Portada » Química » Química Fundamental: Estructura Atómica, Tabla Periódica y Enlaces Moleculares
Numerosas experiencias fueron realizadas y analizadas para explicar la estructura del átomo, concluyendo que la materia es de naturaleza eléctrica y que los átomos, lejos de ser indivisibles, están formados por partículas aún más pequeñas.
Las moléculas son la unión de una cierta cantidad de átomos, constituyendo la mínima porción de materia que conserva las propiedades químicas de una sustancia.
La tabla periódica está intrínsecamente relacionada con la estructura electrónica de los átomos, abarcando tanto aquellos que se encuentran en la naturaleza como los que se han sintetizado en el laboratorio.
En la tabla existen 7 periodos. El número del periodo indica la cantidad de niveles energéticos (órbitas) que tienen los átomos de los elementos que se ubican en dicho periodo. Todos los periodos comienzan con un metal (excepto el n.º 1) y terminan con un gas inerte (salvo el n.º 7).
Todos los elementos de un mismo grupo presentan igual configuración electrónica externa. Los elementos ubicados en un mismo grupo presentan propiedades químicas similares y sus propiedades físicas están relacionadas.
Una línea quebrada, que pasa entre el boro y el aluminio y desciende hasta el polonio y el ástato, marca la separación entre metales y no metales. Sin embargo, esta separación no debe interpretarse como un límite absoluto. Los elementos situados después del uranio reciben el nombre de transuránicos.
Es una propiedad periódica que mide la tendencia que tiene un átomo, dentro de una molécula, para atraer los electrones. Los elementos más electronegativos son los halógenos, siendo el flúor el que presenta el valor más elevado. Esta propiedad aumenta de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba en la tabla periódica.
Es la cantidad de protones que tiene un átomo. En un átomo neutro, es igual a la cantidad de electrones. Los protones (p+) están en el núcleo y los electrones (e-) están girando alrededor de él.
Fórmula del Número Atómico: Z = p+ = e-
Es la suma de protones y neutrones (nº).
Fórmula del Número Másico: A = p+ + nº
Los electrones (e-) que se encuentran alrededor del núcleo se distribuyen en niveles de energía, enumerados desde N=1 hasta N=7. Cada nivel de energía posee una energía determinada y una cantidad máxima de electrones.
Cuando aumenta el número de niveles, también aumentan los subniveles, y se produce el entrecruzamiento. La razón de esto es que los electrones se distribuyen desde los subniveles de menor energía hacia los de mayor energía.
Si un átomo pierde o gana electrones en su nivel energético exterior, su carga eléctrica se descompensa y deja de ser neutro. Al perder electrones, predomina la carga de los protones (p+) y se comporta como una partícula con carga positiva (+). Al ganar electrones, su carga es negativa (-).
Se denomina uniones químicas a las fuerzas que mantienen unidos a los átomos dentro de una molécula. Los átomos se unen porque los compuestos que forman alcanzan un estado de menor energía, resultando más estables que los átomos cuando están separados.
Toda unión química implica la superposición de órbitas electrónicas de su último nivel de energía.
Los procesos de unión química se representan utilizando los símbolos de Lewis, que constan del símbolo del elemento rodeado por puntos que representan los electrones de valencia.
Na+ (catión) Cl- (anión)
Es la cantidad de electrones que un átomo utiliza durante una unión química. Específicamente para la unión iónica, es la cantidad de electrones que el metal pierde y la cantidad de electrones que el no metal gana.
Esta unión se produce entre átomos de elementos no metálicos. Forman enlaces y comparten electrones.
Se produce cuando un par electrónico compartido es provisto de igual forma por los átomos. Si se comparten 1, 2 o 3 pares de electrones, la covalencia puede ser:
Es una unión covalente en la cual el par de electrones que se comparten es aportado por un solo átomo. El átomo que aporta los electrones se llama dador, y el que los recibe, aceptor. Las uniones covalentes normales se indican con guiones (—), y las dativas con una flecha (→) cuya punta se dirige hacia el aceptor.
Se da cuando los átomos poseen la misma electronegatividad. Por ejemplo, dos átomos de hidrógeno tiran de igual manera, por lo tanto, no hay direccionalidad o polaridad. En la molécula de dióxido de carbono, aunque está formada por dos átomos distintos que atraen a los electrones de manera diferente, su disposición geométrica simétrica determina que sea una molécula no polar. Son moléculas con una distribución simétrica de cargas.
Se caracteriza por una forma desigual de compartir electrones. Se utiliza la letra griega delta minúscula (δ) para indicar las cargas parciales en la molécula. Si la disposición geométrica espacial es angular, esto implica una distribución de carga que hace que cada molécula actúe como un imán, donde el centro de la carga positiva no coincide con el centro de la carga negativa.
Es la unión de dos o más metales, formando estructuras gigantes tipo cristales en las cuales los átomos están distribuidos en un patrón regular y los electrones se encuentran deslocalizados.
Son compuestos binarios muy sencillos. Están formados por la combinación de oxígeno con metales.
Se forman combinando el oxígeno con los no metales. Para su formulación, se colocan los símbolos correspondientes intercambiando las valencias. Entre los más conocidos se encuentran el dióxido de azufre, el monóxido de nitrógeno y el dióxido de carbono; todos ellos importantes contaminantes atmosféricos.
Son compuestos ternarios que se obtienen por la combinación de un óxido básico con tantas moléculas de agua como átomos de oxígeno contenga el óxido.
Toda reacción química se representa por medio de ecuaciones, donde dos o más sustancias se unen para formar un determinado producto. Según la Ley de Conservación de la Masa (o Ley de Lavoisier), la cantidad de átomos en las sustancias reaccionantes debe ser igual a la cantidad de átomos en el producto de reacción.
Para nombrar los compuestos químicos, existen distintos sistemas de nomenclatura. La IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) aconseja utilizar el sistema de nomenclatura sistemática o de composición.
Es todo aquello que ocupa un lugar en el espacio, posee masa y puede ser percibido por nuestros sentidos.
Porción limitada de materia. Todo lo que nos rodea y nos constituye está formado por materia y energía: aire, suelo, luz, calor, minerales, etc.
Tipos o clases de materia. Es aquello que posee propiedades intensivas, específicas o constantes físicas idénticas en toda su extensión.
No dependen de la cantidad de materia. Ejemplos: punto de ebullición, densidad.
Sí dependen de la cantidad de materia. Ejemplos: volumen, peso, longitud, superficie.
Líquido, Sólido o Gaseoso.