Portada » Formación y Orientación Laboral » Salud Pública e Indicadores de Salud: Conceptos, Evolución y Aplicación Práctica
Este documento aborda los conceptos fundamentales de la salud pública, su evolución histórica, sus características, objetivos y funciones, así como la importancia de los indicadores de salud para su gestión y evaluación.
El concepto de salud pública, tanto como doctrina como práctica organizada, tiene sus inicios en el siglo XIX. Surge de la necesidad de crear instituciones y profesionales dedicados a mejorar el medio ambiente y proteger la salud de la población. Esto llevó a la aparición de los primeros servicios de “sanidad e higiene pública”.
La conceptualización de la salud pública ha evolucionado a lo largo del tiempo:
Como evolución del concepto de salud pública, surge la Salud Comunitaria. Se define como aquella en la que los integrantes de la comunidad intervienen activamente en la planificación y gestión de las acciones conducentes al óptimo estado de salud de sus miembros. La participación comunitaria es fundamental, y la información y educación sanitaria son imprescindibles para que los ciudadanos puedan participar de forma activa, consciente y responsable.
La salud pública se distingue por las siguientes características:
Las funciones esenciales de la salud pública se centran en la protección, restauración, promoción y prevención de la salud:
La promoción de la salud engloba acciones encaminadas a mejorar el nivel de salud de los individuos y colectivos para que alcancen su “óptimo de salud”. Actúa sobre poblaciones a priori sanas e incide prioritariamente sobre los estilos de vida.
Las bases de la promoción de la salud se sentaron en la primera Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud, celebrada en Ottawa (Canadá) en 1986.
“La promoción de la salud es un proceso que permite a las personas incrementar su control sobre los determinantes de la salud y, en consecuencia, mejorarla. La participación es esencial para sostener la acción en materia de promoción de la salud.”
— Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud
La Carta de Ottawa señaló la necesidad de:
La prevención de la enfermedad comprende acciones encaminadas a impedir la aparición de una enfermedad o a minimizar sus consecuencias negativas. Se distinguen tres niveles de prevención:
Para poder desarrollar eficazmente estas funciones, es necesario:
Los indicadores de salud son datos que permiten valorar el grado de salud de una población o reflejar algún cambio en ella. Son herramientas esenciales para tomar decisiones y poner en marcha intervenciones adecuadas de salud pública.
En la década de los 70, se produjo una crisis en la asistencia sanitaria, lo que llevó al modelo de la medicina tecnificada. A pesar de un creciente gasto, no se conseguía aumentar el nivel de salud porque no se hacía frente a los nuevos problemas de salud (enfermedades crónicas, estilos de vida). Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrolló un nuevo enfoque en sus políticas sanitarias, plasmado en la iniciativa “Salud para Todos en el Año 2000”.
En 1980, los Estados Miembros de la Región Europea de la OMS aprobaron una política común en materia de salud. Así se elaboraron 38 objetivos estructurados en cinco bloques, que marcaron la dirección de la Nueva Salud Pública: