Portada » Español » Sintaxis Esencial del Español: Dativos, Sujeto, Predicado y Estructuras Oracionales
Denota la persona o cosa que resulta beneficiada o perjudicada por la acción verbal (suele aparecer con verbos transitivos). Ej.: Le abrieron la puerta para que saliera.
Es un CI de posesión; suelen presentarse relaciones inalienables como las partes del cuerpo. Las funciones que puede desempeñar son:
Cuando aparece un SPrep, la función es CCL: El perro le mordió en la pierna.
Pronombre átono no reflexivo que señala al individuo afectado indirectamente por la acción verbal. Ej.: No te me enfades. Se parece al de interés o simpático, pero no permite versión posesiva, a diferencia de los simpáticos.
Hace énfasis en cuestiones como el valor, mérito o esfuerzo empleado por alguien en una acción acabada. Concuerda con la persona del verbo. Ej.: Me he comido todo el chocolate.
Si está en forma personal, tiene que concordar con el Sujeto. Si está en forma no personal, no puede concordar con el Sujeto porque carece de rasgos flexivos. La excepción son los participios.
Si es un SN o SAdj, debe concordar con el Sujeto, excepto los que expresan evaluación. Ej.: El pájaro está sano. Si es un SAdv o SPrep, no puede concordar con el Sujeto, ya que el núcleo es invariable.
Son oraciones que no tienen sujeto expreso ni tácito. Se dividen en dos tipos principales:
En estas oraciones no se menciona el sujeto, pero se sobreentiende que alguien realiza la acción.
Se construyen con «se» + verbo en 3.ª persona del singular. Ejemplo: Se ha visto a Teresa. (= Alguien la ha visto, pero no se dice quién).
Se usa «tú» de forma general, pero no se refiere a alguien en particular. Ejemplo: Empiezas bien el día. (= Cualquiera empieza bien el día).
La acción la hace alguien desconocido o no mencionado. Ejemplo: Te han enviado un paquete. (= Alguien lo ha enviado, pero no se dice quién).
Son aquellas en las que el verbo no admite un sujeto.
Expresan fenómenos naturales y nunca tienen sujeto. Ejemplo: Llueve, amanece, truena.
Siempre se usa en 3.ª persona del singular, aunque parezca que el complemento sea plural. Ejemplo: Hay problemas en la escuela. (Incorrecto: Habían problemas).
No tienen sujeto, solo indican una condición. Ejemplo: Hace calor, es tarde, está nublado.
(Más de un verbo)
Las oraciones están al mismo nivel, es decir, cada una tiene sentido por sí sola. Se unen con palabras como «y», «pero» u «o».
Ejemplo: Rosa anduvo por la ciudad, pero Beatriz se quedó en casa. Si las separas, siguen teniendo sentido: Rosa anduvo por la ciudad. Beatriz se quedó en casa.
Una oración depende de la otra, no tiene sentido completo por sí sola. Ejemplo: Quiero que Alejandro venga a mi fiesta. «Que Alejandro venga a mi fiesta» depende de «quiero», por lo que no se entiende sola.
La coordinación se establece mediante conjunciones coordinantes.
Se forma mediante oraciones unidas por conjunciones copulativas. Aportan el significado de suma o adición. Las principales conjunciones que pueden aparecer son: y, ni, entre… y, tanto… como, ni… ni: Estuvimos de viaje en París y visitamos el Louvre. / No quiero ni verte ni escucharte.
Da lugar a oraciones unidas por una conjunción que une dos elementos en contraste. Las más utilizadas son: pero (Me gustan las judías, pero no las lentejas), mas (Sé que es tarde, mas todavía tengo mucho que hacer), sino (que) (No considero que mintiese, sino que ocultó la verdad), aunque (Sofía estaba cansada, aunque contenta tras la carrera).
Es un tipo de coordinación que genera oraciones unidas por conjunciones disyuntivas, que unen dos o más elementos alternativos, entre los que se debe elegir. Se utilizan las siguientes conjunciones: o (Te veré el lunes o el martes), o… o… (Podemos cocinar o paella, o hacer fideuá), o las locuciones sea… sea…, o bien… (o) bien…, o sea… o…, también llamadas conjunciones distributivas: Sea para bien o sea para mal, habremos aprendido algo.
Este tipo de construcción expresa, mediante recursos gramaticales, una relación de igualdad o desigualdad entre dos nociones. De esta manera, introduce una comparación. Las comparaciones se forman con los cuantificadores más, menos, igual o tan/tanto, según si son de superioridad, de inferioridad o de igualdad, respectivamente: Ana está ya más alta que lo que era Eva.
Las oraciones compuestas por yuxtaposición unen proposiciones sin nexos, separándolas con signos de puntuación (coma, punto y coma). No hay relación de dependencia entre ellas, solo adyacencia.
A diferencia de la coordinación y subordinación, la yuxtaposición no usa nexos y la relación entre las proposiciones se deduce por la puntuación.
Forman parte de otra oración y funcionan como un argumento dentro de la principal. Ejemplo: La creencia de que todos los gatos aman el pescado es falsa.
He comido un desayuno muy completo. (Correcto)
He comido que la llames. (Incorrecto)
Su uso depende de restricciones semánticas del elemento que las introduce.
Las subordinadas sustantivas se clasifican según:
Requiere un elemento subordinante (que, cómo).
La negación también suele exigir subjuntivo (No he oído que mañana te vayas). La alternancia indicativo/subjuntivo cambia el significado:
Dijo que venía. → Se considera cierto.
Dijo que vinieras. → Expresa petición u orden.
En subordinadas declarativas, el verbo en infinitivo no lleva elemento subordinante (Eduardo no sabe gestionar las redes). El infinitivo es una forma verbal no personal.
En interrogativas, puede ir con si o palabras interrogativas (Carlos no sabe si hacer yoga).
Para distinguir entre una perífrasis verbal y una oración subordinada sustantiva, se pueden aplicar dos pruebas:
Se puede sustituir el infinitivo por una subordinada con «que» y una forma personal, o se puede sustituir por un pronombre o un SN, como se muestra:
Ej.
Par mínimo:
La oración “Elsa tenga frío” está mal porque el verbo «tenga» está en subjuntivo sin un contexto adecuado. Para corregirla, necesita estar subordinada a una oración que exprese duda, deseo o hipótesis, como en “No es posible que Elsa tenga frío”, donde “que Elsa tenga frío” está subordinada a “No es posible”.
Es la actitud y el objetivo del hablante al emitir un enunciado.
Las oraciones subordinadas sustantivas se pueden clasificar según el tipo de elemento subordinante que las introduzca:
Son oraciones subordinadas de infinitivo, en las que el verbo en infinitivo (-ar, -er, -ir) ya indica la subordinación sin necesidad de un elemento adicional. Ejemplo: El doctor aspira a encontrar la cura.
Aquí, la subordinación está marcada por una conjunción, como «que» en oraciones declarativas o «si» en oraciones interrogativas. Ejemplos: Roberto afirma que Sandra conoce el proyecto (conjunción «que»). Roberto pregunta si Sandra conoce el proyecto (conjunción «si»).
En estas oraciones, el subordinante es una palabra interrogativa o exclamativa. Estas palabras también cumplen funciones dentro de la oración subordinada, como pronombres, determinantes o adverbios. Ejemplos: Me pregunto qué está arreglando Marta (palabra interrogativa «qué»). Fíjate en cuántas plantas han crecido (palabra interrogativa «cuántas»).
Además, las palabras interrogativas pueden ir seguidas de infinitivo (aunque es menos común), mientras que las exclamativas no lo permiten. Ejemplo:
Estudia cómo tratar el cáncer (interrogativa + infinitivo). *Le asombra cómo tratar el cáncer (incorrecto con exclamativa).