Portada » Geología » Procesos Geológicos Internos: Magmatismo, Vulcanismo y Deformación Tectónica
Un magma es una masa de material fundido generada en el interior terrestre. Está compuesta por rocas fundidas (la fase líquida), una fracción sólida (cristales y xenolitos) y gases disueltos (volátiles), principalmente vapor de agua, CO₂ y óxidos de azufre.
Los magmas se clasifican principalmente según su contenido en sílice (SiO₂).
La fusión de las rocas sólidas para formar magma se produce por tres mecanismos principales:
La molécula de agua se separa en iones (OH⁻ y H⁺) que actúan como ‘tijeras químicas’, rompiendo los enlaces entre átomos y facilitando la fusión de los silicatos.
Las dorsales oceánicas son los lugares donde mayor cantidad de magma se genera, formando la nueva corteza oceánica, constituida por rocas ígneas. En estos bordes, la litosfera se adelgaza, la presión disminuye y la astenosfera asciende, sufriendo una fusión parcial por descompresión.
El magma basáltico resultante asciende y puede:
La placa oceánica se subduce y, al llegar a la fosa, está cargada de sedimentos y minerales hidratados. Al calentarse en el manto, estos minerales liberan volátiles (principalmente agua) que reducen el punto de fusión de las rocas del manto suprayacente.
Al ascender, el magma puede sufrir procesos de diferenciación magmática o asimilación de la roca encajante, lo que modifica su composición.
Se origina por un penacho térmico (plume) que asciende desde el manto profundo por una corriente de convección. La fusión se debe principalmente a la disminución de la presión a medida que el penacho se acerca a la superficie.
El magma, al ser menos denso que la roca a partir de la cual se forma, tiende a ascender y acumularse en una cámara magmática. Desde aquí, puede acceder al exterior y generar vulcanismo.
Se entiende por metamorfismo el conjunto de procesos que transforman las rocas en el interior de la Tierra por efecto de la presión y el calor, sin llegar a fundirlas. Estos procesos incluyen:
Los agentes del metamorfismo son el calor, la presión (litostática o debida a esfuerzos tectónicos) y la presencia de fluidos (agua).
Según el agente que predomine, se distinguen tres grandes tipos de metamorfismo:
El metamorfismo se manifiesta de manera diferente en los bordes de placa:
Las rocas sufren deformaciones debido a los esfuerzos generados por la tectónica de placas. Predominan los siguientes movimientos:
Todas las rocas muestran un cierto comportamiento elástico ante los esfuerzos; una vez que estos cesan, recuperan su forma original. No obstante, si la deformación supera su límite elástico, la roca se deforma permanentemente según dos comportamientos básicos:
Las diaclasas son fracturas en las que no existe desplazamiento de los bloques fracturados.
Las fallas son fracturas a lo largo de las cuales sí ha ocurrido un desplazamiento. En una falla se distinguen el plano de falla y los bloques fracturados o labios. La magnitud del desplazamiento se denomina salto.
Los límites entre placas generan gran parte de los grandes relieves del planeta: cordilleras, dorsales, fosas, rifts continentales y arcos de islas.
