Portada » Magisterio » Inserción Ocupacional: Claves para la Integración Social y Laboral
Los criterios que determinan la pertenencia de cada persona a cada uno de estos espacios quedan definidos en función de su situación respecto al empleo o ocupación, las relaciones de solidaridad familiar y las relaciones sociales. Existen tres zonas:
La exclusión social es un fenómeno multifactorial, donde las carencias de las personas afectan a uno o varios factores simultáneamente:
Estos ejes están estrechamente relacionados. Por ejemplo, la infravivienda suele agruparse en barrios desfavorecidos con altos índices de paro y escasos recursos económicos, educativos y sociales.
La inserción laboral y profesional puede entenderse como un hecho puntual o como un proceso:
Generalmente, se utiliza el término «inserción laboral» para referirse a ambas situaciones, matizando cada caso si es necesario.
El concepto de ocupación puede entenderse de dos maneras:
Se entiende como un proceso que tiene como objetivo final la integración social, especialmente de aquellos colectivos en riesgo de exclusión social. La inserción no debe centrarse únicamente en la consecución de un trabajo, sino que, para una plena incorporación a la sociedad, debe contemplar a la persona en su totalidad y ofrecerle una ayuda integral. La inserción ocupacional y la inserción sociolaboral son conceptos sinónimos.
La educación formal es aquella formación o actividad educativa que se imparte dentro del sistema educativo reglado. Proporciona una formación de base con el objetivo de ser polivalente. Es intencional y sistemática:
Se realiza en instituciones escolares como escuelas, colegios e institutos. El currículo educativo incluye contenidos, objetivos, metodología y evaluación.
Se realiza fuera del organigrama del sistema educativo. Incluye procesos educativos de los que la institución escolar no se hace cargo, como actividades de tiempo libre y ocio, formación ocupacional, programas de inserción laboral, reciclaje, talleres, ludotecas, etc.
Consiste en la adquisición y acumulación de conocimientos, habilidades y actitudes de manera no intencional y asistemática.
A partir de la Constitución Española (1978), se garantiza el derecho a la educación. El artículo 27 asegura la enseñanza básica obligatoria y gratuita, instando a los poderes públicos a garantizar este derecho.
La estructura del sistema educativo está regulada por la LOE (2006). La enseñanza básica y obligatoria tiene como objetivo dotar a la persona de los recursos instrumentales mínimos para desarrollarse en la sociedad y de las señales de identidad personal, social y nacional.
El Currículum: Es el conjunto de objetivos, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada nivel, etapa, ciclo, grado y modalidad del sistema educativo.
Se consideran alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE), temporales o permanentes, a aquellos que presentan dificultades debido a condiciones de discapacidad psíquica, motriz o sensorial, sobredotación o por su historia educativa y escolar. Se rige por los principios de integración escolar y normalización, implicando que la escuela ordinaria debe atenderlos como norma general.
Atención a la diversidad: Se basa en la concepción de que todos los alumnos, a lo largo de su escolaridad, necesitan diversas ayudas pedagógicas de tipo personal, técnico o material.
El profesional del EAP puede derivar al alumno al CSMIJ (Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil).
CRP: Centros de Recursos Pedagógicos.
CENTROS DE RECURSOS: CREDA (Deficientes Auditivos), CREDV (Centro de Recurso Educativo para Deficientes Visuales – ONCE).
Página web de interés: www.gencat.cat/educació
(Formación de personas que están trabajando) Engloba acciones formativas desarrolladas por empresas, trabajadores o sus organizaciones, dirigidas a la mejora de competencias y cualificaciones, o a la recualificación de personas ocupadas. Cualquier formación reglada o no reglada que las personas en edad de trabajar realizan tras un periodo de ruptura con la formación inicial. Se caracteriza por dirigirse a personas empleadas y funcionar como política activa de empleo.
Cursos, talleres o prácticas que complementan los conocimientos adquiridos en el sistema educativo, para potenciar la inserción o reinserción profesional de personas desempleadas, especialmente aquellas con dificultades especiales de inserción. Las competencias sobre formación ocupacional corresponden al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que a través del Servicio Público de Empleo planifica, ordena, controla y ejecuta sus contenidos. Las Comunidades Autónomas con competencias transferidas lo hacen a través de sus propios Servicios Públicos de Empleo.
Incluye subvenciones y empresas de formación (outsourcing).
Desde la década de los 80 y 90, los países occidentales han adoptado medidas para adaptarse a la nueva situación, marcada por el desarrollo tecnológico, especialmente de las tecnologías de la información. Han surgido nuevas contingencias que afectan al mercado laboral:
Estos factores contribuyen a una dualidad en el mercado de trabajo:
Los cambios en el mercado laboral se caracterizan por:
Estas nuevas necesidades surgen de los cambios en los siguientes ámbitos sociales:
Existe una tendencia hacia actuaciones más respetuosas con el entorno, un uso más racional de los recursos, y una mayor preocupación por aspectos como la contaminación, los residuos, la recuperación de espacios urbanos y la protección de espacios naturales.
Las actividades se agrupan en los siguientes ámbitos:
El análisis del mercado de trabajo es un aspecto imprescindible para el profesional de la inserción ocupacional. A nivel nacional y provincial, el Observatorio Ocupacional (dependiente del Servicio Público de Empleo) proporciona estadísticas sobre el mercado laboral y analiza su comportamiento. A nivel local, también existen observatorios que analizan tendencias, dinámica, formación y actividad económica. Otras fuentes de datos incluyen el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Encuesta de Población Activa (EPA), la Tesorería General de la Seguridad Social, ayuntamientos, cámaras de comercio, asociaciones empresariales, y sindicatos.
La Encuesta de Población Activa (EPA) clasifica la población en edad laboral (a partir de los 16 años) en relación con el mercado de trabajo en:
La población inactiva se subdivide según los motivos de inactividad:
Ambos factores interactúan continuamente. La inserción laboral se produce cuando hay un encuentro entre ellos. Este resultado puede optimizarse interviniendo en los factores de empleabilidad de la persona demandante y mejorando las ofertas de trabajo.
La empleabilidad es la capacidad de una persona para adaptarse a la oferta de empleo. Los factores que influyen en la empleabilidad, según Cáritas, son:
Los indicadores hacen referencia a:
La mejora de este factor influye positivamente en el esfuerzo por buscar trabajo y en la imagen proyectada en los procesos de selección.
Dificultades relacionadas con las funciones: