Portada » Educación Artística » Objetivos Fotográficos: Tipos, Características y Aplicaciones Esenciales
El objetivo fotográfico es un componente esencial de la cámara, un tubo con lentes de cristal o plástico, situadas una detrás de la otra, que dirige el haz de luz hacia el sensor de la cámara fotográfica. Pueden ser fijos o intercambiables. Cuando se realiza una fotografía, la luz entra en la cámara durante un breve instante. Cada objetivo tiene una distancia focal y características propias que definen su comportamiento y el tipo de imagen que puede capturar.
Dependiendo de su ángulo de campo (o ángulo visual) y de su distancia focal, los objetivos pueden clasificarse en las siguientes categorías:
Con un ángulo de visión similar al ojo humano (aproximadamente 45°), los objetivos normales suelen tener una distancia focal de 40 o 50 mm. Se caracterizan por ofrecer poca distorsión y una gran naturalidad en la perspectiva (excepto en tomas a muy poca distancia). Son objetivos muy luminosos, y la imagen capturada se acerca mucho a la percepción visual real.
Estos objetivos poseen un ángulo de visión superior al del ojo humano, con distancias focales típicas de 16, 24, 28 o 35 mm. Son ideales para fotografiar áreas muy extensas, como paisajes o espacios abiertos, ya que ofrecen una mayor profundidad de campo. Sin embargo, pueden crear una ilusión óptica que distorsiona el tamaño real de los objetos: los elementos más cercanos al objetivo parecen exageradamente grandes, mientras que los más distantes se ven trasladados hacia atrás y más pequeños de lo que realmente son. Por debajo de 28 mm, se consideran gran angular.
Los teleobjetivos tienen un ángulo de visión inferior al humano y una distancia focal que supera los 70 mm, pudiendo llegar hasta los 2000 mm. Permiten acercar motivos lejanos, pero su ángulo de visión es muy estrecho, lo que solo permite encuadrar una pequeña parte de la escena, eliminando los elementos alejados del motivo principal. Su profundidad de campo es muy reducida. El teleobjetivo da la impresión de que los elementos se encuentran más cerca unos de otros de lo que percibimos con los ojos. Son ideales para realizar fotografías en deportes y otras competiciones.
Se clasifican según su distancia focal:
Conviene utilizarlos con trípode y estabilizador de imagen, sobre todo con grandes distancias focales, para evitar la trepidación.
Los objetivos zoom tienen una distancia focal que puede variarse dentro de un rango específico (ej. 35-70 mm, 40-80 mm). Pueden sustituir a varios objetivos fijos y se comercializan como teleobjetivos zoom, grandes angulares zoom o macro zoom. Se identifican por sus distancias focales máxima y mínima, así como por sus aberturas.
Su precio suele ser mucho mayor que el de los objetivos fijos, y generalmente son más grandes y pesados. Además, suelen carecer de la luminosidad de los objetivos fijos; la abertura de un zoom suele estar entre f/4.5 y f/5.6 (los objetivos fijos son más luminosos, ya que pueden alcanzar aberturas de hasta f/2). No obstante, los zooms de alta gama pueden conseguir muy buenas aberturas.
Son zooms especiales capaces de cubrir un amplio rango de distancias focales, desde el gran angular hasta el teleobjetivo. Si bien esto puede afectar negativamente al precio y a la calidad de la óptica, facilitan enormemente el trabajo del fotógrafo al reducir la necesidad de cambiar de lente. Los más extremos llegan a cubrir distancias focales de 28 a 300 mm.
Dentro de esta categoría, encontramos lentes diseñadas para propósitos muy específicos:
Ideales para realizar fotografías a muy corta distancia de sujetos pequeños como flores, insectos, etc. El término «macro» se define por la capacidad de un objetivo para enfocar a una distancia mínima. Pueden llegar a proyectar imágenes en el sensor del mismo tamaño que el objeto (relación 1:1) o incluso más grandes. Para considerarse macro, deben permitir enfocar un objeto como mínimo al 50% de su tamaño (m=0.5). Tienen una distancia focal que generalmente oscila entre 50 y 200 mm. Normalmente, muchos objetivos incorporan la funcionalidad macro como una característica añadida.
Es un caso extremo de gran angular, generalmente de distancia focal fija, que oscila entre 6 y 16 mm. Realizan una cobertura completa de 180° sobre una imagen. Algunos de estos objetivos distorsionan la perspectiva de las líneas de una imagen, curvándolas hacia fuera de manera pronunciada. Los más extremos llegan a proyectar solo un círculo dentro del sensor con la imagen captada.
Este tipo especial de objetivo permite realizar determinados efectos creativos y correctivos. Consta de dos funcionalidades diferentes pero complementarias: Tilt (la posibilidad de bascular el objetivo para controlar el plano de enfoque) y Shift (la capacidad de desplazar el objetivo de su eje óptico para corregir la perspectiva). En fotografía arquitectónica se usan mucho, y en muchas ocasiones, puede ser necesario usar ambas funciones simultáneamente. También permiten miniaturizar la escena, creando un efecto de «maqueta».
Se trata de un tipo de teleobjetivo que incorpora espejos en su construcción (muy similar a algunos telescopios). Son más ligeros y mucho más pequeños que un teleobjetivo normal de la misma distancia focal. Sin embargo, suelen tener una calidad inferior en las zonas desenfocadas (efecto bokeh).