Portada » Psicología y Sociología » Fundamentos Psicoanalíticos: Perspectivas de Klein, Erikson y Adler sobre la Personalidad
En la posición esquizo-paranoide, el infante percibe los objetos (principalmente el pecho de la madre) como parciales y no integrados. Es decir, los ve como “buenos” o “malos” dependiendo de si satisfacen o frustran sus necesidades.
La ansiedad principal en esta fase es la ansiedad persecutoria, que surge de la percepción de amenazas externas. El infante teme ser atacado o aniquilado por los objetos malos.
En un entorno escolar, un niño puede ver a sus compañeros como “amigos” o “enemigos” absolutos, sin términos medios, lo que puede causar conflictos. En el ámbito laboral, un empleado puede percibir a sus jefes o colegas como completamente buenos o malos, afectando sus relaciones interpersonales y desempeño.
Un paciente con trastorno límite de la personalidad puede experimentar una relación íntima como totalmente idealizada o devaluada, dependiendo de cómo se siente en el momento. En terapia, el terapeuta puede ser visto como totalmente bueno o malo, lo que complica el proceso terapéutico.
En la posición depresiva, el infante comienza a integrar los aspectos buenos y malos de los objetos, reconociéndolos como entidades completas y separadas. Esta integración permite una percepción más realista y matizada de los demás.
La ansiedad principal es la ansiedad depresiva, que surge del miedo a perder o dañar al objeto amado (por ejemplo, la madre). Hay un reconocimiento de que los impulsos destructivos internos pueden dañar a los objetos buenos.
En una comunidad, los miembros pueden trabajar juntos para reparar las relaciones dañadas y promover el bienestar común. En un equipo de trabajo, los miembros pueden reconocer sus errores y esforzarse por corregirlos y apoyar a sus colegas.
Un paciente en terapia puede trabajar para reparar sus relaciones con familiares o amigos, reconociendo su papel en los conflictos. En el proceso terapéutico, un paciente puede internalizar las cualidades positivas del terapeuta, lo que facilita la sanación y el crecimiento personal.
Las fantasías en la teoría de Klein son experiencias mentales internas que reflejan los deseos y ansiedades del infante. Son fundamentales en la formación de la relación de objeto y en la elaboración de los mecanismos de defensa.
Ejemplos:
La envidia es el deseo destructivo de poseer lo que otro tiene y destruirlo si no se puede poseer. Los celos involucran el miedo a perder el amor de un objeto amado frente a un rival.
Ejemplos:
El amor y el odio son emociones fundamentales que impulsan las relaciones de objeto. La reparación es el proceso mediante el cual el infante (o el adulto) intenta sanar el daño causado por los impulsos destructivos.
Ejemplos:
Melanie Klein identificó varios mecanismos de defensa en su teoría psicoanalítica. Estos mecanismos son formas en que las personas manejan la ansiedad y los conflictos internos, especialmente durante las primeras etapas de desarrollo. A continuación, se detallan algunos de los más importantes:
Descripción: Consiste en dividir las experiencias en categorías extremas de “bueno” o “malo”, sin la capacidad de integrar estas partes en una imagen coherente del objeto.
Ejemplo: Un niño puede ver a su madre como completamente buena cuando ella está cerca y como completamente mala cuando se va, sin reconocer que puede ser ambas cosas.
Descripción: Involucra atribuir a los demás los propios sentimientos o impulsos inaceptables. Es una manera de externalizar y manejar aspectos internos no aceptados.
Ejemplo: Un individuo que siente ira reprimida hacia su pareja puede creer que su pareja está enojada con él, proyectando su propio sentimiento en el otro.
Descripción: Es un mecanismo más complejo que incluye la proyección de aspectos del propio yo en otro, pero con la intención de que el otro actúe o responda de acuerdo con estas proyecciones.
Ejemplo: Una persona que siente ansiedad y desconfianza puede comportarse de manera que provoque una respuesta ansiosa y desconfiada en los demás, confirmando su proyección.
Descripción: Rechazo de aceptar la realidad de una situación dolorosa o inaceptable. La persona actúa como si algo no estuviera ocurriendo o no existiera.
Ejemplo: Un paciente que continúa con comportamientos destructivos a pesar de las evidencias de las consecuencias negativas para su salud.
Descripción: La idealización se refiere a ver a un objeto o persona como perfecta o superior, mientras que la devaluación implica verla como completamente negativa o inferior. Es un reflejo de la incapacidad para integrar aspectos positivos y negativos de un objeto.
Ejemplo: En una relación de pareja, uno puede idealizar a la pareja durante la fase de enamoramiento y luego devaluarla cuando aparecen conflictos.
Descripción: Creencia en el propio poder y control absoluto, como si uno pudiera influir en todo y en todos a su alrededor.
Ejemplo: Un niño puede sentir que tiene el poder de controlar a sus padres a través de su comportamiento o demandas.
Descripción: Canalización de los impulsos destructivos o inaceptables en actividades constructivas y socialmente aceptables.
Ejemplo: Una persona con impulsos agresivos puede canalizar su energía en deportes o en actividades creativas como la pintura.
Descripción del Modelo: Erik Erikson es conocido por su teoría del desarrollo psicosocial, que propone que la personalidad se desarrolla a través de ocho etapas a lo largo de la vida. Cada etapa está caracterizada por un conflicto central que el individuo debe resolver para desarrollar un sentido saludable de sí mismo y de sus relaciones sociales.
Descripción: En esta etapa, los bebés aprenden a confiar en sus cuidadores para satisfacer sus necesidades básicas. Si se satisfacen consistentemente, desarrollan un sentido de confianza.
Ejemplo: Un bebé que recibe atención y cuidado constante desarrollará una sensación de seguridad y confianza en los demás.
Descripción: Los niños pequeños comienzan a desarrollar una sensación de autonomía y control sobre sus acciones. La vergüenza y la duda pueden surgir si se les critica o controla excesivamente.
Ejemplo: Un niño que recibe apoyo para explorar y hacer elecciones independientes desarrollará confianza en su capacidad para tomar decisiones.
Descripción: Los niños en esta etapa comienzan a asumir más responsabilidades y a planear actividades. El sentimiento de culpa puede desarrollarse si se les reprime demasiado.
Ejemplo: Un niño que recibe elogios por sus iniciativas y creatividad desarrollará un sentido de propósito.
Descripción: Los niños en edad escolar desarrollan habilidades y competencias. Sentirse inferior puede resultar de comparaciones desfavorables con los compañeros.
Ejemplo: Un niño que es reconocido por sus logros escolares desarrollará un sentido de competencia y confianza en sus habilidades.
Descripción: Los adolescentes exploran diferentes roles e identidades. La confusión de rol puede surgir si no desarrollan un sentido claro de quiénes son.
Ejemplo: Un adolescente que recibe apoyo en su exploración de identidad desarrollará un sentido de sí mismo más fuerte y coherente.
Descripción: Los adultos jóvenes buscan relaciones íntimas. El aislamiento puede resultar si no logran formar conexiones significativas.
Ejemplo: Un adulto joven que forma relaciones íntimas y significativas desarrollará un sentido de conexión y amor.
Descripción: Los adultos de mediana edad se centran en contribuir a la sociedad y guiar a la próxima generación. El estancamiento puede surgir si no sienten que están marcando una diferencia.
Ejemplo: Un adulto de mediana edad que se involucra en la mentoría o en actividades comunitarias desarrollará un sentido de utilidad y logro.
Descripción: Los adultos mayores reflexionan sobre su vida y sus logros. La desesperación puede surgir si sienten que su vida no ha sido significativa.
Ejemplo: Un adulto mayor que encuentra satisfacción en sus logros y relaciones desarrollará un sentido de integridad y paz.
Descripción del Modelo: Alfred Adler es conocido por su teoría de la Psicología Individual, que destaca la importancia de los sentimientos de inferioridad, el impulso de poder y el instinto de comunidad en el desarrollo de la personalidad.
Descripción: Adler creía que todos los individuos experimentan sentimientos de inferioridad desde la infancia, y estos sentimientos motivan el comportamiento humano a lo largo de la vida.
Ejemplo: Un niño que se siente inferior debido a su baja estatura puede esforzarse más en los deportes para superar este sentimiento.
Descripción: Las percepciones de debilidades físicas pueden influir en la autoestima y la conducta del individuo.
Ejemplo: Un niño con problemas de visión puede desarrollar estrategias compensatorias y destacarse en otras áreas académicas o artísticas.
Descripción: El impulso de superar la inferioridad y alcanzar la perfección y superioridad motiva el comportamiento humano.
Ejemplo: Un estudiante que se siente inferior en matemáticas puede esforzarse al máximo para ser el mejor de la clase en esa materia.
Descripción: Cada persona desarrolla un estilo de vida y un plan basado en sus metas personales, que están influenciadas por sus sentimientos de inferioridad y su deseo de superación.
Ejemplo: Una persona que experimenta inferioridad en la infancia puede establecer la meta de ser un líder comunitario exitoso para compensar esos sentimientos.
Descripción: Las creencias y metas personales, a menudo irracionales, guían el comportamiento del individuo.
Ejemplo: Una persona puede creer que «debo ser perfecto para ser amado», lo que influye en su comportamiento y decisiones.
Descripción: La lucha por alcanzar roles de género tradicionales y demostrar cualidades asociadas con la masculinidad.
Ejemplo: Un joven puede esforzarse por destacar en deportes competitivos para alinearse con expectativas masculinas.
Descripción: El deseo de pertenecer y contribuir a la comunidad y al bienestar social.
Ejemplo: Una persona puede involucrarse en actividades de voluntariado y ayudar a otros para satisfacer su instinto de comunidad.
La psicología individual de Alfred Adler es una teoría que se centra en la unicidad del individuo y su capacidad para influir en su destino. A diferencia de Sigmund Freud, quien enfatizó la importancia de los impulsos inconscientes, Adler creía que la motivación principal del comportamiento humano es la búsqueda de la significación y el propósito.
Adler argumentó que los sentimientos de inferioridad son una parte natural de la condición humana. Estos sentimientos pueden surgir en la infancia debido a la dependencia de los cuidadores y la percepción de vulnerabilidad. Los individuos buscan superar estos sentimientos a través de la superación personal y la búsqueda de la excelencia.
Ejemplo: Un niño que se siente inferior porque es el más pequeño de su clase puede esforzarse por destacarse en los estudios o en deportes para compensar esa sensación de inferioridad.
Este concepto se refiere a la percepción de debilidades físicas que pueden contribuir a los sentimientos de inferioridad. Adler creía que los individuos con deficiencias físicas a menudo desarrollan una fuerte motivación para compensar estas debilidades.
Ejemplo: Una persona con una discapacidad física puede trabajar arduamente para desarrollar habilidades intelectuales o artísticas excepcionales como forma de compensación.
Adler reconocía que el entorno y las experiencias de vida juegan un papel crucial en el desarrollo de la personalidad. Las interacciones familiares, la educación y las circunstancias sociales influyen en la forma en que los individuos perciben y responden a sus sentimientos de inferioridad.
Ejemplo: Un niño que crece en un ambiente de apoyo y estímulo puede desarrollar una sensación de competencia y confianza en sí mismo, mientras que un entorno crítico y negativo puede intensificar los sentimientos de inferioridad.
Según Adler, el impulso de poderío es la fuerza motivadora detrás de la superación de los sentimientos de inferioridad. Las personas buscan poder y dominio como una forma de afirmar su valía y superar la sensación de inferioridad.
Ejemplo: Un estudiante que siente que no es lo suficientemente bueno puede trabajar arduamente para ser el mejor de su clase y así obtener una sensación de poder y control sobre su vida.
Adler creía que cada individuo establece una meta personal única que guía su comportamiento. Esta meta está influenciada por los sentimientos de inferioridad y el impulso de poderío. El plan y el estilo de vida de una persona son las estrategias que utilizan para alcanzar esta meta.
Ejemplo: Una persona que se siente inferior en términos sociales puede establecer la meta de ser popular y respetada, y su plan puede incluir ser amigable y servicial con los demás.
La ficción rectora es una idea o creencia central que guía el comportamiento de una persona. Estas creencias pueden no ser objetivamente verdaderas, pero tienen un impacto significativo en cómo el individuo vive su vida.
Ejemplo: Una persona puede creer firmemente que «debo ser perfecto para ser amado». Esta creencia, aunque no sea realista, influye en su comportamiento y decisiones.
La protesta masculina es un concepto que Adler utilizó para describir el esfuerzo de los individuos (tanto hombres como mujeres) para demostrar su valor y superar sentimientos de inferioridad, a menudo alineándose con cualidades tradicionalmente masculinas como la agresión y la dominancia.
Ejemplo: Una mujer en un entorno laboral dominado por hombres puede esforzarse por ser más asertiva y competitiva para demostrar su valía y superar cualquier sentimiento de inferioridad.
Adler sostenía que el desarrollo saludable del individuo incluye un sentido de pertenencia y contribución a la comunidad. Este «instinto de comunidad» refleja la necesidad de cooperar y trabajar en beneficio de otros.
Ejemplo: Una persona que encuentra satisfacción en el voluntariado y en ayudar a los demás está demostrando un fuerte instinto de comunidad.
La psicología individual de Adler ofrece una perspectiva única sobre el comportamiento humano, enfatizando la importancia de los sentimientos de inferioridad y el impulso de superación. Su enfoque en la meta, el plan y el estilo de vida del individuo, junto con conceptos como la ficción rectora y el instinto de comunidad, proporciona una visión comprensiva y humanista de la psicología. Al reconocer la influencia del entorno y la importancia de la comunidad, la teoría de Adler subraya la capacidad del individuo para superar las adversidades y encontrar significado y propósito en la vida.