Portada » Historia » Orígenes y Desarrollo del Movimiento Obrero en España (1868-1910)
Durante el Sexenio Democrático llegaron a España las ideas socialistas y anarquistas y se formaron los primeros núcleos vinculados a la Primera Internacional (AIT), creada por Karl Marx en Londres en 1864 con el objetivo de conseguir la liberación de la clase trabajadora, acabando con la propiedad privada y logrando así una sociedad más igualitaria.
En 1871 se produjo un enfrentamiento en el seno de la AIT entre:
La Revolución de 1868 en España supuso la restauración de la libertad de expresión y de asociación, lo que facilitó el contacto con la AIT. En 1868 llegó a Madrid Fanelli, enviado por Bakunin para extender las ideas anarquistas por España. Creó los primeros núcleos afiliados a la AIT. Las ideas anarquistas arraigaron más entre los trabajadores industriales catalanes y los campesinos andaluces.
En 1870 se celebró el Primer Congreso Obrero Español en Barcelona. Allí se fundó la Federación Regional Española (FRE) de la AIT. En este congreso se acordó:
En 1873, la FRE contaba con más de 40.000 afiliados, agrupados en más de 200 federaciones locales.
En 1871 llegó a Madrid Paul Lafargue, enviado por Marx para difundir el socialismo. Las discrepancias entre marxistas y anarquistas finalizaron con la expulsión de los socialistas de la FRE.
Con la Restauración Borbónica (1874), la Internacional empezó a perder fuerza al ser declarada ilegal, por lo que tuvo que organizarse en la clandestinidad. Las organizaciones obreras no pudieron actuar en la legalidad hasta 1881, cuando subieron al poder los liberales.
El anarquismo se extendió por Andalucía, Levante y Cataluña. El número de afiliados creció y parte de los anarquistas se mostraron partidarios de la “acción directa” ante la continua represión al movimiento obrero. El objetivo de la “acción directa” fue atentar contra el Estado, la Iglesia y la burguesía.
Entre 1893 y 1897 se atentó contra figuras como Cánovas y el General Martínez Campos, y se produjeron ataques como la bomba en el Liceo de Barcelona o la bomba en la procesión del Corpus. Los atentados originaron una fuerte represión hacia todo el anarquismo, lo que a su vez provocaba más atentados (acción/reacción/acción).
El momento más difícil fue durante los Procesos de Montjuïc, en los que fueron condenados a muerte 5 anarquistas. La división del anarquismo era cada vez mayor entre los partidarios de la acción directa y los partidarios de la acción de masas. Estos últimos daban prioridad a la fundación de organizaciones sindicales y veían difícil acabar con el Estado por medio de atentados.
En las primeras décadas del siglo XX, el anarquismo se afianzó en Andalucía y Cataluña. En 1910 se fundó el sindicato Confederación Nacional del Trabajo (CNT). El nuevo sindicato defendía:
Sus líderes fueron: Salvador Seguí, Ángel Pestaña y Joan Peiró. La evolución de la CNT fue anómala, al sucederse periodos de fuerte crecimiento y de decrecimiento debido a las fuertes represiones e incluso a su prohibición.
En 1879, Pablo Iglesias y un grupo de marxistas fundaron el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Se definía como un partido marxista, partidario de la revolución social, defensor del sufragio universal, del derecho de asociación y de la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores. Se afilió a la II AIT y consiguió su primer diputado en 1910.
En 1888 se creó el sindicato socialista Unión General de Trabajadores (UGT). Se organizaba en secciones por oficios en cada localidad. Se declaró no vinculado a ninguna ideología política para aumentar su número de afiliados. Su objetivo era mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Para ello, defendió:
A partir de 1880, como en el resto de Europa, los gobiernos empezaron a intervenir y a regular las relaciones económicas y laborales. Se reguló el trabajo infantil, se crearon barrios para obreros, etc. Pero fue en las primeras décadas del siglo XX cuando se regularon las condiciones laborales y la negociación colectiva de manera más significativa.