Portada » Formación y Orientación Laboral » Gestión de Equipos y Liderazgo: Niveles, Habilidades y Estilos de Supervisión
La supervisión se estructura en distintos niveles dentro de una organización, cada uno con responsabilidades y alcances específicos:
Se ubica en las posiciones más importantes de la alta gerencia. Su actuación influye directamente en:
El administrador intermedio debe ser efectivo en:
Este nivel ejerce un control directo sobre los trabajadores y es responsable de:
Las habilidades esenciales de los administradores (supervisores) se clasifican en tres categorías:
Es la capacidad de aplicar conocimientos o experiencia especializada en un campo determinado (conocimiento especializado).
Se refiere a la capacidad de trabajar con otros, comprenderlos y motivarlos, tanto de forma individual como en grupo (sensibilidad, persuasión, empatía).
Es la capacidad mental para analizar y diagnosticar situaciones complejas (razonamiento lógico, criterio, capacidad analítica).
Las funciones principales que desempeñan los administradores son:
El supervisor es aquel que tiene personas bajo sus órdenes. Se encuentra en una posición que interactúa con tres grupos definidos:
Los roles o papeles que desempeña el supervisor son variados:
El supervisor se encuentra en una posición intermedia, entre lealtades y exigencias opuestas entre sí. Lo importante es que sepa desenvolverse en distintas situaciones. El supervisor ineficaz se deja abrumar por estas presiones opuestas, mientras que el supervisor efectivo resiste y sirve de eslabón de comunicación entre quienes se hallan por encima y por debajo de él.
El mando es una función que se origina en una atribución de poder para decidir sobre el tratamiento y el manejo de uno o más de los recursos de la producción con el fin de alcanzar un determinado objetivo. Para que exista esta función, se deben reunir tres condiciones:
El poder describe relaciones entre dos o más personas. Implica la posibilidad de utilizar la fuerza y aplicar sanciones.
La autoridad es el derecho a usar la fuerza (posiciones relativas). Permite ejercer el mando y el control, y otorga el poder para tomar decisiones.
En la cadena de mando, existen líderes y seguidores. En la administración, es necesaria una buena relación entre líderes y seguidores para el logro de los objetivos. La delegación de autoridad es clave a lo largo de la cadena de mando. Ciertos individuos actúan tanto como líderes como seguidores.
Para desarrollar sus responsabilidades, el líder debe poseer:
La cooperación del grupo dependerá de:
Una supervisión efectiva se distingue por las siguientes características:
Existen diversos estilos de supervisión, cada uno con sus propias características y reacciones en el equipo:
Se apoya en la autoridad formal conferida. Se siente incapaz de ser obedecido por derecho propio y utiliza la autoridad de forma irracional. No prepara ni capacita a su gente, lo que resulta en un menor progreso y aprendizaje de sus dependientes.
Es un supervisor paternalista que manipula y trata de manejar a la gente. «Vende» sus ideas y consigue que se haga lo que quiere por las buenas. Como influencia, no usa la autoridad formal, sino una relación amistosa.
No asume responsabilidad alguna; es un jefe que no quiere serlo y hace que otros asuman la responsabilidad.
Reconoce que el proceso de influir reside en la relación. Es considerado y sensible a las necesidades y sentimientos de los demás. Afronta su responsabilidad y respeta la de los demás. Ayuda a que reconozcan sus problemas y proporciona los medios para que puedan mejorar. Aumenta la responsabilidad y les da más autonomía.