Portada » Filosofía » Principios de Ética y Deontología Profesional en la Comunicación
El derecho es una norma positiva de obligado cumplimiento.
La deontología es la disciplina que estudia los deberes u obligaciones morales de cada profesión. Su objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales. Son normas de obligado cumplimiento para algunos colectivos profesionales. No son normas positivas, es decir, si no se cumplen, no está penado como el derecho.
Dentro de la ética se encuentran el derecho y la deontología, que en algún momento se intersecan. La historia engloba todo, conformando la sociedad actual. La ética es el pilar para configurar normas, códigos y figuras éticas, tanto en el ámbito del derecho como en el de la deontología.
A un profesional de la información se le exige que desarrolle tres grandes ejes en su formación:
De estos tres pilares (Ética, Sociología e Historia) deriva el sistema axiológico, que representa el conjunto de valores que hemos conformado como sociedad a lo largo del tiempo. Aunque está en continua transformación, existen valores fundamentales, denominados virtudes, que tienden a permanecer inalterados.
La deontología tiene un carácter eminentemente práctico. Ofrece pautas para que los profesionales alcancen el fin que les corresponde (por ejemplo, informar a la sociedad).
La ética nos proporciona información sobre costumbres y sistemas de valores.
La moral se refiere a cuestiones espirituales y establece cómo podemos actuar de la mejor manera para generar informaciones correctas.
Los códigos deontológicos comprenden normas y criterios morales de obligado cumplimiento para un colectivo profesional.
Una profesión es la manifestación pública de una actividad a la que nos dedicamos. A menudo, la profesión se asocia con el empleo, implicando una actividad económica que reporta un beneficio y permite la subsistencia.
La verdad es la base de la objetividad. Se define como la adecuación entre diversas percepciones de un mismo hecho, acción u objeto. El periodismo se enfoca en verdades verosímiles, probables y argumentables, basándose en la evidencia y la contrastación de fuentes.
La veracidad consiste en decir la verdad.
Es crucial entender que verdad y veracidad no son sinónimas.
La VERDAD es la concordancia objetiva entre la realidad y lo que de ella pensamos, decimos o escribimos en los medios.
La VERACIDAD es la concordancia subjetiva, que implica la disposición de la persona, entre los hechos reales y lo que difundimos de ellos.
Estos conceptos nos permiten diferenciar entre tres grandes bloques de contenidos informativos:
Existe un contrato implícito entre los periodistas, la ciudadanía y las empresas informativas:
*El contrato fiduciario implica que un periodista se compromete a informar con un mínimo de objetividad, o de lo contrario, la sociedad podría eximirlo de su deber de ofrecer información.
La objetividad informativa se entiende como la adecuación a diversas verdades:
El sensacionalismo ocurre cuando lo que prima en el contenido es inmoral o cuando la noticia se basa en el rumor, buscando impactar más allá de la relevancia informativa.
El amarillismo se diferencia del sensacionalismo por un componente de tendenciosidad que produce irregularidades y deforma la información. La falta de veracidad introduce apariencias y suposiciones. Todos los códigos deontológicos exigen al periodista diferenciar claramente entre hechos y opiniones, así como entre publicidad e información.
La llegada de Internet ha transformado la sociedad, aportando inmediatez, internacionalidad y gratuidad en el acceso a una cantidad ingente de información. En este contexto, la autorregulación es un rasgo distintivo e indispensable de la profesión periodística. Para mantener la profesionalidad, es fundamental: