Portada » Medicina y Salud » Manejo Integral del Ganado Bovino: Nutrición, Razas Lecheras y Protocolos Reproductivos
La alimentación bovina se sustenta principalmente en forrajes: gramíneas y leguminosas, que constituyen la base de la dieta diaria.
El balance nutricional correcto es esencial para:
Liposolubles: A, D, E y K (esenciales para visión, metabolismo óseo, reproducción y coagulación). Hidrosolubles: Complejo B y C (generalmente sintetizadas por el animal).
Los requerimientos varían drásticamente según la edad, el tipo productivo y el clima:
Determina la composición química exacta de cada ingrediente: proteína cruda, energía metabolizable, fibra detergente, minerales y humedad.
Conocer los valores reales (no promedios) permite crear raciones exactas que cumplen los requerimientos sin generar desperdicios ni deficiencias costosas.
El análisis regular garantiza calidad constante, previene problemas metabólicos y maximiza la conversión alimenticia y la rentabilidad del sistema.
Todos los bovinos requieren suplementación mineral y vitamínica, independientemente de la calidad del forraje base consumido.
(Origen: Condado de Ayr, Escocia)
(Origen: Islas del Canal)
(Cruce: Holstein × Gir; desarrollado en Brasil)
Las membranas fetales se unen con el tejido materno del útero para formar la placenta. Una de las membranas producidas por el feto (el alantocorion) se adhiere a determinadas áreas de la pared uterina (carúnculas). La yuxtaposición de estos dos tejidos forma una estructura llamada cotiledón.
El parto consta de cuatro fases:
Se recomienda un terreno alto, con suelo firme y acceso fácil. La Orientación Norte–Sur es ideal para una mejor ventilación y manejo térmico.
El diseño debe garantizar un flujo eficiente del ganado, minimizando el estrés y optimizando los tiempos de ordeño.
