Portada » Magisterio » Optimización del Trabajo Colaborativo y la Productividad Personal en el Ámbito Educativo
Un equipo de trabajo es un conjunto de personas que se organizan de una forma determinada para lograr un objetivo común.
Los integrantes del equipo de trabajo deben estar cualificados y tener el deseo de cooperar. Debe haber una variedad de habilidades. Para un buen desempeño del equipo se requieren tres tipos de habilidades:
Para establecer una meta, primero hay que reconocer que existen dos tipos de metas: la individual y la grupal. Las metas tienen un enorme poder de motivación. Las metas del trabajo en equipo en ocasiones son planeadas y establecidas por los propios integrantes.
Dependen de la complejidad de la tarea y la composición del equipo. Los pasos son:
El desarrollo del trabajo en equipo se construye a través de una serie de etapas que los participantes atraviesan para poder funcionar en función del objetivo con el que fueron integrados:
Identificar los tipos de participantes en los grupos es clave para una dinámica efectiva:
Las cosas que más fácilmente captan nuestra atención suelen ser:
Una mala organización del propio trabajo y un uso ineficiente del tiempo se manifiestan en:
Es cuando se deja todo para después, siendo un mal hábito del comportamiento. Sin embargo, quien lo padece no siempre lo considera un problema.
No saber gestionar bien el tiempo tiene repercusiones significativas:
Generalmente, las personas proactivas son más ágiles, más propicias y más predispuestas para controlar y mejorar su gestión del tiempo.
Es un principio empírico basado en la observación. Según Pareto, la sociedad se divide en dos grandes grupos: uno de ellos (equivalente al 20% del total) tiene el 80% de algo (de cualquier cosa) y el otro grupo (80% del total) tiene el 20% de la misma cosa. Aplicado a la gestión del tiempo, sugiere que el 20% de nuestras actividades generan el 80% de nuestros resultados.
Trabajar sin plazos, sin tener en cuenta la existencia de otras tareas que también deben ser realizadas, supone un elevado riesgo. Si se asigna una hora a una tarea, es casi seguro que llevará una hora para hacerla. Pero si se asigna solo media hora, posiblemente ocupará poco más de esa media hora. El reto es asignar tiempo suficiente, pero no excesivo.
A la hora de fijar prioridades para el trabajo efectivo, hay que tener en cuenta que la gestión eficiente del tiempo se centra en las tareas para conseguir los objetivos. Al dar un orden de prioridad a las actividades, se podrá gestionar mejor el tiempo:
Es una técnica de gestión de origen japonés utilizada generalmente en instalaciones productivas que pretende lograr un buen ambiente laboral en una empresa ordenada y limpia, lo cual permitiría que el puesto de trabajo esté bien organizado con menores pérdidas de recursos:
Es una de las técnicas o buenas costumbres que todo el mundo recomienda a los demás y pocas personas utilizan convenientemente. Su finalidad es reducir el campo de la incertidumbre. La planificación supone, por otra parte, una nueva paradoja: no se planifica porque se tenga más tiempo, sino que se planifica para tenerlo.
Gran parte de nuestra jornada laboral está sometida a lo que acontece en el día a día. Para gestionar estos imprevistos, es decir, hechos no planificados y a los que debemos atender, inicialmente tenemos que formularnos las siguientes preguntas para tomar nosotros una decisión u otra.