la **percepción como acto cognitivo**. En este ámbito, se desarrollan dos grandes tendencias históricas, con extremos opuestos y muchas tendencias intermedias:
Las **tendencias visualistas** sostienen que, a partir del mecanismo fisiológico, el acto perceptivo es un mecanismo de acción-reacción (acción estimulante → reacción visual). La canalización de esta acción está condicionada por nuestra capacidad mental de «computar» esa información. Las visualistas tienen un núcleo importante en las **teorías gestálticas**, que sustentan que una configuración cerebral específica es la que coordina la computación de la visión.
Algunas de las leyes de Gestalt son:
Las **tendencias mentalistas** se fundamentan en que el acto perceptivo no es una actividad aislada, sino integral de todos los elementos que forman las funciones mentales. Esta es la tendencia más actual en el estudio de la percepción.