Portada » Biología » Mutaciones Genéticas: Tipos, Causas, Efectos y su Impacto Biológico
Una mutación es cualquier cambio al azar que se produce en el material genético de un individuo (ADN). Al alterar la secuencia de bases de un fragmento de ADN, una mutación puede producir un cambio en la secuencia de aminoácidos de una cadena polipeptídica y, por tanto, puede originarse una proteína diferente que dé lugar a un fenotipo distinto en el individuo que porta la mutación.
Este proceso implica:
Casi todas las mutaciones son perjudiciales para el individuo que las porta, provocando a menudo la no viabilidad (muerte) del cigoto o el embrión, o produciendo enfermedades y malformaciones. Algunas mutaciones son neutras, ya que en el instante en que se producen, no proporcionan al individuo ningún perjuicio ni beneficio. Estas mutaciones se van acumulando y, si en un momento concreto cambian las condiciones ambientales, pueden favorecer al individuo (si le confieren alguna ventaja) o perjudicarle (si provocan alguna desventaja). Finalmente, hay muy pocas mutaciones favorables.
En cualquier caso, a nivel de una población, la mutación es un proceso muy importante porque permite introducir variabilidad genética en las poblaciones. La selección natural puede actuar entonces sobre las distintas combinaciones genéticas, siendo un mecanismo fundamental de la evolución de los seres vivos. Por otra parte, el efecto de las mutaciones depende también del tipo de genes afectados (si son importantes o no en el funcionamiento de la célula). En el caso de los seres vivos diploides (la gran mayoría), la mutación puede quedar oculta al existir otro gen alelo en el cromosoma homólogo (herencia dominante/recesiva).
Las mutaciones se pueden clasificar según diversos criterios:
Una mutación génica o molecular es aquella que afecta a la secuencia de nucleótidos de un gen. Las mutaciones génicas pueden ser de varios tipos:
Se cambia una base por otra durante el proceso de replicación del ADN. Por ejemplo, cuando la ADN polimerasa, al copiar sobre el ADN molde, comete un error y coloca una base equivocada en la hebra que está construyendo. Las sustituciones se clasifican a su vez en dos grupos:
Las sustituciones provocan la alteración de un solo triplete o codón. Si el nuevo codón codifica el mismo aminoácido (al ser el código genético degenerado), la proteína obtenida será la misma, por lo que la mutación no será perjudicial (mutación silenciosa). La sustitución podrá ser perjudicial si, por ejemplo, provoca el cambio de un aminoácido (mutación de cambio de sentido) del centro activo de la proteína, o si provoca la aparición de un triplete de finalización (mutación sin sentido). Un ejemplo de sustitución es la mutación que origina la anemia falciforme.
Se produce la inserción o pérdida de un nucleótido (o más) en la secuencia de ADN. Las mutaciones de adición y deleción son más graves que las sustituciones porque modifican la pauta de lectura durante la traducción del ARNm. Así, todos los tripletes de bases estarán cambiados a partir del punto en el que se ha producido la mutación y, por tanto, el mensaje codificado será totalmente distinto.
Ejemplos de este tipo de mutación son la fenilcetonuria o el albinismo, relacionadas con el metabolismo de la tirosina.
Existen sistemas de reparación de las mutaciones génicas:
Son aquellas en las que el cambio afecta a algún segmento cromosómico que incluye más de un gen. Las mutaciones cromosómicas se originan por la rotura espontánea de los cromosomas. Este fenómeno a veces se incrementa por las condiciones ambientales o por agentes mutágenos. Pueden ser de varios tipos:
Algunas de estas mutaciones pueden no resultar perjudiciales para el individuo, pero sí para la descendencia, ya que provocan errores en el apareamiento de cromosomas homólogos durante la meiosis (en la gametogénesis). La mayoría de estas mutaciones son observables al microscopio gracias a la técnica del bandeado: Se trata de una tinción de los cromosomas que provoca la aparición de un patrón de bandas transversales. Comparando el patrón de bandas del cromosoma problema con un patrón conocido de dicho cromosoma, se puede detectar la mutación.
Son las que provocan alteraciones en el número de cromosomas característico de la especie (cariotipo). Producen siempre alteraciones graves, ya que cada cromosoma es portador de numerosos genes. El origen de estas mutaciones parece ser los errores durante la separación de los cromosomas homólogos o cromátidas en las anafases I y II de la meiosis. Pueden ser de dos tipos:
Aparece algún o algunos cromosomas de más o de menos en el cariotipo del individuo:
Pueden dar lugar a un conjunto de trastornos (Síndromes), que pueden llegar a impedir la supervivencia del individuo. Ejemplos:
Varía el número total de juegos de cromosomas completos de un individuo:
La poliploidía es habitual en vegetales, pero rara en animales. Suelen tener hojas y frutos de mayor tamaño, por lo que tienen interés comercial. Para inducir este tipo de mutaciones se emplea una sustancia que impide la formación del huso acromático y así se forman gametos 2n, que tras la fecundación darán lugar a cigotos 4n. Es conocido el caso de las abejas y avispas en las que los machos son haploides, pues proceden de óvulos sin fecundar.
Las causas de las mutaciones genómicas pueden ser varias:
Son factores físicos, químicos y biológicos que provocan mutaciones y aumentan la tasa espontánea de mutación. Tipos:
Radiaciones que pueden ser:
Numerosas sustancias tienen acción mutágena. Según el tipo de sustancia, pueden provocar distintos efectos:
Son segmentos móviles de ADN que pueden cambiar de posición, trasladándose a otro lugar dentro del mismo u otro cromosoma. Pueden originar mutaciones cuando causan una activación o inactivación génica no deseada al insertarse en los genes estructurales o en los reguladores.
Pueden producir cambios en la expresión de algunos genes. Se cree que los virus mutagénicos podrían realizar su acción al llevar en sus genes fragmentos de ADN tomados de una célula previamente infectada que incorporarían a la nueva célula parasitada.
El cáncer es una enfermedad causada por un proceso de división celular sin control. Algunas células se multiplican de forma rápida y desorganizada, lo que conduce a la formación de una masa de células llamada tumor. Esto se debe, entre otras causas, a que fallan algunos mecanismos de control que existen a lo largo del ciclo celular. Estos mecanismos se basan en moléculas que actúan en distintos momentos del ciclo celular, permitiendo o no que la célula pase a la siguiente fase (tanto en la interfase como durante la mitosis).
Las células tumorales no reaccionan a los mensajes químicos externos de regulación y se dividen indefinidamente (pueden incluso llegar a ser inmortales, como el caso de las células HeLa, procedentes de un tumor de Henrietta Lacks, muerta en 1951, que continúan dividiéndose actualmente y se utilizan en muchos laboratorios para la investigación del cáncer).
Algunas células del tumor primario pueden emigrar a través de la sangre o del sistema linfático a otros tejidos u órganos (metástasis), produciendo tumores secundarios que también conducen a la destrucción del tejido. La consecuencia final de este proceso cancerígeno es una proliferación tan tremenda de células que consumen todos los nutrientes y dejan sin alimento a las células sanas de los tejidos. Esto provoca la disminución o pérdida de la actividad de los tejidos y órganos, hasta llegar al adelgazamiento extremo y, por último, la muerte del organismo.
Todavía no se conocen todos los factores y mecanismos que conducen al desencadenamiento del cáncer, pero está fuera de toda duda la relación que existe entre la aparición de células cancerosas y las mutaciones. Ciertas sustancias o agentes mutagénicos provocan alteraciones del material genético que se manifiestan por el desencadenamiento de procesos cancerígenos.
Pero no basta la mutación de un único gen para que se forme un cáncer. La enfermedad surge cuando, a partir de una célula, se van acumulando mutaciones en sucesivas generaciones celulares (en la línea celular) a lo largo del tiempo. Las células se transforman en cancerígenas cuando se producen mutaciones en dos tipos principales de genes: