Portada » Otras materias » Métodos de Identificación Forense: Dactiloscopia, Lofoscopia y Antropometría en Criminalística
La criminalística, según su objeto de estudio, se divide en criminalística aplicada al procesamiento del lugar de los hechos.
Los sistemas de identificación de personas son procedimientos derivados de la criminalística y sus disciplinas auxiliares, en los que se emplean diversos métodos y técnicas para establecer la identidad de un individuo.
Este sistema de identificación consiste en individualizar las marcas dejadas por las crestas papilares presentes en diversas regiones del cuerpo. Se divide en:
Rama de la Antropología Física que aplica sus conocimientos, métodos y técnicas para la identificación de cadáveres esqueletizados o que aún presentan restos de tejido blando y que han perdido sus rasgos fisonómicos.
También denominada Estomatología Forense, estudia las características de las piezas y arreglos dentales. Elabora moldes y fórmulas dentarias con el objetivo de identificar a personas descarnadas, putrefactas o quemadas. Incluye técnicas como la Palatoscopia (estudio de las rugosidades palatinas).
Se tienen en cuenta las dimensiones y características de la cara, analizando el ángulo, la expresión y la edad para establecer la identidad de una persona.
El Sistema de Identificación de Huellas Dactilares es el que se realiza con mayor frecuencia, ya que está interconectado con las Procuradurías y/o Fiscalías Estatales. Los sistemas de identificación de personas también coadyuvan en la búsqueda, localización e identificación de personas desaparecidas o no localizadas, puesto que suministran información a bases de datos con registros forenses.
Los indicios de la dactiloscopia se remontan a:
La dactiloscopia es uno de los sistemas de identificación forense basado en el estudio de la impresión física de los dibujos formados por las crestas papilares de los dedos de las manos.
Ciencia que estudia la morfología papilar con fines de identificación personal. Esta morfología se presenta con iguales características en:
Se basa en la impresión de los dibujos formados por las crestas papilares de las yemas de los dedos de las manos.
Cada dedo, cada mano y cada región tienen su fisonomía y contienen, por lo tanto, elementos suficientes para acreditar una identidad.
A la región digital pertenecen los dedos. Cada uno tiene tres falanges, excepto el pulgar que solo tiene dos. Cada dedo está formado por tres columnas óseas llamadas falanges, que son sucesivamente decrecientes: Falange Distal, Medial y Proximal.
Las huellas dactilares se dividen en tres regiones principales:
Los dactilogramas se dividen en naturales y artificiales, y también en latentes y moldeados.
La dactiloscopia fue un sistema de identificación desarrollado y popularizado por figuras como Juan Vucetich, quien creó el primer sistema dactiloscópico en América Latina.
La piel es un órgano protector del cuerpo y cumple funciones como la respiración.
Un sistema de identificación es un conjunto de elementos relacionados entre sí que, de manera ordenada, contribuyen a un objetivo determinado.
La importancia de la identificación humana es trascendente tanto en las actividades simples de la vida como en las complejas. Esto abarca desde identificar a la persona que acude a la oficina de correo a recoger un envío, hasta identificar a la persona que comete un delito.
El principio de identidad asegura que, en cualquier circunstancia, siempre existirá un conjunto de características en las cosas y las personas que permitirán identificarlas y reclamar nuestros derechos sobre ellas o imputar nuestras obligaciones para con ellas. Es tarea del criminalista conocer o —en caso de que no hayan sido enunciadas aún— encontrar tal conjunto de características, con fines de identificar criminales, víctimas y personas de interés en la investigación criminal.
A lo largo de la historia, la identificación humana se ha basado en:
El sistema antropométrico incluye el señalamiento antropométrico, el señalamiento descriptivo y el señalamiento de las marcas particulares.
Tiene por objeto consignar las singularidades características de la fisonomía y las señales o marcas indelebles que pueden ser otros tantos datos de identificación. Para lo cual, Bertillón lo denominó retrato hablado.
Acrocefalia, trigonocefalia, etc.
Lunares, cicatrices, manchas de la piel, quemaduras, tatuajes, anquilosis, amputaciones, etc.