Portada » Historia » La Guerra Fría: Orígenes, Conflictos Clave y la Configuración del Mundo Bipolar
La Guerra Fría fue el conflicto ideológico y geopolítico que enfrentó a Estados Unidos (EE. UU.) y la Unión Soviética (URSS). Este enfrentamiento nunca se realizó de forma directa entre ambas superpotencias, sino a través de conflictos periféricos, donde se enfrentaban indirectamente mediante el apoyo político, económico y militar a sus aliados.
Hasta 1950, Europa fue el principal escenario de la Guerra Fría. Sin embargo, el proceso de descolonización trajo un nuevo elemento de rivalidad entre las grandes potencias, que estaban decididas a impedir que los nuevos países independientes se alinearan con el bloque rival.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Corea se dividió en dos zonas: la del norte, ocupada por tropas soviéticas, y la del sur, por las norteamericanas. La falta de acuerdos para su unificación provocó un enfrentamiento militar entre 1950 y 1953.
Corea del Norte, apoyada por la URSS y China, invadió Corea del Sur. Posteriormente, EE. UU. y sus aliados enviaron soldados, dirigidos por el general MacArthur, para impedir la reunificación de Corea bajo un gobierno comunista.
Tras años de guerra, se firmó el Armisticio de Panmunjom. Este estableció la división de Corea en dos Estados separados: el sur bajo influencia estadounidense y el norte bajo poder soviético, consolidando la frontera en el paralelo 38.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Francia tuvo que enfrentarse a los movimientos independentistas de influencia comunista en Indochina. La derrota francesa en Dien Bien Phu supuso la independencia de Laos, Camboya y Vietnam.
El dirigente comunista de Vietnam del Norte envió tropas hacia el sur para reunificar el territorio. Para evitar la expansión comunista, EE. UU. reemplazó a Francia e intervino en la zona. En 1957, EE. UU. envió asesores militares y, posteriormente, tropas y armamento a Vietnam del Sur.
Entre 1960 y 1973 se produjo una guerra devastadora en Vietnam, Laos y Camboya, que terminó con la derrota de EE. UU. y la firma de los Acuerdos de Paz de París en 1973.
La retirada de EE. UU. facilitó la victoria militar de Vietnam del Norte, que en 1975 invadió Vietnam del Sur y logró la unificación de Vietnam en un solo Estado bajo un régimen comunista.
Alemania quedó dividida en cuatro zonas de ocupación (francesa, soviética, británica y estadounidense). Berlín, aunque en la zona soviética, también fue dividida en cuatro sectores. EE. UU., Reino Unido y Francia decidieron unir sus zonas de ocupación e introducir una nueva moneda, lo que llevó a los aliados occidentales a crear la República Federal de Alemania (RFA).
En respuesta, la Unión Soviética inició el bloqueo terrestre de las zonas occidentales de Berlín. EE. UU. estableció un puente aéreo para garantizar la llegada de suministros a la ciudad. En 1949, los soviéticos pusieron fin al bloqueo terrestre.
Este evento provocó la división definitiva de Alemania: la URSS impulsó la creación de la República Democrática Alemana (RDA) con capital en Berlín Oriental, mientras que el resto del territorio occidental se consolidó como la República Federal de Alemania (RFA). La ruptura entre el bloque occidental y el oriental se materializó en el «Telón de Acero». En 1961, la URSS levantó el Muro de Berlín, que se convirtió en el símbolo más palpable de la Guerra Fría.
EE. UU. y la Unión Soviética reforzaron el control en sus respectivas zonas de influencia a través de alianzas militares y económicas.
A partir de 1950, los bloques enfrentados quedaron claramente definidos en Europa, aunque hubo reajustes en las alianzas en Oriente Medio y Extremo Oriente.
Se celebraron diversas conferencias entre los aliados desde 1941, impulsadas principalmente por EE. UU., la URSS y Gran Bretaña, con el objetivo de establecer las bases de la paz y el nuevo orden mundial.