Portada » Formación y Orientación Laboral » Implementación de Sistemas de Gestión y HACCP: Claves para la Excelencia Operacional
Este documento aborda dos pilares fundamentales en la gestión de la calidad y la seguridad: las cláusulas esenciales de un sistema de gestión (comúnmente asociadas a normas como ISO 9001) y el sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP), crucial para la inocuidad alimentaria.
A continuación, se detallan las cláusulas clave que estructuran un sistema de gestión eficaz, enfocándose en la comprensión del contexto organizacional, el liderazgo, la planificación, el soporte, la operación, la evaluación del desempeño y la mejora continua.
Esta cláusula es fundamental para determinar la posición actual de la organización. Para ello, se deben identificar las cuestiones internas y externas que pueden influir en los resultados esperados, así como a todas las partes interesadas y sus necesidades. Es imprescindible documentar el alcance y establecer los límites del sistema de gestión, siempre en línea con los objetivos de negocio.
La estructura actual de los sistemas de gestión pone un énfasis especial en el liderazgo, trascendiendo la mera dirección. Esto implica que la alta dirección asume una mayor responsabilidad y participación activa en el sistema de gestión de la organización. Sus responsabilidades incluyen integrar los requisitos del sistema de gestión en los procesos de negocio, asegurar que el sistema logre los resultados previstos y asignar los recursos necesarios. Además, la alta dirección es responsable de comunicar la importancia del sistema de gestión y de fomentar la toma de conciencia y la participación de los empleados.
La cláusula 6 aborda directamente la gestión del riesgo. Una vez que la organización ha identificado los riesgos y oportunidades en la cláusula 4, debe establecer cómo serán tratados a través de una planificación estratégica. Este enfoque proactivo reemplaza la acción preventiva y reduce la necesidad de acciones correctivas posteriores. Se presta especial atención a los objetivos del sistema de gestión, los cuales deben ser medibles, objeto de seguimiento, comunicados, coherentes con la política del sistema de gestión y actualizados cuando sea necesario.
Después de abordar el contexto, el compromiso y la planificación, las organizaciones deben analizar el soporte necesario para cumplir con sus metas y objetivos. Esto incluye los recursos (humanos, infraestructura, ambiente de trabajo), las comunicaciones internas y externas, así como la información documentada, término que reemplaza a los utilizados anteriormente como documentos, documentación y registros.
La mayor parte de los requisitos del sistema de gestión se concentran en esta cláusula. La cláusula 8 aborda tanto los procesos internos como los contratados externamente. La gestión global del proceso incluye el establecimiento de criterios adecuados para el control de estos procesos, así como formas de gestionar el cambio planificado y el no previsto.
Para dar cumplimiento a este requisito, las organizaciones deben determinar qué, cómo y cuándo ha de ser supervisado, medido, analizado y evaluado. La auditoría interna es una parte crucial de este proceso para asegurar que el sistema de gestión se ajusta a los requisitos de la organización y a los de la norma, y que se ha implantado y mantenido con éxito. El último paso es la revisión por la dirección, que analiza si el sistema de gestión es apropiado, adecuado y eficaz.
En un entorno empresarial en constante cambio, no todo siempre se desarrolla según lo planificado. La cláusula 10 aborda las formas de hacer frente a las no conformidades y las acciones correctivas, así como las estrategias para la mejora continua del sistema.
El Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) es un sistema preventivo fundamental para garantizar la seguridad alimentaria.
El origen del sistema HACCP se remonta a 1959:
Peligro es el hecho, la circunstancia, el agente o cualquier otro problema que tiene la capacidad de provocar un daño o atentar contra la salud del consumidor, si las condiciones son propicias.
Consiste en una valoración de todos los procesos relacionados con la producción, distribución y empleo de materias primas y de productos alimenticios para:
Un Punto de Control Crítico (PCC) es una:
en la que puede aplicarse alguna medida preventiva que elimine o minimice uno o más peligros.
Se deben seleccionar y adoptar las medidas de control adecuadas en cada PCC. Ejemplos:
Se deben establecer los límites críticos, que son los valores que separan lo aceptable de lo no aceptable. Ejemplo:
La monitorización o vigilancia es una secuencia planificada de observaciones o medidas para asegurarse de que cada uno de los PCC se encuentra dentro de sus especificaciones. Por ejemplo:
Las acciones correctoras son los procedimientos o cambios que deben introducirse cuando se detectan desviaciones fuera de los límites críticos para volver a los valores o rangos de los mismos. Es el «actuar cuando no se cumplen las especificaciones».
La verificación asegura la eficacia del sistema HACCP e incluye:
Para aplicar con éxito el sistema APPCC es imprescindible mantener un sistema de documentación y registro de forma eficaz y exacta. La documentación se va desarrollando conforme el sistema se va ampliando y mejorando. Se realizarán documentos pormenorizados de planes de:
Los registros son todas las informaciones o valores obtenidos en la monitorización, en cada uno de los pasos del proceso. Ejemplos:
Un Plan HACCP es un documento preparado de acuerdo con los principios del HACCP para asegurar el control de la inocuidad en un segmento de la cadena alimentaria.