Portada » Historia » Las elecciones y el gobierno provisional
Entre los propietarios y terratenientes empezó a cundir la alarma, entre los campesinos la desilusión ante la lentitud de la Reforma Agraria. El hambre y la miseria creaban las condiciones ideales para la violencia revolucionaria. Los pueblos de Castilblanco, Arnedo y Casas Viejas se convirtieron en exponentes claros de esa violencia. En Castilblanco (Badajoz) estalló una huelga general el 31 de Diciembre de 1931. Al intentar disolverla, los campesinos reaccionaron violentamente matando a cuatro números de la Guardia Civil.
Como consecuencia los jornaleros quedaron decepcionados con la República al no recibir sus tierras prometidas y se inclinaron hacia las soluciones revolucionarias propuestas por los anarquistas. También hay un descontento por parte de los terratenientes ya que muchos pierden sus tierras.
El 14 de Abril el Comité revolucionario se convierte en Gobierno Provisional. Estaban representados antiguos monárquicos (Niceto Alcalá
Zamora), republicanos radicales (Lerroux) radicales socialistas (Marcelino Domingo) Acción Republicana (Manuel Azaña), republicanos catalanes, republicanos gallegos (Casares Quiroga) y socialistas (Indalecio Prieto, Largo Caballero y Fernando de los Ríos). Este gobierno presidido por Alcalá Zamora tenía la tarea de construir un nuevo régimen político y democrático. Sus dos primeras acciones fueron:Una serie de disposiciones de carácter reformista de contenido social (favoreciendo a las clases campesinas) de contenido militar (adecuar al ejército al poder civil) y de contenido político (concesión de un gobierno provisional para Cataluña) que seguirán desarrollándose durante el bienio republicano.
La convocatoria de cortes constituyentes para dar al régimen un soporte político y jurídico. La convocatoria se celebraría el 28 de Junio de este mismo año mediante sufragio universal masculino en el que podían ser elegidas diputadas las mujeres
Este gobierno provisional tuvo que enfrentarse a varios conflictos en los primeros meses: la quema de conventos en Andalucía y Madrid (Mayo de 1931) y la expulsión del país del cardenal Segura (primado de España) contrario a la República. Estos hechos provocaron la hostilidad de la Iglesia y de los sectores católicos al nuevo régimen. También conocíó abundantes protestas obreras protagonizadas por la CNT
Las elecciones legislativas se celebraron el 28 de Junio y la coalición de republicanos socialistas obtuvo la mayoría. Las cortes se abrieron el día 14 de Julio y tendrán como misión fundamental la redacción de la constitución que será aprobada el 9 de Diciembre de 1931. En ella se definía a España como «una república democrática de trabajadores de todas las clases» y como un estado unitario pero con el reconocimiento de autonomía para los municipios y para algunas regiones. Se garantizaba la división de poderes: el legislativo en una Cámara, el Congreso de los Diputados, elegido por sufragio universal (se reconoce el voto a las mujeres); el ejecutivo en el gobierno y el judicial en los tribunales. Los conflictos entre los poderes se llevaban a un Tribunal de garantías Constitucionales. Aparece una nueva figura, el presidente de la República, elegido por los diputados por un período de 6 años.
El estado se declaró no confesional, se suprimíó la ayuda económica a la Iglesia y prohibíó a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza. Proclama la libertada religiosa y reconoce el matrimonio civil, además de derechos individuales y sociales como el derecho al trabajo, a la educación, a la salud y a una vivienda digna.
Una vez aprobada la constitución las Cortes eligieron presidente de la república a Niceto Alcalá Zamora y se formó un gobierno presidido por Manuel Azaña. Se inicia así el bienio republicano-socialista o reformista.
Los gobiernos presididos por Azaña durante este bienio abordaron los problemas que según ellos habían apartado a España de la modernidad, problemas que ya se habían planteado durante el gobierno provisional. Intentaron resolver de forma definitiva el problema religioso, el militar, el agrario, el educativo y el regional, haciendo profundas reformas.
Reforma religiosa.-
Esta reforma pretendía limitar el poder y la influencia de la iglesia. Muchas disposiciones se recogen en la constitución y muchas de las medidas tomadas como el reconocimiento constitucional del divorcio, el matrimonio civil, la secularización de los cementerios, la supresión de la enseñanza religiosa, la eliminación de los crucifijos de las aulas, la disolución de la orden de los Jesuitas fueron inoportunas pues agredieron torpemente a los católicos quienes identificaban la República como un ataque a Dios provocando que se movilizaran contra ella, especialmente después de la creación del partido de la derecha católica la C.E.D.A.
La reforma militar fue impulsada por Azaña con un doble objetivo:
Someter al ejército al poder gubernamental y asegurar la fidelidad a la república y alejar a los mandos monárquicos.
Reducir el nº de oficiales mediante la Jubilación anticipada o retiro voluntario de los oficiales disconformes con el régimen.
Además se redujeron las regiones militares, se suprimieron las capitánías generales y la Academia militar de Zaragoza por considerarla ineficaz y antirrepublicana. Se creo la guardia de asalto y se redujo el servicio militar a un año.
Reforma agraria.-
La reforma agraria pretendía acabar con los problemas crónicos del campo español: el latifundismo, la escasa productividad y la abundancia de jornaleros sin tierras. La reforma se planteó tres objetivos:
– Social: entregar tierras a los campesinos para así crear una clase media campesina propietaria que se identificara con los postulados republicanos.
– Económico: aumentar la productividad y que esta ayudara a elevar el poder adquisitivo del campesinado permitiendo estimular el consumo y en consecuencia la producción industrial.
-Político: acabar con el poder económico de la aristocracia terrateniente, enemiga de la República.
La ley de Reforma agraria fue aprobada, después de muchas discusiones, en Septiembre de 1932 y su contenido básico era expropiar, mediante indemnizaciones, tierras no explotadas directamente y asentar en ellas a campesinos que la explotaran o bien de forma colectiva o de forma individual. A pesar de sus grandes pretensiones faltó dinero y eficacia política para llevarlo a cabo. Además su puesta en marcha fue lenta por el descontento en las zonas de dominio del latifundismo, lo que provocó la reacción de los campesinos y sus duras protestas sociales.
La reforma educativa.-
Convencido de que el atraso español podía superarse mediante un buen sistema educativo, el gobierno de Azaña se encargó de sustituir métodos y profesores religiosos por partidarios de una enseñanza progresista para intentar acabar con el analfabetismo y promover una educación liberal y laica. Se establecíó la enseñanza primaria obligatoria gratuita y mixta, se construyeron nuevas escuelas, se ampliaron las plazas de maestro, se mejoró la educación secundaria y se potenció la investigación en los niveles universitarios. Además se crearon las Misiones Pedagógicas, con el fin de llevar la instrucción y la cultura al campo. Pero, la falta de fondos hizo difícil la reforma educativa.
La reforma política.-
Pretendía resolver el problema de los regionalismos y lo hará dentro del marco constitucional. La Constitución reconocía la posibilidad de que algunas regiones organizaran su propio gobierno dentro del estado español. Cataluña pedirá su Estatuto de Autonomía y será aprobado por las Cortes en Septiembre de 1932. En él se recoge su gobierno (Generalitat) y su Parlamento. Al gobierno central se le reserva el orden público, la defensa nacional y las relaciones exteriores. El presidente del gobierno será Maciá y el del parlamento, Campanys (ambos de Esquerra Republicana). El Estatuto contó con una fuerte oposición en las Cortes y en la prensa de derechas y despertó hondos recelos en los medios militares. Sólo Cataluña verá su proyecto durante este bienio. El País vasco y Galicia tendrán que esperar hasta 1936.
Si los proyectos de reformas fueron importantes, no contentaron a todos los sectores sociales. Dos sucesos ponen de manifiesto el descontento de los militares y los campesinos. En Agosto de 1932 hay un intento de Golpe de Estado en Sevilla protagonizado por el general Sanjurjo. Se pudo abortar y detener a los golpistas que fueron juzgados y encarcelados. En Enero de 1933 se produce una sublevación anarquista en Casa Viejas (Cádiz), es reprimida duramente y ejecutados 14 campesinos por la Guardia Civil. Se responsabilizada de este hecho al propio Azaña. El gobierno queda muy deteriorado, es incapaz de hacer frente a los continuos conflictos sociales que se traducen en manifestaciones y huelgas protagonizadas por la rama más virulenta del anarquismo. La oposición de los sectores de derechas se acentúan y una buena parte de la sociedad identifica a la democracia con el desorden.
Niceto Alcalá Zamora piensa que la mejor solución es la convocatoria de elecciones. Esta se celebrará en Noviembre de 1933. Ganarán los partidos de derechas en unas elecciones donde por primera vez votan las mujeres en España, a las que la izquierda se presentó desunida en medio de una fuerte campaña abstencionista de los anarquistas y donde la derecha agrupaba a sectores agrarios y monárquicos (CEDA) liderados por Gil Robles. Se inicia así una nueva etapa, el bienio derechista.