Portada » Latín » Misanthropía y Tragedia: Un Recorrido por Personajes Clásicos y Renacentistas
El personaje principal, Cnemón, entra en la obra de manera cómica y exagerada, deseando poseer los atributos de Perseo para evitar el contacto humano. Siente un profundo rechazo por los seres humanos (aversión), a quienes califica de hipócritas, y se muestra orgulloso de su falta de sociabilidad.
El clímax llega cuando Cnemón cae en un pozo y es ayudado por la gente. Es entonces cuando se da cuenta de que existen hombres generosos y que nadie es autosuficiente. A pesar de esta revelación, él sigue en sus trece, pero es finalmente obligado a participar en la celebración de una boda, siendo sacado a rastras de la cama.
Hay personajes que nos anticipan el mal genio del viejo, aunque reconocen que es una persona que siente gran amor por su hija. El código de conducta de Alceste se basa en la austeridad y la sinceridad, oponiéndose así a la hipocresía de la sociedad de su época. Odia al género humano por su maldad y por no indignarse ante las injusticias. Es un personaje incoherente, ya que se enamora de una mujer coqueta y maldiciente, y además, él mismo es el obstáculo de sus propios intereses.
Tiene una confrontación con un personaje referente a la calidad de sus versos. En ese momento, se debate entre ser un misántropo que jura siempre decir la verdad o ser un hombre que recula para no herir un amor propio. Al final, gana el misántropo y expone su opinión sincera.
El clímax llega cuando su amada, Celimena, es elogiada por su maldad por la gente, y Alceste les reprocha su hipocresía, acusándolos de fomentar la maldad de ella. Estos personajes rechazan que Alceste critique a todos menos a su amada y que censure a la gente que es objeto de sus malévolos comentarios.
Alceste disculpará sus maldades y su obstinación de alejarse de todo trato humano. Rechazará a Celimena por no querer alejarse del mundo, es decir, prefiere no tener un final feliz por ser fiel a su misantropía.
Saturnino lucha contra Bassianus por el trono. Tito regresa de su última guerra con sus hijos supervivientes y con prisioneros godos. Como ofrenda a los dioses, corta miembros y mata al hijo de Tamora, reina goda. Lavinia, hija de Tito, está prometida con Bassianus. Pero Tito decide que Saturnino será el próximo emperador, y este pide la mano de Lavinia, a lo que Tito accede. Saturnino también desea a Tamora. Los hijos de Tito se unen a Bassianus para raptar a Lavinia. Saturnino maldice a Tito y se casa con Tamora. Tito, deshonrado, mata a Mucio. Saturnino, convencido por Tamora, “perdona” a todos para que esta pueda matarlos. Tito, agradecido, invita a Saturnino a cazar.
Los hijos de Tamora, Demetrio y Chiron, desean y se disputan a Lavinia, pero Aarón, esclavo y amante de Tamora, les dice que la violen en el bosque durante la cacería. Bassianus acusa a Tamora de serle infiel a Saturnino, y esta llama a sus hijos y les dice de la “falsedad” de la que es acusada. Entonces, estos matan a Bassianus. Luego, con la aprobación de Tamora, se llevan a Lavinia para violarla (la amante les dice: “cuanto más la ultrajéis, tanto más os amará vuestra madre”). Aarón lleva a Quinto y Marcio a la zanja donde ha sido arrojado Bassianus, y estos caen dentro. Llama a Saturnino y les acusan de matar a Bassianus.
Marco lleva a Lavinia (sin lengua, ni manos y violada) ante su hermano Tito, y este llora. Según Aarón, el emperador pide la mano de Tito para perdonar a sus dos hijos. Marco, Lucio y Tito discuten, pero al final Tito acepta y Aarón le corta la mano. Después llega el mensajero con las cabezas de Quinto y Marcio y su mano de vuelta. Tito, junto a Lavinia, quiere venganza, y Lucio, que ya está desterrado, crea un ejército de godos para ir contra los romanos. Aarón tiene un hijo negro con Tamora y lo esconde, y manda traer a un bebé blanco. Lucio detiene a este y lleva al bebé a la horca. Aarón consigue salvarlo cuando confiesa los delitos cometidos y el disfrute que le han dado. Tito mata a Lavinia por la respuesta de Saturnino y confiesa que Tamora se está comiendo a sus hijos previamente hechos pastel, y a Tamora también la mata. Saturnino mata a Tito, y entonces Lucio mata a Saturnino, proclamándose así nuevo emperador de Roma y ordena enterrar vivo a Aarón, hasta el pecho, para que muera de hambre, y arroja el cadáver de Tamora a las bestias.