Portada » Tecnología » Tecnología de Abrasivos: Fundamentos y Aplicación en el Acabado Protésico
El repasado o acabado y el pulido de una prótesis tienen como objetivo eliminar el exceso de material y alisar las superficies irregulares. Los materiales utilizados para ello son fundamentalmente abrasivos.
Esto se debe hacer porque una superficie rugosa puede ser molesta y dificultar la higiene bucal, ya que los restos alimenticios y la placa pueden adherirse fácilmente a ella y, si está cerca de la encía, producir además irritación dolorosa y recesión gingival.
La abrasión es un proceso de desgaste por fricción. Se produce cuando una superficie dura y rugosa (p. ej., disco de papel de lija) o unas partículas duras e irregulares (p. ej., las que constituyen una lechada abrasiva) abren surcos en un material más blando y arrancan de su superficie el material de dichos surcos.
Un abrasivo tiene fundamentalmente un efecto cortante, pero sin seguir un patrón determinado; cada partícula o borde actúa como una cuchilla individual.
Tanto el repasado como el pulido se basan en principios similares. Para contornear o alisar inicialmente una superficie se utiliza una fresa o abrasivo de grano grueso y luego se eliminan los arañazos producidos mediante abrasivos de grano cada vez más fino. Se debe seguir estrictamente esta secuencia de abrasivos para conseguir un resultado correcto.
El proceso de la abrasión depende de las propiedades físicas y mecánicas del material abrasivo. La velocidad de abrasión depende de tres factores:
Para ser efectivo, un abrasivo debe cumplir con las siguientes características:
