Portada » Biología » Mecanismo de Acción Enzimática: Cómo Funcionan las Enzimas en la Biología
En la reacción enzimática se identifican tres componentes clave: la enzima (E), específica de la reacción; el sustrato (S), que es la molécula sobre la que actúa la enzima; y el producto (P), molécula o moléculas resultantes de la acción de la enzima sobre el sustrato. Cuando un sustrato se encuentra con la enzima correspondiente, se produce la reacción catalizada, la cual se lleva a cabo en tres etapas:
El sustrato se une a la enzima formando el complejo enzima-sustrato (E.S.). Esta unión se caracteriza por un alto grado de especificidad, de modo que cada tipo de sustrato y de reacción necesita una enzima en particular. La especificidad enzimática se debe a la estructura proteica de la enzima, la cual presenta una zona denominada sitio activo con una forma espacial característica en la que se acopla el sustrato. Este acoplamiento es explicado mediante dos teorías:
Una vez formado el complejo enzima-sustrato, si la enzima posee un cofactor o grupo prostético, este es el que lleva a cabo la reacción y se obtiene el producto final. Esta etapa es muy rápida e irreversible. En el caso de que no existan partes no proteicas en la enzima, la acción catalítica la realizan algunos aminoácidos del propio sitio activo.
El producto se libera del sitio activo y la enzima queda libre para volver a unirse a nuevas moléculas de sustrato. Esto implica un proceso irreversible.
La unión de la enzima con el sustrato se realiza a través del sitio activo de la enzima, un espacio sobre la superficie enzimática en el que se va a encajar perfectamente el sustrato. En el sitio activo hay aminoácidos cuyos radicales son los responsables de establecer enlaces débiles con el sustrato para que la unión se pueda realizar. El sitio activo de cualquier enzima tiene las siguientes características:
El sitio activo no es un receptáculo pasivo para la fijación del sustrato, sino más bien un aparato molecular complejo que recurre a diversos mecanismos químicos para facilitar la conversión del sustrato en producto. Varios factores son responsables de la eficiencia catalítica de las enzimas, entre ellos:
Las enzimas son altamente específicas; interactúan con uno o unos pocos sustratos y catalizan solo un tipo de reacción química. La especificidad de la enzima puede ser de varios tipos, por ejemplo:
La unión enzima-sustrato es reversible; de hecho, una parte del complejo enzima-sustrato se disocia, y precisamente debido a esta reversibilidad, esta primera etapa es la más lenta. La unión de los radicales de los aminoácidos del sitio activo al sustrato debilita sus enlaces, provocando cambios energéticos que permiten alcanzar más fácilmente el estado de transición. La actividad enzimática puede ser regulada; es decir, las enzimas se activan o se inhiben, de modo que la tasa de formación del producto satisface las necesidades específicas de la célula.