Portada » Geografía » Régimen Hídrico en la Península Ibérica: Características y Aprovechamientos
1. Evolución del caudal del río: Señalamos los puntos de crecimiento (máximos) y de estiaje (mínimos).
2. Tipo de régimen
3. Aprovechamiento
1. Factores físicos
La vertiente mediterránea drena el 31% de los ríos peninsulares. Al igual que en la vertiente atlántica, el relieve y la topografía son los principales factores físicos que determinan las divisorias de aguas y la organización de las cuencas. La escorrentía se ve afectada por la permeabilidad del roquedo. El clima es crucial, ya que las escasas precipitaciones y la fuerte evaporación estival definen el caudal y el régimen de estos ríos. La vegetación en las laderas, a menudo degradada en esta zona, tiene una capacidad limitada para mitigar la erosión y regular el caudal. En cuanto a las zonas palustres y lacustres, su existencia se debe a la acumulación de agua en depresiones del terreno. Los lagos se forman en cubetas que pueden ser de origen endógeno (tectónico o volcánico) o exógeno (glaciar, kárstico o eólico). Los humedales son extensiones de terreno cubiertas por aguas poco profundas, de forma temporal o permanente.
2. Tipo de régimen y características
Ríos de la vertiente mediterránea: Exceptuando el río Ebro, los ríos de esta vertiente son cortos, ya que nacen en montañas próximas al mar. Esto provoca que erosionen violentamente las laderas deforestadas. Su caudal es escaso debido a las reducidas precipitaciones y su régimen es muy irregular. Presentan un acusado estiaje en verano, que puede ser muy prolongado en los ríos más meridionales. Son propensos a sufrir crecidas catastróficas en otoño, causadas por lluvias torrenciales.
Lagos y Humedales: Presentan una tipología muy diversa:
Humedales: Son importantes zonas de transición entre el agua y la tierra, sirviendo de lugar de anidamiento y parada para aves migratorias. Destacan las lagunas de Toledo, las marismas del Guadalquivir o el delta del Ebro. Baleares y Canarias: Carecen de ríos propiamente dichos, contando con arroyos y torrentes alimentados por manantiales.
3. Aprovechamientos hídricos, impacto de la actividad humana y políticas aplicadas
Aprovechamientos: Debido al régimen irregular y el estiaje severo de los ríos mediterráneos, ha sido necesario construir embalses para regularizar el caudal, asegurar el suministro de agua a núcleos de población, la agricultura y la industria.
Impacto y Regulación: El impacto principal en esta vertiente está ligado a la gestión de las crecidas catastróficas de otoño, que pueden provocar inundaciones devastadoras.
1. Factores físicos
La organización de las vertientes hidrográficas y las cuencas fluviales en la Península Ibérica está determinada fundamentalmente por el relieve y la topografía, que actúan como divisorias de aguas, separando las cuencas por unidades del relieve. La pendiente del terreno influye directamente en la erosión de los ríos. El material rocoso (más o menos permeable) determina la escorrentía, es decir, si el agua circula mayoritariamente por la superficie o de forma subterránea. El clima es otro factor esencial, ya que las precipitaciones definen el caudal y sus variaciones anuales, mientras que las temperaturas influyen en la evaporación. La vegetación también modera el impacto fluvial al dar sombra (reduciendo la evaporación), frenar la erosión y retrasar la incorporación del agua de precipitación al cauce, disminuyendo el riesgo de inundaciones. Una vertiente hidrográfica agrupa al conjunto de cuencas cuyas aguas vierten al mismo mar. La vertiente atlántica (incluida la cantábrica) es la más extensa, recibiendo el 69% de los ríos peninsulares, mientras que la mediterránea drena el 31% restante.
2. Tipo de régimen y características
Ríos de la vertiente cantábrica: Estos ríos son cortos, ya que nacen en montañas cercanas a la costa. Presentan una gran fuerza erosiva al salvar un desnivel considerable entre su origen y desembocadura. Son caudalosos y poseen un régimen bastante regular gracias a la abundancia y constancia de las precipitaciones.
Ríos de la vertiente atlántica: Con la excepción de las pequeñas cuencas gallegas y andaluzas, los ríos atlánticos son largos, pues nacen cerca del Mediterráneo y desembocan en el Atlántico. Su fuerza erosiva es escasa ya que discurren mayoritariamente por llanuras, aunque forman barrancos en los desniveles. Su caudal es abundante debido a sus numerosos afluentes, pero su régimen es irregular. Presentan estiaje (mínimo caudal) en verano, coincidiendo con el mínimo de precipitación, y crecidas con las lluvias de otoño y primavera.
3. Aprovechamientos hídricos, impacto de la actividad humana y políticas aplicadas
Aprovechamientos: En la vertiente cantábrica, aprovechando la topografía abrupta y el caudal abundante, se han construido embalses destinados a la producción hidroeléctrica.
