Portada » Arte » Renacimiento Artístico: Maestros y Obras Clave en Arquitectura y Escultura
Se le considera uno de los artistas que marcaron la ruptura con el Gótico e introdujeron el nuevo estilo renacentista. Nació en Florencia, donde realizó sus obras más importantes. Arquitecto, escultor, inventor de máquinas e ingeniero, se interesó sobre todo por las matemáticas, definiendo con precisión los principios fundamentales del sistema de proporciones y las leyes de la perspectiva.
Se convocó un concurso para realizar unas puertas de bronce para el Baptisterio de Florencia. Brunelleschi presentó su proyecto, aunque el seleccionado fue el de Ghiberti. Introdujo en sus obras las leyes de la proporción y la perspectiva que tomó de los clásicos. Por ello, en sus realizaciones predominan las líneas rectas y los volúmenes cúbicos.
Su obra más famosa es la Cúpula de la Catedral de Santa María del Fiore. Otras obras destacadas incluyen la Iglesia de San Lorenzo, Santo Spirito y la Capilla Pazzi.
Fue el prototipo del perfecto humanista, ya que poseía conocimientos de teatro, música, derecho, pintura y arquitectura. Gran estudioso de la Antigüedad, escribió varios tratados de arte, como De re aedificatoria, Della pittura y De statua.
Entre sus obras arquitectónicas se encuentran la Iglesia de San Andrés en Mantua, el Palacio Rucellai en Florencia, el Templo Malatestiano en Rímini y la fachada de la Iglesia de Santa María Novella en Florencia.
Está considerado un auténtico erudito que escribió tratados sobre arquitectura y la proporción perfecta de los cuerpos. Fue un estudioso de las ruinas grecorromanas y en sus obras prima el carácter estructural y la monumentalidad. Su obra más emblemática es el Templete de San Pietro in Montorio.
Trabajó principalmente en Vicenza, uno de los centros del Renacimiento veneciano. Fue en esta ciudad donde desarrolló su labor como arquitecto. Fue un estudioso de la Antigüedad clásica, asimilando los conceptos y adaptándolos a su lenguaje arquitectónico. Escribió su conocido tratado Los cuatro libros de la arquitectura, cuya influencia posterior sería fundamental para la historia de esta disciplina.
Construyó edificios de carácter religioso y civil, por ejemplo, la Iglesia del Redentor en Venecia, la Villa Capra y el Teatro Olímpico, ambos en Vicenza.
La escultura renacentista surge en Italia y se distingue en dos etapas principales: el siglo XV o Quattrocento, y el siglo XVI o Cinquecento.
Entre los escultores más destacados de este periodo se encuentran Ghiberti y Donatello.
Se le considera el iniciador del nuevo estilo. Fue un gran humanista, al igual que Brunelleschi, Alberti y Donatello. Su técnica favorita era el trabajo en bronce, tratando con gran maestría el relieve, el paisaje y la figura humana.
En torno a 1400, para elegir al artista, se convocó un concurso que consistía en presentar un relieve en bronce con la escena del Sacrificio de Isaac. Ghiberti fue el seleccionado. De esta manera, el escultor realizó la Puerta Norte del Baptisterio. Ante el éxito conseguido, se le encargó la decoración de la siguiente puerta del Baptisterio: la Puerta del Paraíso (este).
Las Puertas del Baptisterio de Florencia son la obra maestra de Ghiberti.
Nació en Florencia y está considerado el escultor más importante del Quattrocento. Trabajó como ayudante de broncista en el taller de Ghiberti, viajó a Roma junto a Brunelleschi y colaboró a su regreso en las puertas del Baptisterio con su maestro.
Las características de su escultura vienen determinadas por un fuerte realismo, el naturalismo y una gran fuerza expresiva y emocional. Consiguió un perfecto dominio de la anatomía humana, lo que le permitió representar al ser humano en su belleza y fealdad en todas las etapas de su vida: niñez, adolescencia, madurez y vejez.
Utilizó el stiacciato, una técnica de bajo relieve en la que los planos de la composición se aplastan unos contra otros, manteniendo escasos milímetros entre ellos. Esta técnica la podemos apreciar en uno de los seis relieves en bronce de la pila bautismal de Siena, en el que representa la escena del Banquete de Herodes.
Entre sus obras más célebres se encuentran: el David, San Jorge, el Condotiero Gattamelata y El Profeta Habacuc.
Miguel Ángel se consideraba, por encima de todo, escultor. Para Miguel Ángel, la escultura ya estaba en el bloque de piedra; solo tenía que quitar lo que sobraba. Siendo muy joven, entró en la Escuela de artistas amparado por Lorenzo de Médici. Allí tuvo como maestro al broncista y escultor Bertoldo di Giovanni, quien lo familiarizó con la escultura clásica.
Cuando apenas contaba 23 años, recibió el encargo de una de las obras más bellas que se conservan en la actualidad: La Piedad. Más tarde, realizó dos versiones del mismo tema: La Piedad del Duomo y La Piedad Rondanini. Entre 1501 y 1504, realizó el famoso David para la ciudad de Florencia.
Uno de los proyectos más ambiciosos de Miguel Ángel, cuya ejecución le llevó gran parte de su vida, fue el Sepulcro de Julio II, que quedó inconcluso y del que forma parte su famoso Moisés. Entre 1520 y 1534, realizó los Sepulcros de los Médici.
El estilo de Miguel Ángel se caracteriza por la grandiosidad de las figuras, las anatomías tensas y dinámicas, y la terribilità, es decir, la expresión de las pasiones interiores hasta puntos dramáticos, lo que supuso una ruptura con el clasicismo.