Portada » Psicología y Sociología » Principios y Dilemas de la Bioética: Del Consentimiento al Final de la Vida
La bioética es el estudio sistemático de la conducta humana en las áreas de las ciencias de la vida y la investigación clínica/biología. Van Rensselaer Potter la consideró, en 1970-71, como un puente entre las ciencias y las humanidades.
El Informe Belmont (1978) fue pionero en distinguir tres principios éticos fundamentales: respeto a la persona, beneficencia y justicia.
Posteriormente, Beauchamp y Childress definieron los cuatro principios que hoy son la base de la bioética moderna:
El individuo autónomo es aquel que «actúa libremente de acuerdo con un plan autoescogido». Este principio se fundamenta en:
Hace referencia a la obligación de no infringir daño intencionalmente. Las reglas derivadas de este principio incluyen:
Consiste en prevenir el daño, hacer el bien y promover el bienestar de otros. A diferencia de la no maleficencia, la beneficencia siempre implica una acción. Beauchamp y Childress distinguen dos tipos:
La beneficencia hace referencia a actos de buena voluntad, caridad, altruismo, amor o humanidad.
Se define como el tratamiento equitativo y apropiado a la luz de lo que es debido a una persona o grupo. En esencia, es «darle a cada uno lo que le corresponde».
Basado en el principio de «el mayor bien para el mayor número», fue representado por Jeremy Bentham y John Stuart Mill. Se centra en los resultados y la utilidad de las acciones.
Se enfoca en la dignidad intrínseca de la persona humana. Destacan pensadores como Immanuel Kant y, en la actualidad, el personalismo de Elio Sgreccia.
Es el sistema basado en los cuatro principios básicos (beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia), propuesto por Tom Beauchamp y James Childress.
Sostiene que la ética se basa en principios universales, apelando a valores que trascienden culturas y épocas.
Fue la primera regulación internacional que estableció normas éticas claras para la investigación con seres humanos. Surgió tras los juicios por crímenes de guerra médicos, estableciendo el consentimiento voluntario como un pilar fundamental y fijando límites éticos estrictos. Sigue vigente.
Es una guía internacional que establece criterios para la ética en la investigación médica, incluyendo la revisión por comités de ética y la protección de los sujetos. Distingue entre la investigación clínica (con beneficio directo para el participante) y la no clínica (sin beneficio directo).
Consagra derechos fundamentales que protegen la dignidad, la libertad, la igualdad y la protección contra la tortura y los tratos inhumanos, principios que son la base de la bioética.
Establece los principios de respeto por las personas, beneficencia y justicia como marco para la investigación con seres humanos en Estados Unidos.
Son directrices internacionales que adaptan los principios éticos a diversos contextos culturales y científicos, enfatizando la protección de poblaciones vulnerables y la revisión ética. Se actualizan periódicamente (última versión relevante en 2016).
Ezekiel Emanuel propuso siete criterios que toda investigación clínica debe cumplir para ser considerada ética:
Un Comité de Ética es un grupo multidisciplinario de profesionales que vigila que las instituciones actúen con honestidad y respeto. Sus funciones principales son:
Sus miembros se eligen democráticamente y su función principal es generar confianza, asegurando prácticas responsables y respetuosas con los derechos de las personas.
La Ley 20.120 establece que toda investigación científica en seres humanos debe ser aprobada por un comité de ética acreditado, garantizando que se cumplan los estándares éticos y legales.
Clínicamente, se considera que la muerte es irreversible cuando se diagnostica la muerte cerebral.
Se refiere a medidas médicas que prolongan la vida de forma artificial, pero que implican un gran sufrimiento, un alto costo o una escasa probabilidad de éxito. No son moralmente obligatorios si no ofrecen un beneficio real al paciente.
Son intervenciones médicas que no pueden alcanzar el objetivo terapéutico deseado. La futilidad es la inutilidad desde el punto de vista médico, ya que no proporcionan un beneficio clínico comprobado ni un impacto positivo en la calidad o duración de la vida.
Consiste en mantener o aplicar tratamientos desproporcionados o inútiles que solo prolongan el sufrimiento del paciente. Es una conducta éticamente reprobable, ya que ignora el principio de beneficencia y el respeto a la dignidad del enfermo.
Es un documento legal y ético donde una persona expresa anticipadamente su voluntad sobre los tratamientos médicos que desea o no recibir en caso de perder la capacidad de decidir por sí misma. Permiten respetar la autonomía del paciente hasta el final.
