Portada » Lengua y literatura » Literatura Española Siglo XX: Represión y Libertad en Obras Clave
Este documento explora dos obras fundamentales de la literatura española del siglo XX, destacando sus contextos históricos, temáticas y relevancia. Se abordan los periodos de 1875-1936 y 1936-1975, que enmarcan la creación y el impacto de estas piezas literarias.
La casa de Bernarda Alba es una de las obras más destacadas del teatro español del siglo XX. Escrita en 1936, poco antes de la muerte del autor, aborda cuestiones de represión, tradición y el papel de la mujer en una sociedad profundamente conservadora.
La obra se sitúa en un contexto de opresión social y cultural dentro de la España rural de principios del siglo XX. Estaba marcada por una fuerte tradición patriarcal, donde las mujeres eran relegadas a un segundo plano y estaban sometidas a estrictos códigos morales. La obra refleja el conflicto entre el deseo individual y la imposición de las normas sociales represivas hacia las mujeres. Este conflicto se convierte en uno de los temas principales, representado a través de las hijas de Bernarda.
Bernarda Alba es el personaje central de la obra y representa la figura de autoridad y control. Se trata de la matriarca de la familia, criada en una España totalmente represiva para las mujeres, que impone el luto en su casa tras la muerte de su marido. Bernarda no solo controla la vida de sus hijas, tal como ella misma había sido controlada, sino que refleja la tiranía de las tradiciones familiares y la moralidad conservadora de la época. A través de este personaje, Lorca critica el autoritarismo y la falta de libertad individual, destacando el papel de la mujer como víctima y opresora al mismo tiempo.
La casa de Bernarda Alba gira en torno al conflicto generacional entre Bernarda y sus hijas, especialmente Adela, quien encarna el deseo de libertad y rebeldía frente a las normas impuestas. A través del simbolismo del luto, la casa cerrada y el ambiente opresivo, Lorca refleja la represión y el aislamiento que sufren las mujeres. La obra adopta el carácter de tragedia clásica: Adela, aunque muere, representa la única figura que se atreve a romper con las normas sociales y paga un alto precio por su libertad. La obra trasciende su época al abordar temas universales como la opresión femenina, el autoritarismo y la lucha por la autonomía.
Nada es la primera novela de Carmen Laforet, publicada en 1945. Es considerada una de las obras más significativas de la literatura española de la posguerra. Su publicación coincide con un periodo difícil de la historia de España, marcado por las secuelas de la Guerra Civil y el inicio del franquismo. La novela refleja la desolación y desorientación de una joven que llega a Barcelona a estudiar, confrontada con una sociedad de valores tradicionales y mucha represión. La obra se encuadra dentro del realismo psicológico, donde se exploran temas como la soledad, la alienación y el desencanto en un contexto social y político opresivo.
Nada está escrita desde la perspectiva subjetiva de Andrea, la protagonista, quien percibe la vida y a las personas desde un filtro de incertidumbre. Se enfrenta a un ambiente familiar y social opresivo y desesperanzado, y todo lo que la rodea es un reflejo de la decadencia moral y social de la época. Otros personajes relevantes son la tía Angustias, una mujer rígida, represiva y sumida en la miseria emocional, quien representa las restricciones de una sociedad patriarcal y conservadora. Por último, destaca la figura de Juan, el joven del que Andrea se enamora, pero cuya relación se ve marcada por el vacío existencial y la falta de perspectiva.
Los temas principales de Nada incluyen la deshumanización y la alienación, fruto de la represión y censura de la época; la juventud y el desencanto en una sociedad opresiva; y el papel de la mujer, donde se percibe una clara lucha por la autonomía y la identidad femenina frente a los roles de obediencia y sumisión esperados en la época.
Nada, de Carmen Laforet, es una novela fundamental de la posguerra española que retrata, desde la perspectiva de una joven llamada Andrea, la dureza y el vacío emocional de una sociedad marcada por la represión y la pobreza. A través de una narración en primera persona y un estilo realista e intimista, Laforet logra transmitir la soledad, el desarraigo y la confusión existencial de la protagonista. La obra destaca por su profundidad psicológica, el uso de una prosa directa pero cargada de sensibilidad, y una crítica social implícita que refleja la falta de libertad y el peso de las convenciones.
Esta sección describe las propiedades lingüísticas y pragmáticas generales que caracterizan un texto como el presente, enfocado en el análisis literario.
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En cuanto a las características lingüísticas, el texto se dirige a un receptor colectivo y emplea un vocabulario accesible con el fin de persuadir. El emisor utiliza datos y añade su opinión para influir en los lectores a través del canal escrito.
El texto demuestra adecuación, coherencia y cohesión textual, cumpliendo con el propósito del emisor de opinar y persuadir. Se adapta al receptor mediante un registro lingüístico apropiado, facilitando su comprensión.
La coherencia se manifiesta no solo por su unidad temática, sino también por la organización lógica de las ideas. Se puede identificar una estructura deductiva, que parte de una introducción general para luego desarrollar aspectos más particulares.
Finalmente, la cohesión se logra mediante el uso adecuado de recursos gramaticales y léxicos, así como la presencia de marcadores textuales.
En resumen, el documento se clasifica como un texto expositivo-argumentativo de carácter humanístico, similar a un ensayo.