Portada » Derecho » Historia de la Medicina Legal en el Perú: Concepto, Finalidad y Evolución
La Medicina Legal tiene una larga historia, que comienza 5000 años antes de la era común con Imhotep, sacerdote, juez, arquitecto y primer ministro, quien dictó las primeras normas para distinguir las lesiones causadas en combate de las producidas por una riña. Por ello, se le reconoce como el primer Médico Legista de la Historia. La cúspide de la legislación sobre la salud en la Edad Antigua la encontramos en el Código de Hammurabi (1750 a. C.), una recopilación de leyes en las que predomina la Ley del Talión para los actos quirúrgicos. Los números 218, 219, 220 y 226 establecen los Primeros Principios de la Responsabilidad Profesional de los Médicos.
También es necesario recordar a Hipócrates, quien alrededor del año 400 a. C. escribe su famoso Juramento, un código ético que comporta el cumplimiento de una serie de deberes con el enfermo y la sociedad, como “favorecer y no perjudicar”. También señala que el médico debe abstenerse de intervenir cuando se trata de patologías que no conoce, pues de lo contrario, si intervenía, la acción constituía un pecado de hibris (extralimitación). En Roma, Antitus dicta las pautas para realizar el examen externo de una víctima cuando examina el cadáver de Julio César y establece que el examen debe hacerse sin presencia de público, señalando cuál fue la herida de necesidad mortal, siendo este el primer peritaje médico-legal de la historia.
Paolo Zacchias (1584-1659) es considerado el Padre de la Medicina Legal y Padre de la Psiquiatría Forense. Inicia el llamado Período Científico de la Medicina Legal y escribe su famoso libro, Cuestiones Médico-Legales (1624-1650), un compendio de doctrina donde establece los principios que regirán la Medicina Legal en los siglos venideros: “Todo lo que no puede demostrar el médico, se queda en la mente del médico”, lo que ahora se conoce como Medicina Basada en Evidencias.
El objetivo de la Medicina Legal es el asesoramiento sobre cuestiones teóricas y prácticas referidas a casos concretos planteados en el ámbito jurídico (fueros penal, civil, del trabajo o de menores), administrativo, del derecho canónico (cuestiones de nulidad matrimonial), militar (pensiones de guerra, aptitudes psicofísicas o reclutamiento) y en aspectos previsionales.
La Medicina Legal es la especialidad médica que reúne los conocimientos de la medicina que son útiles para la administración de justicia, con el fin de dilucidar o resolver problemas civiles, penales o administrativos, y para cooperar en la formulación de leyes. Es relevante para el médico porque debe conocer los límites legales en el ejercicio de su profesión y puede fungir como perito. Al abogado, le ofrece un amplio repertorio de pruebas médicas como postulante, litigante, defensor o fiscal. En pacientes vivos, se dictaminan pronósticos.
Es el análisis científico orientado a las necesidades de la administración de justicia que el legista efectúa sobre hechos médicos de cualquier especialidad médica. Es decir, hace entendibles al abogado los aspectos médicos.
La medicina legal actual utiliza todos los adelantos y conocimientos de la ciencia médica, aprovechando las técnicas y procedimientos científicos más depurados y avanzados en la resolución de los problemas que le plantea el derecho. Un ejemplo de ello es la utilización de la prueba de ADN con fines de identificación forense, así como en el esclarecimiento de hechos delictivos.
Según la Paleopatología, algunas lesiones observadas en los restos arqueológicos encontrados en tumbas preincaicas se deben a operaciones médicas, ritos o costumbres sociales (trepanaciones, mutilaciones, etc.), mientras que otras son producto de golpes y traumatismos. En esa época se realizaban cesáreas abdominales bárbaras, con fines antropofágicos o infanticidas. Los curanderos del antiguo Perú eran expertos en el uso de hierbas abortivas.
En el Imperio de los Incas, la función médico-legal la ejercían los Hampicamayoc, quienes establecían o determinaban la mayoría de edad en los jóvenes para que pudieran casarse, ir al ejército y adquirir el derecho a tener una tierra para cultivar. También determinaban la virginidad de las futuras Vírgenes del Sol.
En el Incanato, los castigos eran severos y pocos los delitos. El adulterio era severamente castigado en la mujer cuando el médico incaico no encontraba signos de lesiones recientes en ellas, lo cual indicaba consentimiento. El aborto era castigado con la muerte de la mujer y de quien produjo la expulsión. Había cárceles especiales para enfermos mentales y depravados, previo examen por el médico hechicero. La desobediencia al Dios Sol era castigada con la pena de muerte. Se castigaba también:
En la época colonial, la medicina legal transcurre desde los inicios de la guerra civil entre los conquistadores. Se conoce el documento que registra el Acta de Exhumación del cadáver del Marqués y Conquistador del Perú, don Francisco Pizarro, realizada en la Ciudad de los Reyes en 1544 por orden de Gonzalo Pizarro. Durante la colonia, predominó la fuerza, castigándose los delitos de rebelión y traición.
Como no vinieron médicos en la expedición conquistadora, no se desarrolló la medicina legal. Médicos de España fueron adjuntos a la Real Audiencia e informaban para la aplicación de las penas. Le daban más importancia a los delitos de rebelión, sacrilegios y blasfemias. Los delitos contra la propiedad no se tomaban en consideración. Posteriormente, quedó establecida que la labor médico-legal fuera ejercida por los médicos de la Policía. Se dio importancia a los delitos contra las personas y sus propiedades.