Portada » Lengua y literatura » Explorando la Literatura Actual en España: Géneros, Autores y Tendencias
La novela actual ha dejado atrás el experimentalismo para recuperar la importancia de la trama, con personajes y ambientes bien definidos. Se observa un regreso al realismo, donde los autores expresan abiertamente sus preocupaciones personales, sociales y existenciales. Además, la novela se ha convertido en un producto de consumo: la narración se vuelve más sencilla, aumentan los premios literarios, la publicidad y la venta masiva, lo que influye en una escritura adaptada al gusto del lector. También destaca la diversidad de subgéneros, incluso aquellos antes considerados menores.
Es uno de los géneros con más lectores, y una novela de este género (La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza) marcó el inicio de una etapa narrativa.
La novela histórica recrea una época del pasado con una sólida documentación previa. Aunque incorpora elementos ficticios, suele incluir una revisión crítica del narrador y establece vínculos con la actualidad o con aspectos universales del comportamiento humano, trascendiendo el momento histórico representado.
La novela de memorias es un género muy importante en la literatura actual. En ella, el narrador, que suele coincidir con el autor, recrea vivencias personales combinadas con elementos ficticios (como Salón de pasos perdidos de Andrés Trapiello o Trigo limpio de Juan Manuel Gil).
Este género expone con crudeza las consecuencias de la crisis económica, como en En la orilla de Rafael Chirbes, o muestra las heridas que el terrorismo ha producido en la sociedad vasca, como en Patria de Fernando Aramburu.
La poesía desde la Transición se divide en cuatro etapas principales:
Se abandona la experimentación por una poesía más emocional y cercana a la tradición. Destaca la poesía culturalista con autores como Antonio Colinas, Luis Antonio de Villena, Ana Rossetti o Aurora Luque.
Surge una poesía intimista y sentimental influida por el desencanto posmoderno. Sobresale la poesía de la experiencia, de estilo sobrio y conversacional, con autores como Luis García Montero, Ángel Mora o Carlos Marzal.
Aparecen tendencias variadas. Se alejan del realismo cotidiano, reducen el protagonismo del yo poético y se orientan hacia una poesía más reflexiva y existencial, llamada poesía de lo diverso, con autores como Ana Merino, Andrés Neuman, Raquel Lanseros o Lorenzo Oliván.
La poesía culturalista busca superar el realismo social y el optimismo predominantes tras la posguerra, utilizando referencias culturales que aluden al yo poético y su estado emocional.
Los poetas de esta corriente, influenciados por autores de los 60 como Jaime Gil de Biedma y Ángel González, así como por poetas anteriores como Blas de Otero, Rafael Alberti y Antonio Machado, emplean una expresión directa y clara.
Los poetas de esta corriente abordan temas clásicos como el amor, el desamor, la soledad y la insatisfacción, pero también incluyen una denuncia de las injusticias sociales y un sentimiento de conformismo.
La poesía de los años 90 y principios del nuevo milenio destaca por su pluralidad de tendencias. La poesía de lo diverso se vuelve más reflexiva e introspectiva, incorporando elementos irracionales y una mirada plástica influenciada por el cine y la fotografía. También surge una conciencia crítica frente a la realidad.
La llegada de la democracia y el fin de la censura trajeron expectativas para el teatro, pero no se cumplieron, ya que la libertad no impulsó grandes reformas dramáticas. Los intentos de renovación encontraron oposición de empresarios y público tradicional.
El teatro a finales del siglo XX y principios del XXI es ecléctico, combinando montajes tradicionales con nuevos códigos audiovisuales y vanguardistas.