Portada » Español » Mejora tus Habilidades de Lectura: Estructura del Libro, Técnicas y Tipos de Texto
El libro es un medio fundamental de información, educación y cultura para un pueblo. Es necesario conocer datos como su autor, la editorial que garantiza la calidad, las partes que lo integran y cómo utilizarlo. Conocer todas sus partes permite consultarlo con mucha más facilidad. Para saber cuál es el contenido de un libro, se requiere tomar en cuenta la forma en que están organizadas las partes que lo componen, es decir, su estructura.
Cuatro partes de la estructura nos dan una idea del contenido del libro:
Para realizar un resumen se recomienda:
Al tener listo su resumen, ya puede diseñar un esquema. Un esquema es la organización jerárquica de ideas de acuerdo con su importancia. Se pueden utilizar gráficos diferentes para representarlos, como llaves, flechas, figuras geométricas, entre otros.
Reconocer de qué trata el texto. Después de leer la frase clave, leer los enlaces e intentar recordar lo que sigue. Partir de aquello que está resaltado o subrayado para obtener un resumen del texto. Intentar reconstruir mentalmente la organización del texto.
Implica distinguir entre información relevante y secundaria, encontrar la idea principal, identificar las relaciones de causa y efecto, seguir instrucciones, identificar analogías, encontrar el sentido a palabras de múltiples significados, dominar el vocabulario básico para luego expresarla con sus propias palabras. Dentro de cada párrafo, a su vez, hay que distinguir la idea principal que se desarrolla de las ideas secundarias que la explicitan.
La lectura es un proceso mediante el cual el lector percibe, interpreta y comprende signos gráfico-verbales, asumiendo una actitud crítica. Prácticamente es un trabajo de la memoria donde el lector construye, imaginariamente, todos los signos del texto dándoles una forma, un sentido propio. Es decir, que la lectura es una relación íntima entre el libro y el lector. En esta relación, el libro le presenta al lector un mundo real o fantástico en el que le invita a participar, dando su juicio de valor. Por ello, se dice que la comprensión y la interpretación son procesos mentales determinados por varios factores que favorecen o no el proceso lector; por ejemplo, las actitudes del lector, el estado de salud, el nivel de vocabulario, la complejidad del texto, la falta de atención y concentración, entre otros.
Para “interpretar una lectura”, se formulan hipótesis acerca del contenido del texto a partir de los indicios; estas se van verificando o reformulando mientras se lee para sacar conclusiones. Es prácticamente una conversación con el autor de la obra. Este nivel se logra si comprendemos lo que estamos leyendo o percibiendo. Por eso, es importante apoyarse en diccionarios, esquemas y otros medios.
Consiste en que el lector, después de la lectura, confronta el significado del texto con sus saberes y experiencias, luego emite un juicio crítico valorativo y la expresión de opiniones personales acerca de lo que se lee. Sin embargo, este nivel no se alcanza si no se dominan los dos niveles previos: el literal o comprensivo y el nivel inferencial o interpretativo. Para poder tomar una posición o actitud ante una lectura, una obra de cine, un musical, una conferencia, entre otros, es importante saber el porqué de mi decisión: ¿Estoy de acuerdo con el autor? ¿Sí o no, o parcialmente?
Cuando se quieren exponer por escrito las razones en las que se fundamenta una idea, opinión o juicio, es necesario seguir una estructura para dejar claras las argumentaciones, por ejemplo:
Cuando se lee un texto y se desconoce el significado de algunas palabras, una sugerencia es analizar el contexto. Esto quiere decir que se debe fijar bien en el conjunto de palabras que forman la oración o el párrafo donde se encuentran términos desconocidos. El uso del diccionario es lo más recomendable.
Para emitir valoraciones personales o sociales acerca de lo leído, es necesario plantear juicios críticos, los cuales poseen como característica principal determinar la veracidad de lo que se dice. Para hacerlo, se combinan las ideas que tratan sobre el tema en cuestión. Los juicios críticos necesitan de un marco referencial, es decir, un conjunto de conocimientos previos acerca de lo que se va a criticar. Estos se aplican sobre todo a textos informativos.
Los vicios del lenguaje son el uso inadecuado del léxico o la construcción incorrecta de frases y oraciones. Estos errores dificultan la interpretación de un mensaje, especialmente si es escrito, pues este no cuenta con apoyos no verbales o contextuales que ayuden a su comprensión.